Lily
Hoy amanezco en uno de esos días en los que crees que no has dormido nada, pero si lo hiciste. No se si no ayudó que estuviera pensando en como salir de este embrollo con Micah. El muy idiota me escribió casi en la madrugada que estaba en un bar, luego me envió una nota de voz, donde me pedía perdón de nuevo, y me decía que no se apartaría de mi, el muy idiota parece no entender cuando alguien lo quiere lejos.
Pensé un tiempo que estaba enamorada, al parecer era costumbre. Que lamentable que tenga que pasar este tipo de cosas para que la realidad te golpee en la cara, y yo no quiero estar con alguien por costumbre, quiero a alguien que me acelere el corazón con tan solo verlo, que me encienda la piel con tocarme, que al mirarlo, sepa que es el hombre equivocado.
La alarma sigue sonando y estiro la mano para apagarla. Me siento en el borde de la cama y cuando decido levantarme, y paso por el espejo, ahogo un grito al ver mi aspecto, ¡Oh por Dios! Parezco la esposa de drácula, solo me falta pintarme los labios de morado, y listo. Como mi piel es bastante blanca, la prueba de que no descansé del todo por andar con la pensadera,se acentúa debajo de mis ojos, parece que me hubiera ido de fiesta, y se me corriera el maquillaje. Creo que si un mapache me viera, se arrojaría a mis brazos creyendo que soy una de ellos.
No soy de maquillarme mucho, pero hoy la ocasión lo amerita, mi bello profesor Roshwell no puede mirarme así, sé que debo llamar su atención, pero ésta, definitivamente no es la manera.
Paso a la ducha y cuando el agua me recorre me vuelvo a sumergir en mis pensamientos, debo buscar ayuda con matemáticas y todo lo relacionado con números, no creo que sea tan difícil cuando alguien te lo explica detalladamente.
Además, si llevo las cosas de la empresa, debo aplicarme más. salgo cuando sé que se me está haciendo tarde y no puede ocurrir lo mismo de aquella vez, que vergüenza seria que llegara de nuevo retrasada y todos me miraran con cara de loca.
Busco entre mis vestidos, y opto por uno corto suelto que me ayudará a enfrentarme al calor, y no hablo solo del verano, sino del que me provoca ese hombre. es azul claro y de tirantes. busco unas bailarinas blancas y mi bolso del mismo color. Parezco una niña vestida así, pero nunca me ha importado como voy vestida o lo que piensen de mi en ese aspecto.
Cuando salgo después de echarme un kilo de maquillaje, me freno al ver a Micah riendo con papá, si no fuera porque me está mirando, le hubiera volteado los ojos.
—Buenos días— saludo en general y sigo mi camino
—Buenos días preciosa— el primero en saludar es mi ex que me da un abrazo, provocándome ganas de golpearlo
—Lily, Micah vino para llevarte a la universidad— se lleva la tasa de café a los labios —Ya es hora de que se haga responsable de ti— ruedo los ojos mientras me bebo el jugo que mi madre me tiende y me da una mirada cómplice —Ya que se casarán en un par de meses— escupo el agua cuando siento que no puedo respirar por su comentario. mi madre me ayuda golpeando suave mi espalda
—¿Que… Que dices papá?— miro a Micah en busca de alguna explicación y este me da una sonrisa que no se como explicar
—El padre de Micah me llamó anoche, quiere que invierta en su empresa de corredores de bolsa— mi padre lo dice tan tranquilo como si no me estuviera vendiendo como un jodido objeto —Quiere que unamos lo mas rápido ambos apellidos y así las empresas crecerán.
Se que esto es una m*****a idea de Micah, eso lo planificó anoche, estoy segura.
—Papá, no creo que que…
—¡Ya está decidido!— se levanta sin respetar mi opinión, le da un Beso a mi madre que se queda callada por miedo a no se que, y se marcha dejándome con la boca abierta. lo veo irse y al cerrar la puerta, me giro en automático donde está el idiota de mi ex
—¿Y tu que te has creído?— lo fulmino con la mirada —No creas que este chantaje te servirá de mucho, porque no me casaré contigo Micah. prefiero irme con mi hermano y dejar todo— salgo echa una furia y escucho sus pasos, pero no dejo que me alcance. Por suerte papa se fue, no quiero problemas con él ahora.
Me monto en uno de sus autos, que se que posiblemente lo hará molestar, y cuando estoy por arrancar, se atraviesa en frente. Maldigo por lo insistente que es.
—No me moveré de aquí, ratona— el apodo que usaba en mi, ahora me da asco —Yo te amo Lily…
—Si, así como las tetas de esa chica— Hace una mueca que supongo es de fastidio. Como si el muy digno, tendría que fastidiarse de que saque el tema
—¡Basta Lily! Te dije que estaba ebrio, ni me acuerdo de como pasó. sabes que sobrio no lo haría, porque te amo.
