NO ME LO PUEDO CREER, he sido tan tonta de pensar que entre nosotros había algo especial, no ha pasado ni media hora desde que lo he visto y ahora le mete la lengua a Patty y, ¿desde cuando se ven estos dos?
No entiendo nada, llega a mi casa y me confiesa su amor, para luego liarse con otra, ¿pero que clase de hombre hace algo tan rastrero? Lo cierto es que creía que él era diferente, que nosotros teníamos una fuerte conexión, y ahora me hace esto. Desde luego me ha decepcionado.
La semana pasa muy despacio, los segundos se convierten en minutos y los minutos en horas, la vida pasa muy lentamente cuando te rompen el corazón. Me siento tan mal, no creía que el amor pudiera ser tan cruel. Y si encima le sumo que lo hecho de menos, la situación se vuelve más insostenible.
—Cógeme el teléfono, tenemos que hablar —me dice Freddy en el enésimo mensaje que he recibido de él desde hace dos semanas.
Lo ignoro, otra vez.
Llaman a la puerta, me niego a abrir por sí es él, no quiero ver a nadie, pero menos aún a ese miserable, por su culpa Josh no quiere saber nada de mí.
La voz de Mark, mi jefe, se oye a través de la puerta y me levanto. Le abro y me mira de arriba abajo, debo de tener un aspecto deplorable.
—¿Estás bien? —me pregunta y parece preocupado.
—Sí, pasa por favor.
—Freddy es un capullo, no se merece que estés así por él.
—No es por Freddy —le señalo el sofá y me dejo caer—. Él no tiene nada que ver.
Arquea una ceja y no parece muy seguro de sí creerme o no. Le devuelvo el gesto y este sonríe.
—Te lo prometo, Freddy ya es historia.
—¿Entonces? ¿Por qué pareces tan decaída? —me pregunta y aparta un mechón de pelo de mi cara.
—Es complicado.
—Bueno —hace una corta pausa y añade—. Sí merece la pena, díselo, seguro que lo arregláis.
Me sorprende que descubra tan rápido que es por otro hombre, Mark y yo no hemos mantenido ninguna relación fuera del ámbito profesional, pero parece que me conoce muy bien. En cambio yo, no sé nada de él.
—¿Te apetece un café? O, ¿un té?
—No gracias, solo quería comprobar que estabas bien, ya me marcho. ¿Te espero mañana?
—Sí.
Sé que tengo que seguir con mi vida, voy a tener un hijo y necesito un trabajo para mantenerlo, y el desamor no es un motivo para faltar al trabajo, me levanto después de que él lo haga y lo acompaño hasta la puerta, antes de que pueda cerrarla, se da la vuelta.
—Eres una persona increíble, no dejes que nadie te haga de menos, y sí Freddy no se da cuenta de lo que vales, otros si lo hacemos.
—Gracias —le contesto entre lágrimas y lo abrazo.
Cuando se va cierro la puerta y me la quedo mirando unos segundos antes de secarme las lágrimas y dirigirme al baño, me voy a dar una ducha y salir a la calle, no puedo seguir encerrada lamentándome.
Más tarde me encuentro en el centro comercial donde he ido a comprarme algo de ropa, y en un momento de locura, he decidido hacerme un cambio de look. Me corto el pelo muy, muy corto, al estilo Bob pero más largo en la parte delantera. Y no es porque lo diga yo, pero me queda genial. De vuelta a casa me encuentro con Mel, y esta casi no me reconoce.
—Estás estupenda —me dice por segunda vez.
—Sí, ¿tú crees? No estaba segura.
—Créeme, te queda muy bien. ¿Cómo van las cosas?
Suspiro y mis ojos vuelven a llenarse de lágrimas, pero las contengo para que no caigan. Le explico por encima la situación y ella se queda boquiabierta.
—¿Vas a ser madre soltera? —me pregunta insegura.
—Así es. He decidido que es lo mejor.
—¿Y el padre?
—Es Freddy, aunque eso ya lo sabes. Conoces nuestra historia, pero finalmente me he dado cuenta de que él no es lo que necesito.
—¿No quiere saber nada del niño?
—Más bien, soy yo quien no quiere saber nada de él. He descubierto como es en realidad, aunque ya lo sabía, pero no quería admitirlo. Es mejor así, Mel.
Mel me abraza y yo le devuelvo el abrazo y esta vez si que dejo caer las lágrimas, ya no puedo mantenerlas por más tiempo.
Ha pasado otra semana sin tener noticias de Josh y cada vez que pienso en él, el corazón se me rompe un poco más. Duele demasiado el no tenerlo a mi lado.
