Ojo: Recuerden que mi lindo profesor de bellos sentimientos no quiere llegar más lejos porque nuestra traviesa Lily aún no puede. Sin embargo, no implica que ella se quede quieta, le encanta echarle leña al fuego y provocarlo, quiere que él caiga en sus encantos y se olvide de todo lo demás.
Lily Camino a casa a paso lento, maldigo el día en el que me fijé en Roshwell, ese idiota que no tiene los huevos para asumir un acto que se que quiso, pero ya basta. Yo no buscaré a nadie, menos a un hombre que me deja de lado como él. No perdoné a Micah que me humilló y llevábamos años, menos a este hombre que ni siquiera conozco. ¡Joder! Me encanta, si, no lo negaré, que las piernas se me derriten solo con mirarme, pero no me dejaré humillar. Cuando llego, agradezco que papá no haya llegado, le pongo la mejor cara a mamá y le cuento todo acerca de la casa de mi hermano, que ella al parecer visitó temprano cuando yo estaba en el campus y mi padre trabajando. Le cuento los planes de la fiesta, y le omito lo que pasó hoy con el idiota de mi profesor de mate. Me cuenta que cuando mi padre y Micah se dieron cuenta de que yo no estaba, mi padre le dio un sermón a mi ex de como controlar las mujeres en la relación y le dijo a mi madre que conmigo hablaría luego, la verdad es que no me
Lily Carol me citó en mi casa, al parecer está cogiendo con Louis y por eso no fue por mi, y mi amiga no esta en su casa. Esos dos son tal para cual. Camino a paso lento, no quiero llegar a casa, llamé a Amelia, mi prima, y aun esta de cabeza en el campus de medicina, no la quiero distraer, y es que yo haría lo mismo si estudiara lo que tanto me gusta, no pararía para sacar las mejores notas, buscaría hacer siempre lo posible por estudiar y ser la mejor. Saco mis audífonos y comienzo a escuchar Ed Sheeran que es uno de mis favoritos, tarareo las canciones, pero una bocina me hace sobresaltar, miro a mi lado y me congelo cuando veo a Roshwell en su auto, está molesto no sé por qué carajos, y me hace señas para que entre en su auto. ¿Quién se cree para mandarme? ¿Mi padre? Sigo caminando y escucho de nuevo la corneta, le subo volumen a mi reproductor y meneo ligeramente la cabeza al ritmo de la musica y camino como si no fuera conmigo, canto como si estuviera relajada, hasta que sient
Lily Cuando llego a casa, me encuentro a Carol en la cocina comiendo las papas fritas que mi madre está haciendo. La fulmino con la mirada —Gracias por abandonarme— me hago la dolida —Recuérdame para la próxima volver a quedar contigo— hablo con sarcasmo y ella hace un puchero —Culpa a tu hermano que no me quería dejar ir— hago una mueca de asco —Ew. No quiero detalles— mi mama se ríe y niega. Me sirvo de las deliciosas y adictivas papas que hace mamá y luego subimos ambas a mi habitación. No quise preguntarle a mamá como reaccionó Micah o papá cuando yo me fui, solo lo dejaré pasar. Apenas entro a mi habitación, me tiro en la cama, cierro los ojos, procesando todo lo que ha ocurrido. —¿Que ocurre?— pregunta mi amiga y niego. No le diré nada, y ahora menos que anda con mi hermano, no me Arriesgaré a que se le salga algo delante de él —Solo estoy cansada. Quiero dormir. —No mi reina— se levanta de la cama y se va al closet —Ya nuestras citas para hoy, nos estarán esperando a las
Lily Que incómoda situación cuando te encuentras juntos en una misma casa al que besaste anoche y a tu Profe que también te gusta, ¿Eso puede pasar? ¿Que te gusten ambos? Creo que si mi padre escuchara mis pensamientos, me casaría mañana con Micah o en el mejor de los casos, me enviaría a un colegio de monjas para que me saquen esos deseos impuros. Quisiera reírme de mi misma, pero la situación no me lo permite. —Buenos días, preciosa— La voz de Brad me hace salir de mis pensamientos, y ahora es que me vengo dando cuenta que me les quedé viendo como idiota —Veo que tuviste una buena noche y una linda mañana— dice en tono burlón señalando la camisa de mi Profe que llevo puesta. Roshwell lo fulmina con la mirada y se va hasta la cocina tomando algunas ollas y huevos. —Pues para decirte la verdad no me acuerdo. Solo se que cuando fui a agarrar mi ropa, estaba con vomito, y así no me la iba a poner— intento sonar despreocupada, y busco con la vista mi teléfono. Lo consigo en la mesa de
