Lily stronge
Camino por los pasillos reconociendo el lugar, es bastante grande, mucho mas que mi antiguo instituto.Reviso mi horario y planificación, que dice que mi próxima materia es balance y finanzas, ¡Aarg! Odio las matemáticas, pero no me queda de otra, es la carrera que eligió mi padre, es la que el destinó para que ejerciera en un futuro y muchos se preguntarán ¿Por qué carajos le haces caso a tu padre y no estudias lo que quieres? Fácil, en mi familia hay una futura herencia, y la única condición para heredarla, es estudiar esta jodida carrera para dirigirla en un futuro, la familia no se querían arriesgar a que cualquiera la tomara y la llevara a la quiebra.Y aquí estoy yo, estudiando algo que no me gusta, pero no me rendiré, sé que apenas termine ésta, estudiaré lo que me gusta. Me he inclinado más por la química y la biología, hice un curso de primeros auxilios hace unos meses y me gustó, tardé en darme cuenta, que lo mío era la medicina.Vuelvo al presente y me paro frente al salón que se supone debería tener la clase en 20 minutos, miro por la ventanilla y aun hay estudiantes adentro, esperaré la hora de entrar aquí parada mientras examino mi móvil, como era de esperarse tengo como veinte llamadas perdidas de Micah y otras 5 de papá.Me es inevitable, pero ruedo los ojos con las llamadas de este último, imagino que mi querido ex le fue con algún cuento a mis padres para que él quedara como el santo, y así acercarse a mi, pero está muy equivocado si cree que le daré otra oportunidad, no suelo darla, así que se joda.Me guardo el móvil y cuando levanto la vista, ya todos están saliendo del lugar, solo se queda la profesora que se supone me dará la claseSe ve seria, bastante madura, aparenta unos 50 y tantos, es de cabello gris completamente, pero no como canas, es más como si le gustara el color y decidió pintárselo todo así. Lleva una falda hasta las rodillas que se ajustan a su delgado cuerpo, una camisa de lino color roja que deja ver que es una mujer de poco pecho. Como si se diera cuenta que la estoy mirando, voltea hacia donde estoy.Le doy una sonrisa tímida, pero ella no me la devuelve, se limita a fruncir el ceño y volver a mirar a la pila de hojas que tiene sobre el escritorio.¡Que grosera! ¿y se supone que es profesora? En el instituto le caía bien a todas, ahora aquí parece que no será así.Miro la hora y me quedan cinco minutos aun para entrar, pero no pienso estar sola en un salón donde hay una amargada con cara de querer asesinarme.Cuando llega la hora justa, veo que vienen algunos estudiantes y comienzan a entrar, así que hago lo mismo, y me sitúo en la parte del medio, pero pegada al ventanal, al menos si me aburre la clase, tendré una vista al campus de la universidad.La mujer da solo los buenos días, me imagino que todos le temen al igual que yo, porque ni siquiera se oye el sonido de los lapices al anotar sus apuntes.Echo un vistazo alrededor de forma tímida, solo de reojo y cubriéndome con el cabello para que me haga la función de cortina y no ser vista.Escucho el murmullo de la profesora, dando las teorías de la economía y de empresa, de como sustentar las ganancias y multiplicarlas, y la verdad es que por mas que intento prestar la atención que se requiere, no puedo, ¡Joder! Esto es difícil, ¿Cómo papá soportó tanto aburrimiento? ¿así será cuando tome el control? Oh, por favor, espero que no, porque moriré de aburrimiento el resto de mi vida.Cuando termina la clase, siento una mirada sobre mi, pero no me digno a voltear, solo hasta que termina la clase y siento un perfume familiar—Que rico paisaje tendré en mis clases— me volteo de inmediato viendo al imbécil que parece que está acosándome—Oye, ¿me estas acosando?