¡ESTÁ TAN GUAPA! Siempre lo ha sido, pero ese corte de pelo le queda genial, es la mujer más hermosa que he visto en mi vida.
Estas semanas han sido una tortura, y pensar que he dejado que pasara tanto tiempo sin verla, debería haberme tragado mi orgullo y haberla llamado. ¡Soy gilipollas!
Me acerco a ella después de que nuestros ojos se encuentren, pero ahora creo que no ha sido una muy buena idea, no puedo dejar de mirarla. Hablamos y como esperaba está fría, y no es para menos, mi estupidez es tanta que dejé que mis celos nublaran mi mente y acabé besando a Patty delante de sus narices.
—Meghan, espera por favor —le digo cogiéndola de la muñeca para retenerla, pero al sentir el calor de su piel, todo en mí se vuelve gelatina—. ¿C–Cómo estás?
—Bien, gracias.
Y se va. Y yo no puedo hacer nada para detenerla, la he cagado.
La veo irse delante de mis ojos y soy tan cobarde que no la detengo, soy incapaz de ir tras ella y decirle cuanto la he echado de menos, cuanto la quiero y que me muero por tenerla de nuevo entre mis brazos y esta vez no soltarla nunca, pero no puedo.
—¿Josh?
Me doy la vuelta y me encuentro con Savannah, mi ex. ¿En serio?
—Savannah, hola.
—Cuanto tiempo ha pasado, ¿seis años? —me pregunta y me da dos besos.
Fue mi novia hace mucho tiempo, y yo por aquel entonces ya estaba muy colado por Meghan —como si en algún momento de mi vida no lo hubiera estado—, pero al final terminé saliendo con Savannah después de que el amor de mi vida cerrara cualquier posibilidad de tener algo con ella, me refugié en sus brazos para poder olvidarla, y como podéis ver ahora, no funcionó.
—Sí —miento, lo cierto es que no lo recuerdo—. Mucho tiempo.
—Pues yo aun lo recuerdo, sobretodo porque nos pasábamos el día metidos en la cama, fueron buenos tiempos.
Buenos tiempos, tal vez para ella. Esto va a sonar a que soy un cabronazo, pero en esa época en lo único en lo que pensaba cuando me la tiraba era en qué lo hacía con Meghan, pero la verdad es que no era tan buena en la cama.
—Josh, ¿puedes venir un momento?
La interrupción de Mel me viene que ni pintada, es la oportunidad de cortar esta situación tan desagradable, me disculpo con mi ex y me voy por patas.
Mel y Elijah llevan juntos tres años, yo conocía a su prometido de mucho antes, y me alegré cuando empezaron a salir. Él es un buen hombre y se nota que la quiere con locura, son la pareja más perfecta que he conocido nunca, y lo reconozco, siento envidia de ellos, tienen lo que yo he deseado toda mi vida, el amor verdadero.
Aunque intento prestarles toda mi atención a mis amigos, mi cabeza está en otra parte, más concretamente en una rubia preciosa que me vuelve loco. La busco con la mirada cada pocos segundos y no la veo por ninguna parte, parece que se la ha tragado la tierra.
Finalmente decido ir a buscarla y la encuentro rodeada de varios tíos, y no es para menos, es una mujer increíble, pero no puedo evitar sentir celos de todos ellos, al menos por la atención que ella les presta, me gustaría que centrara toda esa atención en mí, aunque me lo tengo merecido, he sido un cobarde.
—Y dime, ¿cómo es que no te había visto antes por aquí? —le pregunta uno de ellos.
«Típica frase para ligar, ese tío es patético».
—Hacía tiempo que Mel y yo no nos veíamos, tal vez no hayamos coincidido.
—Pues espero que eso cambie a partir de ahora —le contesta y a mí me entran ganas de vomitar.
¿Se puede ser más gilipollas?
Otro le trae una copa de vino, ella la mira y la coge a pesar de que no prueba ni un sorbo. Sonríe y puedo ver que está incómoda, la conozco demasiado bien para saber como actúa cuando eso pasa.
Mi instinto de protección me obliga a ir en su ayuda, paso antes por la barra libre y pido un cóctel sin alcohol, pero antes de que puedo llevárselo, aparece Mel y se la lleva dejado su copa sobre la mesa y dándole otra que imagino es como el que yo iba a darle. Meghan le sonríe y esta vez su sonrisa le llega hasta los ojos. Esa es la expresión que mejor le queda, cuando es feliz.
Aunque preferiría que fuera gracias a mí.