Dominick RoshwellLa culpa, es como una termita que daña la madera, se mete en lo mas profundo de tu mente y picotea como un pájaro carpintero, no debí dejar que esto llegara a tanto, ¿Que pensará Lily de mi? ¿Que soy un pervertido? No tenia que masturbarme mientras veía como mi hermano le daba su orgasmo, dejándola con las mejillas sonrosadas, su cabello entre rojizo y rubio alborotado, la respiración acelerada y ese rostro precioso que carga de ángel satisfecho. ¡Joder! La mejor imagen que he visto en mi vida.Lo peor de todo es que no podía tocarla, me siento como un viejo pervertido pedófilo, ni siquiera la mayoría de edad tiene, en cambio, se que Brad si la podía tocar a su antojo, es un crió de 19 años que no le importa nada, aunque me hace dudar cuando se trata de esa pequeña calabaza, porque apenas la ve, se vuelve loco, desesperado. La primera vez que los vi juntos en el campus, pensé que era solo para pasar el rato con ella, recuerdo que me acerqué para reclamarle, pero se p
LiLy Los celos que me ciegan, ¡Dios! Que horrible se sienten, y lo peor, es que por mas que no quieras sentirlos, están allí mordiendo tu corazón. Cuando vi a esa chica coquetear con Dominick, quería tomarla de los cabellos y sacarla arrastrando por toda la casa, pero no podía armar escándalos, mi hermano me mataría por eso y levantaría sospechas con respecto a Rosh. Ese idiota que me pone de mil humores. Como ahora que pasó de cabrearme por querer darme celos a derretirme por acorralarme con la pared. —Para no querer estar conmigo, me tienes en una posición bastante comprometida— lo provoco para que me suelte, pero hace lo contrario, se pega mas a mi y me da una sonrisa de lado que desde ahora se ha convertido en una de mis cosas favoritas. —No he dicho que no quiero estar contigo, dije que no podía… Aún— me besa y siento que era lo que me hacia falta desde hace mucho. sus besos saben a cerveza y sus movimientos son expertos, sus labios carnosos se sienten deliciosos y siento que
Lily El sudor me corre aún más por mi cuerpo y siento las gotas resbalar por mis piernas y senos, mis piernas ya duelen y no sé si seguimos corriendo por el susto de que me atrapen o porque simplemente no queremos separarnos. Cuando ya no puedo más, me detengo respirando entrecortado con las manos en la rodillas. Miro que Rosh está igual que yo, a diferencia que él, luce sexy. Parece que acabara de tener sexo y se estuviera recuperando, que escena mas excitante. —No se donde estamos— admito y el se echa a reír —¿Que? —No hacia esto desde mi adolescencia— dice sin detener su risa y me contagia —Hablas como si fueras un viejo Dom, aun eres joven y estás lleno de vida. —Si me conocieras, dirías lo mismo que todos— se levanta y respira profundo —Que soy un viejo prematuro. —Pues temprano no lo pareciste— bromeo y veo como se sonroja ligeramente —¿Me lo recordarás siempre, cierto?— me da un codazo suave a modo de broma y yo asiento —Por supuesto. Caminamos de la mano como dos adol
Lily La cena que prepara Rosh es sencilla, pero me gusta que se interese en que yo coma, que me cuide y consienta. Veo que trae un jugo de mango y fruta picada con un tazón de avena. No soy muy amante de ella, pero es lindo que el se esforzara en esto. Tomo la cuchara y comienzo a comer y la encuentro bastante bien, imagino que está acostumbrado a prepararsela a charlotte. —¿Con que una hija?— me llevo la cuchara mientras el se Sienta a mi lado, y viéndolo bien, al lado mio parece mi padre en tamaño —No me habías dicho. —no es algo para decir en la primera cita— bebe un trago de jugo y me mira de manera intensa —Hola lily, sabes que me gustas, ah, por cierto, tengo una hija. Sonrío por el tono sarcástico que usa, nunca lo había escuchado, pero suena gracioso. —Tienes razón, pero hemos hablado en otras oportunidades— lo miro mal y como mi avena—Pero he de decirte que me encanta tu hija, es preciosa. —Claro se parece a mi— escupo sin querer lo que tengo en mi boca y me limpio con