— me cruzo de brazos dándole la Cara —Sé que al robarte ese beso te enamoraste, pero ya bájale, no me gustan acosadores.Se ríe en mi cara—que ego tienes, bonita— se acerca como si no existiera el espacio personal —pero no eres tan bella.Le entrecierro los ojos—¿si? Pero eso no es lo que acabas de decir— lo encaro, sintiéndome grande, a pesar de medir solo 1.60 metros y él más o menos como 1.80—yo solo hablaba del paisaje, ¿Qué te hace pensar que te llamaría rica a ti precisamente?— se le dibuja en la cara una sonrisa burlona que me provoca quitarla de una patada en esos huevos para quitarle un poco de testosterona.—Idiota— escucho un carraspeo y nos volteamos, mi cara se pone roja al ver a mi profesora mirándonos de forma alternada como si quisiera arrancarnos la cabeza, sobretodo a mi.—Señorita, muy entretenida sus conversaciones, pero por favor, no quiero escucharlos más— mira al hombre que se cree el chico rudo —Necesito hablar contigo Brad— el rueda los ojos y yo sonrío con malicia ¡Si! Que lo pongan en su lugar, pero se me borra cuando ella vuelve a mirarme —Y usted ya se puede ir, ya terminó la clase.No lo pienso dos veces, me voy dejando atrás a esos dos que son tal para cual, y me voy en busca de mi próximo salón. Me siento algo sola, no conozco a nadie, es difícil hacer amigos acá, no es como en el instituto, allá hacia amigos hasta en los pasillos, pero acá no, es como si cada uno estuviera en su propia burbuja, y le importara una m****a lo que pase con el otro.Subo las escaleras del lugar, sabiendo que el aula marca que está en el tercer piso, mis ojos buscan cada cartel tratando de hallar el aula donde veré la materia de contabilidad, mas y mas números ¡Joder!La hallo y examino al profesor antes de entrar, al menos este no tiene cara de asesino, parece mas bien un abuelito distraído. Tiene sus gafas de lectura puesta, mientras está centrado en leer un libro.Entro dando los buenos días, y suspiro aliviada al darme cuenta que es mi última clase. Si, de aquí se tengo que enfrentar lo que se venga con Micah, aunque no sé como reaccionaré, lo mas seguro es que lo golpee por imbécil.La clase las rápido por suerte entre presentaciones y tablas de contenido, que se traduce en números y mas números con cuentas.Salgo sosteniendo mi bolso junto a mi brazo, voy distraída metiendo lo que me falta, que no me doy cuenta de alguien que viene hasta que choco con su cuerpo.—Lo sient…— las palabras quedan atascadas al ver al hombre frente, es mas guapo que cuando lo vi temprano.Lleva unos pantalones Jeans, deportivas y una camisa de lino que se le ajusta a su moldeado cuerpo que parece una escultura que tallaron para hacer pecar. Creo que debo cerrar la boca o se me caerá la baba y pareceré una tonta—Buenos días— es lo único que él dice y es suficiente para que ame esa voz ¡Dios! ¿es posible que una voz haga que se me mojen las bragas y quiera montarlo hasta el amanecer? Si es así, este hombre debería mantenerse callado si no va a contribuir a satisfacer los deseos que despierta.—Bu… buenos días— ¡reacciona Lily!, pareces tonta —Discúlpeme, no lo vi.Mi profesor de matemáticas me da una sonrisa cálida que me hace sentir menos tonta ‹‹al menos››—Eso veo— Dios, que no me sonría así, que no me sonría así —¿tu fuiste quien entró a interrumpir mi clase no? ¿te equivocaste?Y así, es como se arruina mi momento de poca valentía que me quedaba. Mi cara arde en vergüenza y el lo debe notar porque se ríe—Si, lo siento. Tenia clases contigo, perdón con usted, pero como estaba perdida, llegué tarde y luego todos me echaron esa mirada…—¿esa mirada?