—Pero yo no— acelero para que se quite y por el susto de creer que lo atropellaría, lo hace, su cara es de incredulidad y lo entiendo, hasta hace unos días aun le decía te amo.
No doy chance a que reaccione y acelero, aunque se que no tardará en seguirme y querer seguir la discusión.
Cuando llego, estaciono el auto y apuro el paso, escucho el chirrear de un auto y se que es él. Cuando se baja, apuro mis pasos, y cuando veo a lo lejos a Brad, se me ocurre una idea.
Llego hasta él que está con una chica rubia, de tetas grandes, creo que es mas falsa que las converse que me compré teniendo 15 a escondidas, porque a mi padre no le gustaba que usara esos zapatos vulgares como el los llamó en ese momento. ella le sonríe y cuando va a acariciar su brazo, lo jalo primero y estampo mis labios con los de él, viendo como pone cara de sorpresa y al ver que soy yo, me toma de la cintura y me pega mas a él. Sus labios se mueven sobre los mios y me dejo llevar, y no se si es porque quiero que Micah nos vea o porque me gusta lo que siento.
Hooola. ¡Nueva historia! Pero, ADVERTENCIA: está historia es para personas que NO sean de mente cerrada y con prejuicios. Tiene diferencias de edades y relación poliamorosa. gracias a los que se quedarán hasta el final. Un fuerte abrazo
Lily ¿Que si soy una persona impulsiva? Pffff claro que si, siempre lo he sido, y mas cuando estoy molesta, a veces no suelo pensar en las consecuencias, como ahora, que Micah desprende a Brad de mi y le propina un fuerte golpe, haciendo caer al suelo. La rubia a mi lado ahoga un grito y veo como todos se acercan alrededor. No, no, no. No quiero un escándalo, No pensé bien las cosas. —Aléjate de Lily— Brad me mira mientras se levanta y me arquea una ceja —Ella será mi mujer. —Ay por favor Micah— logro reunir el valor para dejarlo apenado —No soy nada tuyo— me paro a un lado de Brad y lo rodeo de la cintura, haciendo que se sorprenda —Mi novio es Brad— la rubia sale furiosa y maldiciendo y el hombre que tengo abrazado se tensa, pero no me importa, seguiré con el show, porque no seré yo la que quede mal —Ya tu tiempo pasó. Cuando está que se nos avecina, Brad me suelta y le propina un golpe en el estomago haciendo que se retuerza y los que nos rodean nos silben avivando el fuego. —
Lily Entro junto a los chicos, por suerte no me ve porque me escondí detrás de un grupo, la parte de atrás me parece más apetecible hoy, siento que no me concentraré si me siento adelante. Saco mi libreta del pequeño bolso y mi lápiz para anotar lo que sea que vaya a dar. La clase comienza y al principio va todo bien, comienzo a entender un poco lo que explica, hasta que… —Señorita Stronge— su voz me hace paralizar y cuando lo veo, se que me hará pasar adelante. Abro los ojos e intento negar casi imperceptiblemente, y veo como una de sus comisuras se eleva un poco ¡Imbecil! —Pase adelante para resolver el ejercicio. Las piernas me tiemblan y el corazón se me quiere salir del pecho, me levanto como puedo, y escucho como se me cae el lápiz, pero lo ignoro, solo quiero que la tierra me trague y no pasar a hacer el jodido ejercicio. Cuando paso por su lado, me detengo y lo miro de reojo —¿Seguro de que no quiere que alguien mas pase?— le pregunto en un susurro y el niega —Quiero que
Lily El café donde entro es sin duda nuevo para mi, a pocos minutos de la universidad, bastante espacioso, con mesas de vidrio y bastante elegante. Los ventanales desde arriba, hace que se vea gran parte de la zona de California donde me encuentro. El día es caluroso y por suerte tiene aire acondicionado para refrescar. Saludo a mi amiga que me mira con cara de perro. —Pensé que no llegarías, tengo casi una hora esperándote. —Lo siento— le doy una sonrisa de disculpa y tomo el menú —Es que hoy fue un día de locos, por eso te llamé, para contarte, sabes que te tengo más confianza que a cualquiera. Viene el chico que atiende las mesas con su libreta y pedimos ambas lo mismo; espaguetis a la parmesana, con salsa de mariscos y jugo de fresa. —Y si te agregas tu al menú, ya tendría mi postre— le dice mi amiga al camarero que es de unos veinti tantos, y el chico se sonroja. Se da la vuelta y nos reímos cuando mi amiga se le queda viendo el trasero —Creo que está como para nalguearlo. —
