—No te acerques mucho a Rex, odia a los extraños.— ¿Por qué está enjaulado y no como los demás?—Por tu seguridad —respondió Leo con simpleza.—Oye, cuando dije que quería ayudar a los animales salvajes —remarcó—, no me esperaba esto, no creo que los sapajus entren en la categoría de peligro.Leo arqueó una ceja en su dirección con gesto burlón.— ¿Buscas peligro?—Bueno, sería un poco divertido algo de acción aquí.—Te mantendrás alejada de Rex y del resto de los felinos porque sé que te mueres por tocarlo. Pero yo podría complacerte y darte un poco de acción ahora mismo —Gruñó cerca de su rostro.Leo pudo sentir el nerviosismo de Callista pero no era eso lo que le había llamado la atención sino el nuevo aroma que se colaba por su nariz, el amargo olor a celos.No tuvo que ser un genio para saber a quién pertenecía. —Aléjate de mi mujer antes de que te demuestre porque todos me temen.Leo se dio la vuelta dejando a una muy confundida Callista detrás de él. —Muy bien, que nada te
Después de aquel encuentro íntimo Valerian comenzó a tratarla de una forma totalmente diferente pese a que ella había tomado cierta distancia con él, se mostraba bruscamente posesivo frente a los hombres de la manada pero al llegar a casa esa capa de frialdad y seriedad que mantenía desaparecía por completo.A regañadientes había "aceptado" que siguiera ayudando con los animales salvajes sin embargo eso no quería decir que estaba tranquilo, se pasaba mínimo tres veces al día para ver si estaba bien, pero todos, en especial ella sabía que lo que realmente iba a ver era que Leo se mantuviera lejos de ella.Como si estuviera marcando territorio.A Callista eso le parecía muy dulce de su parte considerando lo poco que había escuchado de él y lo que ella misma había visto.De sobra sabía que 135 siempre había sido un hombre solitario aunque una vez había escuchado decir a Leo que no siempre había estado tan solo y aquello automáticamente encendió la curiosidad de ella.Esa tarde al llegar
Callista borró el rastro de lágrimas que corrían libres por su rostro al escuchar que alguien se acercaba. Efectivamente alzó el rostro encontrándose con la cara familiar del hombre que tanto había aprendido a apreciar en esos meses.—Hueles a sal —dijo con la nariz arrugada—. ¿Estabas llorando?—Leo...El rostro tenso del macho desplegó una sonrisa justo antes de sentarse a su lado.—No soy Leo, soy Tanner y no evadas la pregunta hembra.Apartó las lágrimas que casi no la dejaban ver y volvió su mirada a él.— ¿Por qué eres tan igual a Leo?Preguntó con suma curiosidad deslizando sus manos por el rostro del macho.Buscando alguna diferencia y efectivamente la encontró solo una, Tanner era mucho más joven que Leo.—Pero ¿Por qué se parecen tanto? —Balbuceo ella con incredulidad.—Ya que no me quieres responder el porqué de tu llanto yo tampoco debería responderte, pero como soy tan bueno cooperaré contigo —dijo con una radiante sonrisa que ocasionó que la comisura de su labio se eleva
—Te encanta hacer esto ¿No es así pequeña?Callista dejó de acariciar a Missy para mirar a Leo quien estaba de pie frente a ella, el macho era tan alto como intimidante sin embargo con las personas que le agradaban era simplemente encantador, Callie sonrió agradecida de que ella fuera parte de esas personas.—Adoro estar con Missy y con los demás animales, si.— ¿Y conmigo? ¿Te gusta estar cerca de mi Callista?Ella sintió como su corazón latía desbocado por la imprevista pregunta, sabía que ambos estaban entrando en terreno peligroso.Leo era guapísimo y una dulzura pero ella estaba enamorada de Valerian, Leo nunca tendría una oportunidad ¿O sí?—Claro que me gusta Leo, somos amigos ¿No?Callista pronto escuchó un gruñido de parte de Leo y aunque no fuera una cambiaformas como él, casi pudo oler su decepción sin embargo ella no podía alimentar falsas esperanzas.Le gustaba Leo, sí.Pero como un buen amigo, no como algo más.Pero a quien siempre tenía en su cabeza era a Valerian quién