— suena confundido y arruga la frente. Es que hasta eso lo tiene bello, me provoca lamerlo‹‹concéntrate››—Si, esa mirada de ¿Quién es esta loca?Suelta una carcajada, al parecer le divierte mi drama personal, bueno, no importa si se va a seguir riendo de esa manera, porque ese sonido es embriagador.—Todos echamos esa mirada, como dices tú, porque solo abriste y te quedaste allí parada, solo estábamos esperando a que hablaras o pasaras— se cruza de brazos y mis ojos se dirigen enseguida a sus musculosos brazos, ¿será que aquí me pueden expulsar si lo muerdo? También está la posibilidad de correr después de eso.—Los nervios, supongo— me encojo de hombros fingiendo que no me lo como con la mirada —pero para la próxima si entraré, será mi profesor de matemáticas. Por cierto— le extiendo la mano a modo de “Saludo” la verdad es que quiero sentir su contacto —mi nombre es Lily— cuando el extiende la suya y me da un apretón, siento como si una corriente pasara por mi cuerpo—Soy el profesor Roshwell, pero eso ya lo sabes— veo que mira detrás de mi y sigo su mirada, para encontrarme con… ¿Don amargura y grosería? ¡No me jodas! Me tengo que ir antes de que me moleste —Tenemos que Hablar Brad.Quisiera reírme, ¿en serio? ¿se mete en tantos problemas que todos los profesores le dicen lo mismo?—Vaya, vaya— se dirige a mi —Señorita fresita aun por aquí, ¿esperabas verme?— el profesor Roshwell desvía su atención a mi con el ceño fruncido. ¡No, no, no! No lo dejaré que piense que tengo algo con el troglodita este—Ni que fueras una pintura de arte— veo que una de las comisuras de la boca del Profe se elevan —ya me voy profesor, gracias por…— ¡estúpida!, ¿Por qué le agradeces? ¿por darte una vista de su cuerpo? —por… ¡Hasta luego!Me doy vuelta para no seguir pasando vergüenza, mientras escucho la mofa del tal Brad. ¡Aarg! Siento que lo odio un poco, y eso que soy muy pacifica, no soy una chica conflictiva.Salgo apurada antes de que se desocupe y me alcance, no quiero lidiar ahora con él.El camino a casa, decido hacerlo caminando, si, se que tardaré como dos horas y llegaré muy cansada, pero joder, no me quiero encontrar con Micah, ni siquiera quiero darle explicaciones a mis padres, no quiero verles la cara, pero tengo que ser valiente y enfrentarme a esos tres que de seguro, ya están esperándome sentados en la sala.Me tomo mi tiempo y coloco música desde mi móvil poniéndome los audífonos para desconectarme del todo. La voz de Demi Lovato suena y tarareo las canciones que van sonando.Por desgracia el camino se me hace corto, y no me queda mas remedio que enfrentarme a todos, veo que afuera está aparcado el auto de Micah, el mismo donde estuvo con aquella chica, y me dan ganas de vomitar del asco.¿Por qué me siento tan bien ahora que sé que no lo tendré en mi vida? ¿no se supone que lo amaba? Que complicado es crecer y madurar.Abro la puerta y se posan tres pares de ojos en mi, y sé que se avecinan discusiones.LilyRespiro antes de pasar a la sala, y cerrar la puerta, veo el ceño fruncido de mi padre, y ni siquiera se me pasa por la mente lo que el imbécil este pudo decirle.—Buenas— saludo en general a ver con que me sale, de seguro el idiota de mi ex ya les lavó el cerebro. —Lily ¿nos puedes explicar por que te quedaste todo el fin de semana en la calle? Micah estuvo muy preocupado— fulmino con la mirada al idiota que deberían darle un premio al mejor actor. Es que si pudiera ir a abofetearlo sin consecuencias de mi padre, lo haría con gusto. —tampoco respondías a las llamadas.Respiro para llenarme de paciencia y no mandar todo al carajo, no quiero desafiar a mi padre, sé y estoy segura de que no terminaría para nada bien. —estaba en casa con mi tía Clau, pasé el fin de semana con mi prima, cuando estoy con ella se me olvida el resto.Paso de largo ignorando a Micah, parece que hubiese pasado bastante tiempo después de lo que me hizo, ya no soporto verlo. —invité a tu novio a comer— e