Lily Veo por la ventana en mi habitación, y como el sol comienza a ocultarse, al ver que es precioso cada atardecer, me imagino que cuando tenga a alguien en mi vida que realmente sea importante, que me ame y viceversa, me gustaría verlo en el mar, debe ser alucinante y el reflejo en este, también. Ahora que pienso bien las cosas, con Micah no hice casi nada romántico, lo único fue ir al cine a ver una película que nunca terminábamos de ver porque nos metíamos mano y nos dábamos besos sin prestar atención a nada más. El siempre fue alguien que iba directo al grano, en cambio a mi me gusta mas eso del romanticismo, creo que suena estúpido, pero me imagino Enamorándome de alguien que me haga feliz y que me de una boda de ensueño, una fantástica luna de miel, e hijos amorosos. ¡Que antigua soy! Lastimosamente los sueños no son cosas que se cumplen siempre, por ejemplo el estudiar medicina, ya no existe para mi, el casarme con Micah, aunque esto ultimo lo agradezco porque me di cuenta de
Lily Confidencias Si me preguntaran, como es la expresión de mi hermano en estos momentos, no tendría una palabra para definirla, se puede ver enojado, confundido ¿Decepcionado? No lo se, pero ahora que lo recuerdo mejor, no le he contado a él, nada de lo que ha pasado últimamente. Me voy a la cocina y tomo de la nevera dos botellas de agua, mientras el me sigue en busca de respuesta, le doy una y me siento en la barra, mientras el se apoya de los codos sin quitarme la vista. —Entonces… —Yo terminé con Micah porque me engañó con una de las chicas del instituto, afuera de una disco— su cara es de sorpresa, y lo entiendo. Micah es de los que dice que me ama demasiado, pero se que es un hipócrita —sobornó a papá con algún negocio, usó a sus padres para que "unieran las empresas" por medio de un matrimonio ¿Que tal?— me termino la botella de agua mientras veo como procesa la información —Obviamente papá está de su parte, estoy segura de que si le cuento esto, ni me lo creerá. —Bueno,
Lily Creo que la adrenalina de escapar de papá y Micah, unido con la adrenalina de la moto, me hace sentir mas viva que nunca. Debería arriesgarme a hacer deportes extremos para comenzar a divertirme mas seguido. Mi hermano acelera por las calles, y no me asusto ni un poco, a pesar de que no tengo casco puesto por huir. Me agarro a su cuerpo y aspiro ese olor que me da seguridad y siempre lo ha hecho, mi hermano es la figura familiar en la que puedo confiar. Cinco minutos después, puedo ver el campus, se estaciona y me bajo tratando de que ni vestido no se suba y no muestre de mas. No se quita el casco, pero sube un poco sus lentes de protección, haciendo que solo se le vean los ojos, la nariz y los labios, me da una sonrisa tan familiar que tanto había extrañado —¿Desde cuando huyes como cobarde?— pregunta haciéndome soltar la carcajada —Desde que lo aprendí del gallina de mi hermano una vez que huía de una chica— lo golpeo en el hombro y el suelta ahora la risa, acordándose de un
Roshwell ¡Joder! Me agarro el cabello con frustración por no saber controlarme. ¿Pero que es lo que me pasa? ¿por que me comporto como un jodido adolescente? Y mas con esa chica, primera vez que me vuelvo tan loco por una niña. Tomo mi maletín con la calculadora y mis cosas personales y salgo de allí, ya que no tengo nada que hacer en el campus. Lo único bueno, se acaba de ir molesta, ¿Y cómo no? Le insinué que era una puta. ¡Dios! Yo y mi lengua, los celos no me dejan pensar con cordura. Ella es tan inocente, tan niña, que ni siquiera debo pensar en ella, de la manera en la que lo hago, ¡Por Dios! Si tengo 32 años, ella es una bebe delante de mi. Cuando salgo a los pasillos, miro alrededor intentando encontrarla, pero no, parece que huyó o corrió. Cuando volteo, me encuentro con la Profe de comercio que, lo admito, me he acostado con ella un par de veces. —Hola cariño— me saluda con el un beso en la mejilla que le correspondo. Me b**e sus pestañas y sé lo que quiere —Te he extrañ
Lily La moto hace su paseo y reconozco que he ido callada en todo el camino, pero es que me descolocó el hecho de que mi profe sexy e idiota en partes iguales, sea amigo de mi hermano. ¿Quién lo pensaría? ¿por qué el mundo tiene que ser un pañuelo? Pensé que me divertiría en esa fiesta, pero con su presencia, sé que no me concentraré, al menos que descubra que de verdad le guste, y para eso tengo un plan, porque esos celos que me demostró en la biblioteca, no fueron por nada. —¿Por que tan callada?— grita mi hermano para que lo pueda escuchar por la brisa —Solo pensaba, no quiero que papá sepa que estoy tomando asesorías, me quitaría todo lo que tengo y me humillaría— miento en parte, aunque eso si me preocupa —Tranquila que no le diré nada— se queda callado unos segundos —Aunque sabes que si eso no es lo que quieres, no tienes que hacerlo, yo te apoyaría en lo que sea que decidas. —Gracias— lo abrazo desde atrás —Sé que si. No tocamos más el tema, y es mejor, porque me pone incó