Las horas pasan y yo cada vez estoy más impaciente, me he bebido medía barra buscando la valentía para acercarme, pero ella está apoyada en el respaldo de uno de los sofás hablando con un tipo, llevan más de una hora hablando sin parar y ella no deja de reírse. Y yo me siento miserable.
Dos chicas se me acercan, la primera es morena con dos pares de razones para no dejar de mirarla, pero mi vista está centrada en otra. La segunda es rubia con mechones rosas, tiene un culo en el qué podría partir nueces, pero tampoco me interesa y acaba marchándose igual que ha venido, sola.
Meghan le pone la mano en el brazo al tipo y le sonríe, se nota que está cómoda y yo cada vez más cabreado, no entiendo por qué narices tiene que tocarlo.
—¿Crees que es buena idea torturarte así? —la voz de Patty llega a mis oídos difuminada.
Está pegada a mi oreja y me susurra como si fuera uno de esos demonios que aparecen para decirte lo gilipollas que eres por permitir algo así.
—Vámonos, no merece la pena.
—No. Sí lo hago todo habrá terminado, y no puedo —le contesto sin dejar de mirar a mi rubia.
—Pues yo creo que eres idiota si te quedas aquí sin hacer nada.
—Tienes razón.
Me levanto y camino con paso decidido hasta donde se encuentran mi amor y ese capullo que parece estar cortejándola. La cojo de la mano sin decir nada y tiro de ella, aunque al principio no se queja ni intenta soltarse, cuando estamos en otra habitación se suelta de mi agarre y me mira furiosa.
—¿Qué coño crees que estás haciendo?
VERLE HA SIDO UNA TORTURA. Me siento peor que cuando he llegado, al menos antes parecía más fácil seguir adelante.No solo está guapísimo, sino que está para comérselo con esa camisa a medio camino de estar abrochada del todo, con bermudas y unas Havaianas, hasta los pies los tiene bonitos. ¡Dios, estoy coladísima!Al final no he podido aguantarme y me he girado, pero ha sido una idea pésima. Está hablando con Savannah, su ex. Fue difícil verle todos los días con ella, se pasaban el tiempo dándose el lote en cada rincón, pero por suerte la tortura terminó pronto. Conocí a un tipo que me mantenía ocupada sin tiempo para ver a esos dos copular como conejos.Me toco la tripa que aun no ha empezado a crecer, imagino que necesito fuerzas para no ir hasta esos dos y arrastrar a esa rubia de bote de los p
SENTIRLA OTRA VEZ ES LO MEJOR que he hecho en mucho tiempo, incluso más que la última vez que estuve con ella, esta vez es cómo si la descubriera por primera vez y es... es adictiva. No quiero separarme de ella nunca más, la necesito en mi vida, en mi cama y, en fin, la necesito, punto.Oírla jadear en mi oído es el mejor sonido del mundo, sentir como convulsiona por el orgasmo es... no hay palabras para describir lo que se siente, cuando estoy con ella me falta el aire, mi corazón bombea con fuerza y todo mi ser enloquece.Grita mi nombre cuando se corre y yo lo hago un segundo después, ha sido increíble.Mientras recuperamos el aliento la veo sonreír y llorar al mismo tiempo, me corta la respiración verla así, tal vez se arrepiente, no lo sé, pero no me gusta el rumbo que está tomando esto.—Meghan, ¿estás bien? —le pregunto preocupado.—Sí, sí perfectamente —me contesta y sonríe—. Son las hormona
¿CÓMO PUEDE SER POSIBLE? No entiendo nada.—Verás, en algún momento entre tú primer embarazo y el segundo, se produjo un aborto espontáneo —me explica el doctor.—Pero no sentí nada, ni dolores ni sangrado, nada.—A veces pasa, es más normal de lo que crees. Tu cuerpo absorbió al feto sin que te dieras cuenta.Josh y yo nos mirábamos y no entendemos nada, ¿cómo es posible?Eso solo quiere decir una cosa, y es que el bebé que estoy esperando es de él, de Josh, él es el padre de mi hijo.Aunque me duele la perdida de mi bebé, algo dentro de mí se alegra de que él sea el padre de este nuevo ser que crece dentro de mí. Juntos vamos a ser padres, y no puedo estar más feliz.—Entonces, ¿nuestro hijo está bien doctor? —pregunta Josh y no puedo evitar sonreír.—Sí, todo parece estar bien, pero a la mínima duda o malestar, acudan inmediatamente al centro de
