Hooola. Aquí les va otro maratón de capítulos
Lily Cuando llego a casa, me encuentro a Carol en la cocina comiendo las papas fritas que mi madre está haciendo. La fulmino con la mirada —Gracias por abandonarme— me hago la dolida —Recuérdame para la próxima volver a quedar contigo— hablo con sarcasmo y ella hace un puchero —Culpa a tu hermano que no me quería dejar ir— hago una mueca de asco —Ew. No quiero detalles— mi mama se ríe y niega. Me sirvo de las deliciosas y adictivas papas que hace mamá y luego subimos ambas a mi habitación. No quise preguntarle a mamá como reaccionó Micah o papá cuando yo me fui, solo lo dejaré pasar. Apenas entro a mi habitación, me tiro en la cama, cierro los ojos, procesando todo lo que ha ocurrido. —¿Que ocurre?— pregunta mi amiga y niego. No le diré nada, y ahora menos que anda con mi hermano, no me Arriesgaré a que se le salga algo delante de él —Solo estoy cansada. Quiero dormir. —No mi reina— se levanta de la cama y se va al closet —Ya nuestras citas para hoy, nos estarán esperando a las
Lily Que incómoda situación cuando te encuentras juntos en una misma casa al que besaste anoche y a tu Profe que también te gusta, ¿Eso puede pasar? ¿Que te gusten ambos? Creo que si mi padre escuchara mis pensamientos, me casaría mañana con Micah o en el mejor de los casos, me enviaría a un colegio de monjas para que me saquen esos deseos impuros. Quisiera reírme de mi misma, pero la situación no me lo permite. —Buenos días, preciosa— La voz de Brad me hace salir de mis pensamientos, y ahora es que me vengo dando cuenta que me les quedé viendo como idiota —Veo que tuviste una buena noche y una linda mañana— dice en tono burlón señalando la camisa de mi Profe que llevo puesta. Roshwell lo fulmina con la mirada y se va hasta la cocina tomando algunas ollas y huevos. —Pues para decirte la verdad no me acuerdo. Solo se que cuando fui a agarrar mi ropa, estaba con vomito, y así no me la iba a poner— intento sonar despreocupada, y busco con la vista mi teléfono. Lo consigo en la mesa de
Dominick RoshwellLa culpa, es como una termita que daña la madera, se mete en lo mas profundo de tu mente y picotea como un pájaro carpintero, no debí dejar que esto llegara a tanto, ¿Que pensará Lily de mi? ¿Que soy un pervertido? No tenia que masturbarme mientras veía como mi hermano le daba su orgasmo, dejándola con las mejillas sonrosadas, su cabello entre rojizo y rubio alborotado, la respiración acelerada y ese rostro precioso que carga de ángel satisfecho. ¡Joder! La mejor imagen que he visto en mi vida.Lo peor de todo es que no podía tocarla, me siento como un viejo pervertido pedófilo, ni siquiera la mayoría de edad tiene, en cambio, se que Brad si la podía tocar a su antojo, es un crió de 19 años que no le importa nada, aunque me hace dudar cuando se trata de esa pequeña calabaza, porque apenas la ve, se vuelve loco, desesperado. La primera vez que los vi juntos en el campus, pensé que era solo para pasar el rato con ella, recuerdo que me acerqué para reclamarle, pero se p
LiLy Los celos que me ciegan, ¡Dios! Que horrible se sienten, y lo peor, es que por mas que no quieras sentirlos, están allí mordiendo tu corazón. Cuando vi a esa chica coquetear con Dominick, quería tomarla de los cabellos y sacarla arrastrando por toda la casa, pero no podía armar escándalos, mi hermano me mataría por eso y levantaría sospechas con respecto a Rosh. Ese idiota que me pone de mil humores. Como ahora que pasó de cabrearme por querer darme celos a derretirme por acorralarme con la pared. —Para no querer estar conmigo, me tienes en una posición bastante comprometida— lo provoco para que me suelte, pero hace lo contrario, se pega mas a mi y me da una sonrisa de lado que desde ahora se ha convertido en una de mis cosas favoritas. —No he dicho que no quiero estar contigo, dije que no podía… Aún— me besa y siento que era lo que me hacia falta desde hace mucho. sus besos saben a cerveza y sus movimientos son expertos, sus labios carnosos se sienten deliciosos y siento que