Lily Hoy amanezco en uno de esos días en los que crees que no has dormido nada, pero si lo hiciste. No se si no ayudó que estuviera pensando en como salir de este embrollo con Micah. El muy idiota me escribió casi en la madrugada que estaba en un bar, luego me envió una nota de voz, donde me pedía perdón de nuevo, y me decía que no se apartaría de mi, el muy idiota parece no entender cuando alguien lo quiere lejos. Pensé un tiempo que estaba enamorada, al parecer era costumbre. Que lamentable que tenga que pasar este tipo de cosas para que la realidad te golpee en la cara, y yo no quiero estar con alguien por costumbre, quiero a alguien que me acelere el corazón con tan solo verlo, que me encienda la piel con tocarme, que al mirarlo, sepa que es el hombre equivocado. La alarma sigue sonando y estiro la mano para apagarla. Me siento en el borde de la cama y cuando decido levantarme, y paso por el espejo, ahogo un grito al ver mi aspecto, ¡Oh por Dios! Parezco la esposa de drácula, so
Lily ¿Que si soy una persona impulsiva? Pffff claro que si, siempre lo he sido, y mas cuando estoy molesta, a veces no suelo pensar en las consecuencias, como ahora, que Micah desprende a Brad de mi y le propina un fuerte golpe, haciendo caer al suelo. La rubia a mi lado ahoga un grito y veo como todos se acercan alrededor. No, no, no. No quiero un escándalo, No pensé bien las cosas. —Aléjate de Lily— Brad me mira mientras se levanta y me arquea una ceja —Ella será mi mujer. —Ay por favor Micah— logro reunir el valor para dejarlo apenado —No soy nada tuyo— me paro a un lado de Brad y lo rodeo de la cintura, haciendo que se sorprenda —Mi novio es Brad— la rubia sale furiosa y maldiciendo y el hombre que tengo abrazado se tensa, pero no me importa, seguiré con el show, porque no seré yo la que quede mal —Ya tu tiempo pasó. Cuando está que se nos avecina, Brad me suelta y le propina un golpe en el estomago haciendo que se retuerza y los que nos rodean nos silben avivando el fuego. —
Lily Entro junto a los chicos, por suerte no me ve porque me escondí detrás de un grupo, la parte de atrás me parece más apetecible hoy, siento que no me concentraré si me siento adelante. Saco mi libreta del pequeño bolso y mi lápiz para anotar lo que sea que vaya a dar. La clase comienza y al principio va todo bien, comienzo a entender un poco lo que explica, hasta que… —Señorita Stronge— su voz me hace paralizar y cuando lo veo, se que me hará pasar adelante. Abro los ojos e intento negar casi imperceptiblemente, y veo como una de sus comisuras se eleva un poco ¡Imbecil! —Pase adelante para resolver el ejercicio. Las piernas me tiemblan y el corazón se me quiere salir del pecho, me levanto como puedo, y escucho como se me cae el lápiz, pero lo ignoro, solo quiero que la tierra me trague y no pasar a hacer el jodido ejercicio. Cuando paso por su lado, me detengo y lo miro de reojo —¿Seguro de que no quiere que alguien mas pase?— le pregunto en un susurro y el niega —Quiero que