Mel me invitó a su compromiso con Elijah cuando la vi el otro día, es esta noche y por primera vez desde lo que pasó con Josh, me siento con fuerzas de salir. Tengo las energías renovadas y muchas ganas de pasármelo bien.
Pero en cuanto le veo en la fiesta, toda esa seguridad se desvanece.
—Hola Josh.
—Meghan, ¿te has cortado el pelo?
Su mirada pasa de mi cara a mi pelo y vuelve a posarse en mis ojos, parece realmente sorprendido.
—Así es.
—Estás... increíble.
—Gracias —le contesto y me alejo.
Necesito soltar el aire que he estado conteniendo desde que lo he visto. ¡Está tan guapo!
«Dios, ¿por qué me torturas así? He sido muy buena».
—Meghan, espera, por favor —al sentir su mano en mi muñeca todo alrededor de desvanece, mi cuerpo arde y mi cabeza da vueltas—. ¿C–Cómo estás?
—Bien, gracias.
No, no es verdad, le hecho mucho de menos y me gustaría poder volver atrás y hacer las cosas de otra manera, pero ya no puedo. Mi historia con Josh se ha terminado al igual que la de Freddy, pero esta vez duele más, mucho más.
Me alejo de nuevo y esta vez no me detiene, no puedo girarme y mirarlo aunque me muero de ganas, quiero volverme para verlo por última vez y poder recordarle tal y como era antes de toda esta m****a, un hombre increíble que me ha dado los mejores momentos de mi vida, y no solo el sexo era maravilloso, toda mi historia con él lo era.
Adiós, Josh.
¡ESTÁ TAN GUAPA! Siempre lo ha sido, pero ese corte de pelo le queda genial, es la mujer más hermosa que he visto en mi vida.Estas semanas han sido una tortura, y pensar que he dejado que pasara tanto tiempo sin verla, debería haberme tragado mi orgullo y haberla llamado. ¡Soy gilipollas!Me acerco a ella después de que nuestros ojos se encuentren, pero ahora creo que no ha sido una muy buena idea, no puedo dejar de mirarla. Hablamos y como esperaba está fría, y no es para menos, mi estupidez es tanta que dejé que mis celos nublaran mi mente y acabé besando a Patty delante de sus narices.—Meghan, espera por favor —le digo cogiéndola de la muñeca para retenerla, pero al sentir el calor de su piel, todo en mí se vuelve gelatina—. ¿C–Cómo estás?—Bien, gracias.Y se va. Y yo no puedo hacer nada para detenerla, la he cagado.La veo irse delante de mis ojos y soy tan cobard
VERLE HA SIDO UNA TORTURA. Me siento peor que cuando he llegado, al menos antes parecía más fácil seguir adelante.No solo está guapísimo, sino que está para comérselo con esa camisa a medio camino de estar abrochada del todo, con bermudas y unas Havaianas, hasta los pies los tiene bonitos. ¡Dios, estoy coladísima!Al final no he podido aguantarme y me he girado, pero ha sido una idea pésima. Está hablando con Savannah, su ex. Fue difícil verle todos los días con ella, se pasaban el tiempo dándose el lote en cada rincón, pero por suerte la tortura terminó pronto. Conocí a un tipo que me mantenía ocupada sin tiempo para ver a esos dos copular como conejos.Me toco la tripa que aun no ha empezado a crecer, imagino que necesito fuerzas para no ir hasta esos dos y arrastrar a esa rubia de bote de los p
SENTIRLA OTRA VEZ ES LO MEJOR que he hecho en mucho tiempo, incluso más que la última vez que estuve con ella, esta vez es cómo si la descubriera por primera vez y es... es adictiva. No quiero separarme de ella nunca más, la necesito en mi vida, en mi cama y, en fin, la necesito, punto.Oírla jadear en mi oído es el mejor sonido del mundo, sentir como convulsiona por el orgasmo es... no hay palabras para describir lo que se siente, cuando estoy con ella me falta el aire, mi corazón bombea con fuerza y todo mi ser enloquece.Grita mi nombre cuando se corre y yo lo hago un segundo después, ha sido increíble.Mientras recuperamos el aliento la veo sonreír y llorar al mismo tiempo, me corta la respiración verla así, tal vez se arrepiente, no lo sé, pero no me gusta el rumbo que está tomando esto.—Meghan, ¿estás bien? —le pregunto preocupado.—Sí, sí perfectamente —me contesta y sonríe—. Son las hormona