— ¡Tabbee, no te muevas! La morena contuvo la respiración al ver a la fiera delante de ella, había visto una que otra vez a Sin siempre con Leo quien lo mantenía tranquilo dentro de lo que cabía pero nunca tan cerca ni a punto de matarla, un sudor frío corrió por su cuerpo horrorizada ¿Por qué se le había ocurrido pasar por allí?—Busca a Hunter —murmuró entre dientes tratando de no hacer ningún movimiento para no animar a tigre a dar un paso más.—Tranquila, ya fueron en busca de Leo, no te muevas.—Quiero a Hunter.—No te pongas belicosa Tabbee, la ayuda ya está en camino.—Cuando salga de aquí voy a patearte el trasero Blaze.—Suerte con eso pequeña bruja —se carcajeó el macho.—Llegó la camaradería.—Ya era hora.—Tranquila Tabbee, no te muevas —habló Leo junto con llegar.—Si alguien vuelve a decirme lo mismo no vacilaré en golpearlo sin importarme una mierda el tigre, ¡Leo has algo!El macho llamó a Sin tratando de distraer su atención pero el tigre estaba renuente a mirarlo, s
—Aquí estabas —dijo Valerian entrando a la casa que compartían.Callista se contuvo para no soltar un grito desesperado y apretó las manos en puños.— ¿Dónde más estaría si no?Trató de soñar lo más fría posible y lo consiguió ya que el ambiente tenso de repente los envolvió.Quizás con Leo.Casi gruñó aquellas palabras en un arrebato de furia y celos.–No lo sé...Alzó la mano para tocar su brazo pero cuando apenas la rozó Callista se apartó de su agarre como si la quemara. El toque de 135 era cálido pero ella no lo quería cerca en ese momento, estaba tan celosa como nunca antes lo había estado.—Mantente alejado 135 —habló con fastidio.Se levantó para irse a la cama pero esta vez ella no pudo evitar que tomara su brazo ni lo que sintió al encontrarse piel contra piel, ese hombre era un peligro para ella.¿Por qué se empeñaba en hacerle eso? En volverla débil ante él.Callista quiso soltarse de su agarre sin embargo no pudo y 135 la pegó aun más a su cuerpo caliente chocando pecho c
—¿A dónde vas? —preguntó Leo arqueando una ceja masculina.Ella se giró a verlo y le sonrió.Él sabía dónde iba y le dolía pero debía dejarla, si tan solo fuese tan fácil.Últimamente Valerian y ella se habían vuelto más unidos y para su pesar más cariñosos de lo normal.—Prometo volver, solo iré a por el...—Almuerzo de Valerian —la cortó—. Sí, sí ve pronto o te despediré.Callista le dio una sonrisa radiante antes de guiñarle el ojo.—Como digas jefe.Sin más se dio la vuelta para ir a casa y en busca del almuerzo de Valerian, desde la plática juntos lo había sentido más dulce y cariñoso entonces trataba de hacer lo mismo con él.Dando un paso más su corazón se detuvo al ver la escena ante sus ojos, los mismos que se cristalizaron al ver a su esposo besando a Bee.Llena de furia entró a la casa arrebatando de sus mejillas las lágrimas inoportunas que brotaban.Lo maldijo por confiar otra vez en él, ¿Cómo podía? ¿Cómo se atrevía después de las noches anteriores?Ya estaba cansada d
En vez de ir al comedor Callista se dirigió a la oficina de Wraith necesitaba saber qué había pasado con su padre y su hermana pero más que nada necesitaba saber su situación en la manada. Para su buena suerte Wraith la recibió entonces ella decidió contarle cómo es que Valerian y ella se habían casado. —Entonces ¿No eres la compañera de Valerian? —preguntó aunque ella estaba casi segura que él ya lo sabía.Aunque le dolió aquella pregunta negó con la cabeza. —No, ¡Pero le juro que yo no sabía nada de lo que pasaba! Wraith sonrió comprendiéndola. —¿Valerian no te lo dijo? Estamos investigando sobre su caso, sin embargo ambos estamos casi seguros que tú no eres parte de esto. Callista frunció el ceño. ¿Valerian le creía? ¿Por qué nunca le había dicho nada? —¿Qué pasará conmigo después de que estén seguros? —Es tu decisión Callista, pero si me permites darte mi opinión, sería más seguro que te quedaras, pueden enterarse de que eras esposa de uno de nosotros, no podemos pro