LA BESO CON PASIÓN, y ella enreda sus manos en mi pelo, tira de mi camiseta y consigue quitármela recreándose en mi cuerpo semi desnudo. Me entreno todos los días, y es en estos momentos cuando me doy cuenta de que merece la pena el esfuerzo. La manera que tiene de mirarme me vuelve loco, parece que nunca se cansa de mí, y yo tampoco de ella para que negarlo.—Date la vuelta nena, no quiero aplastaros —le ordeno y ella obedece encantada.—Me encanta tenerte detrás, Josh.—¿Ah, sí? —le pregunto y le estampo la mano en su culo, el cual me pone muy burro, joder.Se queja pero termina riéndose, le gusta cuando me comporto como un cavernícola.Me desabrocho el cinturón y ya estoy duro, no deseo otra cosa que introducirme en ella. La cojo por la cintura y la embisto con un solo movimiento, no le hace falta lubricación extra porque siempre está preparada para mí, es tan sexi y tan guapa, a veces no me creo
LOS DÍAS PASAN Y YO cada vez estoy más gorda, los pantalones ya no me suben, y me duelen los pies, pero a pesar de todo, estar embarazada es algo indescriptible. Llevo dentro al hij@ de Josh, estoy formando en mi interior una vida, y sentir como se mueve es una pasada.—Estás preciosa —me dice Josh rodeándome por detrás y miro su reflejo en el espejo.—Parezco un tonel, ya no me veo ni el...Josh se ríe de mí, ¡será posible!Le doy un codazo en las costillas y frunzo el ceño, pero luego me da un beso en la mejilla y se me pasa enseguida.—Te quiero pequeña —me dice dándome la vuelta para que le mire a la cara—. Y te prometo que estás preciosa.—Yo también te quiero, Josh.Después de darnos unos cuantos arrumacos delante del espejo, Josh se separa de mí y yo me siento vacía al instante en que le veo alejarse, he descubierto que no puedo vivir sin él, no me veo en otr
NO SABÉIS LO QUE DISFRUTO al ver la cara que se le ha quedado a ese gilipollas. Si creía que aún tenía alguna posibilidad de seguir en la vida de Meghan, acabamos de jodérsela. Me encanta.—¿Meghan? No puedo creerlo.—Hola Andrea, Fred...erick ya me ha dado la noticia, enhorabuena —le dice Meghan a su mujer.—Eso mismo tendría que decirte yo a ti, ¿de cuanto estás?—Cinco meses.La expresión del capullo cuando Meghan confirma que está de cinco meses, no tiene palabras, le ha dado donde más le duele, yo lo sé y él también.—Andrea —le dice a su mujer y la coge por el codo—. Tenemos que irnos, el médico nos espera.—Un momento cielo, aún tenemos unos minutos.Se suelta y mira a Meghan, luego se acerca y le da dos besos. Se nota que mi chica le cae bien, si supiera la verdad, no sé si sería tan amable con ella.Las dos se ponen a charl
ME DESPIERTO EN LOS BRAZOS de Josh, estamos abrazados y me acurruco más contra él, huele tan bien y es tan guapo, y encima es todo mío.Se mueve y sonrío al ver como intenta liberarse de mí, pero no le dejo, quiero estar así un ratito más.—Cinco minutos —le pido—. Solo cinco minutos más, por favor.—Cinco, diez, los que quieras. No tengo prisa.—Bien, porque cinco minutos no son suficientes.Está sonriendo, ¿que cómo lo sé si no puedo verle la cara? Porque le conozco y sé lo que hace en todo momento, sé cuando está feliz y cuando no, y ahora lo está, tan feliz como yo.Media hora después nos levantamos a desayunar, y mientras yo lo preparo todo, él entra en la ducha. Termino antes que él y entro en el baño y en la ducha, quiero lavarle de la cabeza a los pies, y tal vez hacer algo más. En cuanto me siente detrás de él se gira con una sonrisa en la cara, me abrazo a su cintura y pon
ESTÁ CLARO QUE SE HUELE algo, ¿por qué sino actúa así? Después de la llamada a mi hermana debe de haber atado cabos.Pero que lista es mi chica, además, Patty me ha llamado después de que ella llamara al club preguntando por mí, así que sí, sabe algo. La abrazo por la cintura y le doy un beso en la boca, ella me lo devuelve con ganas y no puedo resistirme a ella, la abrazo más fuerte intentando no hacerle daño, y me la cargo a los brazos, ahora que sabe lo que pasa, no creo que le importe esperar un poco más.Una vez en la habitación la dejo en el suelo y empiezo a desvestirla, primero dejo caer los tirantes de su vestido —que por cierto es bastante provocador—, y luego este cae al suelo. Debajo no lleva nada, como si hubiera estado esperándome, y yo disfruto de las vistas unos segundos antes de quitarme la camiseta y los pantalones seguido por los bóxers.Cuando los dos estamos desnudos, nos dejo caer sobre la cama con cuidado de l