¿CÓMO PUEDE SER POSIBLE? No entiendo nada.—Verás, en algún momento entre tú primer embarazo y el segundo, se produjo un aborto espontáneo —me explica el doctor.—Pero no sentí nada, ni dolores ni sangrado, nada.—A veces pasa, es más normal de lo que crees. Tu cuerpo absorbió al feto sin que te dieras cuenta.Josh y yo nos mirábamos y no entendemos nada, ¿cómo es posible?Eso solo quiere decir una cosa, y es que el bebé que estoy esperando es de él, de Josh, él es el padre de mi hijo.Aunque me duele la perdida de mi bebé, algo dentro de mí se alegra de que él sea el padre de este nuevo ser que crece dentro de mí. Juntos vamos a ser padres, y no puedo estar más feliz.—Entonces, ¿nuestro hijo está bien doctor? —pregunta Josh y no puedo evitar sonreír.—Sí, todo parece estar bien, pero a la mínima duda o malestar, acudan inmediatamente al centro de
LA BESO CON PASIÓN, y ella enreda sus manos en mi pelo, tira de mi camiseta y consigue quitármela recreándose en mi cuerpo semi desnudo. Me entreno todos los días, y es en estos momentos cuando me doy cuenta de que merece la pena el esfuerzo. La manera que tiene de mirarme me vuelve loco, parece que nunca se cansa de mí, y yo tampoco de ella para que negarlo.—Date la vuelta nena, no quiero aplastaros —le ordeno y ella obedece encantada.—Me encanta tenerte detrás, Josh.—¿Ah, sí? —le pregunto y le estampo la mano en su culo, el cual me pone muy burro, joder.Se queja pero termina riéndose, le gusta cuando me comporto como un cavernícola.Me desabrocho el cinturón y ya estoy duro, no deseo otra cosa que introducirme en ella. La cojo por la cintura y la embisto con un solo movimiento, no le hace falta lubricación extra porque siempre está preparada para mí, es tan sexi y tan guapa, a veces no me creo
LOS DÍAS PASAN Y YO cada vez estoy más gorda, los pantalones ya no me suben, y me duelen los pies, pero a pesar de todo, estar embarazada es algo indescriptible. Llevo dentro al hij@ de Josh, estoy formando en mi interior una vida, y sentir como se mueve es una pasada.—Estás preciosa —me dice Josh rodeándome por detrás y miro su reflejo en el espejo.—Parezco un tonel, ya no me veo ni el...Josh se ríe de mí, ¡será posible!Le doy un codazo en las costillas y frunzo el ceño, pero luego me da un beso en la mejilla y se me pasa enseguida.—Te quiero pequeña —me dice dándome la vuelta para que le mire a la cara—. Y te prometo que estás preciosa.—Yo también te quiero, Josh.Después de darnos unos cuantos arrumacos delante del espejo, Josh se separa de mí y yo me siento vacía al instante en que le veo alejarse, he descubierto que no puedo vivir sin él, no me veo en otr
NO SABÉIS LO QUE DISFRUTO al ver la cara que se le ha quedado a ese gilipollas. Si creía que aún tenía alguna posibilidad de seguir en la vida de Meghan, acabamos de jodérsela. Me encanta.—¿Meghan? No puedo creerlo.—Hola Andrea, Fred...erick ya me ha dado la noticia, enhorabuena —le dice Meghan a su mujer.—Eso mismo tendría que decirte yo a ti, ¿de cuanto estás?—Cinco meses.La expresión del capullo cuando Meghan confirma que está de cinco meses, no tiene palabras, le ha dado donde más le duele, yo lo sé y él también.—Andrea —le dice a su mujer y la coge por el codo—. Tenemos que irnos, el médico nos espera.—Un momento cielo, aún tenemos unos minutos.Se suelta y mira a Meghan, luego se acerca y le da dos besos. Se nota que mi chica le cae bien, si supiera la verdad, no sé si sería tan amable con ella.Las dos se ponen a charl
ME DESPIERTO EN LOS BRAZOS de Josh, estamos abrazados y me acurruco más contra él, huele tan bien y es tan guapo, y encima es todo mío.Se mueve y sonrío al ver como intenta liberarse de mí, pero no le dejo, quiero estar así un ratito más.—Cinco minutos —le pido—. Solo cinco minutos más, por favor.—Cinco, diez, los que quieras. No tengo prisa.—Bien, porque cinco minutos no son suficientes.Está sonriendo, ¿que cómo lo sé si no puedo verle la cara? Porque le conozco y sé lo que hace en todo momento, sé cuando está feliz y cuando no, y ahora lo está, tan feliz como yo.Media hora después nos levantamos a desayunar, y mientras yo lo preparo todo, él entra en la ducha. Termino antes que él y entro en el baño y en la ducha, quiero lavarle de la cabeza a los pies, y tal vez hacer algo más. En cuanto me siente detrás de él se gira con una sonrisa en la cara, me abrazo a su cintura y pon