Lily El café donde entro es sin duda nuevo para mi, a pocos minutos de la universidad, bastante espacioso, con mesas de vidrio y bastante elegante. Los ventanales desde arriba, hace que se vea gran parte de la zona de California donde me encuentro. El día es caluroso y por suerte tiene aire acondicionado para refrescar. Saludo a mi amiga que me mira con cara de perro. —Pensé que no llegarías, tengo casi una hora esperándote. —Lo siento— le doy una sonrisa de disculpa y tomo el menú —Es que hoy fue un día de locos, por eso te llamé, para contarte, sabes que te tengo más confianza que a cualquiera. Viene el chico que atiende las mesas con su libreta y pedimos ambas lo mismo; espaguetis a la parmesana, con salsa de mariscos y jugo de fresa. —Y si te agregas tu al menú, ya tendría mi postre— le dice mi amiga al camarero que es de unos veinti tantos, y el chico se sonroja. Se da la vuelta y nos reímos cuando mi amiga se le queda viendo el trasero —Creo que está como para nalguearlo. —
Lily Veo por la ventana en mi habitación, y como el sol comienza a ocultarse, al ver que es precioso cada atardecer, me imagino que cuando tenga a alguien en mi vida que realmente sea importante, que me ame y viceversa, me gustaría verlo en el mar, debe ser alucinante y el reflejo en este, también. Ahora que pienso bien las cosas, con Micah no hice casi nada romántico, lo único fue ir al cine a ver una película que nunca terminábamos de ver porque nos metíamos mano y nos dábamos besos sin prestar atención a nada más. El siempre fue alguien que iba directo al grano, en cambio a mi me gusta mas eso del romanticismo, creo que suena estúpido, pero me imagino Enamorándome de alguien que me haga feliz y que me de una boda de ensueño, una fantástica luna de miel, e hijos amorosos. ¡Que antigua soy! Lastimosamente los sueños no son cosas que se cumplen siempre, por ejemplo el estudiar medicina, ya no existe para mi, el casarme con Micah, aunque esto ultimo lo agradezco porque me di cuenta de
Lily Confidencias Si me preguntaran, como es la expresión de mi hermano en estos momentos, no tendría una palabra para definirla, se puede ver enojado, confundido ¿Decepcionado? No lo se, pero ahora que lo recuerdo mejor, no le he contado a él, nada de lo que ha pasado últimamente. Me voy a la cocina y tomo de la nevera dos botellas de agua, mientras el me sigue en busca de respuesta, le doy una y me siento en la barra, mientras el se apoya de los codos sin quitarme la vista. —Entonces… —Yo terminé con Micah porque me engañó con una de las chicas del instituto, afuera de una disco— su cara es de sorpresa, y lo entiendo. Micah es de los que dice que me ama demasiado, pero se que es un hipócrita —sobornó a papá con algún negocio, usó a sus padres para que "unieran las empresas" por medio de un matrimonio ¿Que tal?— me termino la botella de agua mientras veo como procesa la información —Obviamente papá está de su parte, estoy segura de que si le cuento esto, ni me lo creerá. —Bueno,
Lily Creo que la adrenalina de escapar de papá y Micah, unido con la adrenalina de la moto, me hace sentir mas viva que nunca. Debería arriesgarme a hacer deportes extremos para comenzar a divertirme mas seguido. Mi hermano acelera por las calles, y no me asusto ni un poco, a pesar de que no tengo casco puesto por huir. Me agarro a su cuerpo y aspiro ese olor que me da seguridad y siempre lo ha hecho, mi hermano es la figura familiar en la que puedo confiar. Cinco minutos después, puedo ver el campus, se estaciona y me bajo tratando de que ni vestido no se suba y no muestre de mas. No se quita el casco, pero sube un poco sus lentes de protección, haciendo que solo se le vean los ojos, la nariz y los labios, me da una sonrisa tan familiar que tanto había extrañado —¿Desde cuando huyes como cobarde?— pregunta haciéndome soltar la carcajada —Desde que lo aprendí del gallina de mi hermano una vez que huía de una chica— lo golpeo en el hombro y el suelta ahora la risa, acordándose de un