Lily El sudor me corre aún más por mi cuerpo y siento las gotas resbalar por mis piernas y senos, mis piernas ya duelen y no sé si seguimos corriendo por el susto de que me atrapen o porque simplemente no queremos separarnos. Cuando ya no puedo más, me detengo respirando entrecortado con las manos en la rodillas. Miro que Rosh está igual que yo, a diferencia que él, luce sexy. Parece que acabara de tener sexo y se estuviera recuperando, que escena mas excitante. —No se donde estamos— admito y el se echa a reír —¿Que? —No hacia esto desde mi adolescencia— dice sin detener su risa y me contagia —Hablas como si fueras un viejo Dom, aun eres joven y estás lleno de vida. —Si me conocieras, dirías lo mismo que todos— se levanta y respira profundo —Que soy un viejo prematuro. —Pues temprano no lo pareciste— bromeo y veo como se sonroja ligeramente —¿Me lo recordarás siempre, cierto?— me da un codazo suave a modo de broma y yo asiento —Por supuesto. Caminamos de la mano como dos adol
Lily La cena que prepara Rosh es sencilla, pero me gusta que se interese en que yo coma, que me cuide y consienta. Veo que trae un jugo de mango y fruta picada con un tazón de avena. No soy muy amante de ella, pero es lindo que el se esforzara en esto. Tomo la cuchara y comienzo a comer y la encuentro bastante bien, imagino que está acostumbrado a prepararsela a charlotte. —¿Con que una hija?— me llevo la cuchara mientras el se Sienta a mi lado, y viéndolo bien, al lado mio parece mi padre en tamaño —No me habías dicho. —no es algo para decir en la primera cita— bebe un trago de jugo y me mira de manera intensa —Hola lily, sabes que me gustas, ah, por cierto, tengo una hija. Sonrío por el tono sarcástico que usa, nunca lo había escuchado, pero suena gracioso. —Tienes razón, pero hemos hablado en otras oportunidades— lo miro mal y como mi avena—Pero he de decirte que me encanta tu hija, es preciosa. —Claro se parece a mi— escupo sin querer lo que tengo en mi boca y me limpio con
Lily Ese momento en donde el miedo te ataca a tal punto que te paraliza, donde tu corazón está bastante acelerado que puedes escucharlo, joder, todas mis excusas se vienen abajo, porque al estar todos aquí, cuando se supone que estaba en la fiesta de Louis. ¿Y ahora que digo? Porque no puedo decir que estaba donde mi prima, imagino que al no saber de mí, también la llamaron a ella. —¡¿ESTOY ESPERANDO UNA JODIDA RESPUESTA LILY?!— Mi padre suena muy enojado y temo que algo le dé con esa rabia que siente. La vena de la frente se le hace mas notoria y nadie se mete a abogar por mi, porque lo conocen, saben que seria peor. —yo… —Seguro andaba con el delincuente del campus— la voz de Micah hace que todos volteen a verlo sorprendido, y yo lo fulmino con la mirada —¿Que dices?— mi padre camina hasta el con los brazos cruzados esperando una respuesta y cuando la mirada del idiota se cruza con la mía, se que estoy perdida. Está herido por las veces que lo he rechazado y no lo he perdonado,
Lily Siete jodidas semanas y media han pasado en las que no me he podido escapar de Micah, me persigue como un perro guardián. He reprobado dos exámenes con diferentes profesores y estoy al borde del colapso. No he podido ver o hablar con Rosh, solo en la universidad, en clases en especifico. Está bastante molesto conmigo, pero debe entenderme que aun no puedo hacer lo que quiera porque aun soy menor de edad, hasta el fin de semana. Con Brad estoy bastante molesta, el muy idiota sigue coqueteando por los pasillos y me mira con maldad cuando lo hace, como si quisiera restregármelo, y claro, ¿Que derecho tengo de reclamarle nada si no somos ni amigos? He decidido que este fin de semana, la pasaré sola en mi habitación sin nadie a mi lado, esta decisión la tomé porque mi padre no ha dejado que se me acerque Louis ni Carol, ni siquiera Amelia. apenas recuperé mi celular, borré la información que tenia de Rosh porque mi padre me pidió que se lo entregara, y por supuesto como todo lo que t