Callista borró el rastro de lágrimas que corrían libres por su rostro al escuchar que alguien se acercaba. Efectivamente alzó el rostro encontrándose con la cara familiar del hombre que tanto había aprendido a apreciar en esos meses.—Hueles a sal —dijo con la nariz arrugada—. ¿Estabas llorando?—Leo...El rostro tenso del macho desplegó una sonrisa justo antes de sentarse a su lado.—No soy Leo, soy Tanner y no evadas la pregunta hembra.Apartó las lágrimas que casi no la dejaban ver y volvió su mirada a él.— ¿Por qué eres tan igual a Leo?Preguntó con suma curiosidad deslizando sus manos por el rostro del macho.Buscando alguna diferencia y efectivamente la encontró solo una, Tanner era mucho más joven que Leo.—Pero ¿Por qué se parecen tanto? —Balbuceo ella con incredulidad.—Ya que no me quieres responder el porqué de tu llanto yo tampoco debería responderte, pero como soy tan bueno cooperaré contigo —dijo con una radiante sonrisa que ocasionó que la comisura de su labio se eleva
—Te encanta hacer esto ¿No es así pequeña?Callista dejó de acariciar a Missy para mirar a Leo quien estaba de pie frente a ella, el macho era tan alto como intimidante sin embargo con las personas que le agradaban era simplemente encantador, Callie sonrió agradecida de que ella fuera parte de esas personas.—Adoro estar con Missy y con los demás animales, si.— ¿Y conmigo? ¿Te gusta estar cerca de mi Callista?Ella sintió como su corazón latía desbocado por la imprevista pregunta, sabía que ambos estaban entrando en terreno peligroso.Leo era guapísimo y una dulzura pero ella estaba enamorada de Valerian, Leo nunca tendría una oportunidad ¿O sí?—Claro que me gusta Leo, somos amigos ¿No?Callista pronto escuchó un gruñido de parte de Leo y aunque no fuera una cambiaformas como él, casi pudo oler su decepción sin embargo ella no podía alimentar falsas esperanzas.Le gustaba Leo, sí.Pero como un buen amigo, no como algo más.Pero a quien siempre tenía en su cabeza era a Valerian quién
— ¡Tabbee, no te muevas! La morena contuvo la respiración al ver a la fiera delante de ella, había visto una que otra vez a Sin siempre con Leo quien lo mantenía tranquilo dentro de lo que cabía pero nunca tan cerca ni a punto de matarla, un sudor frío corrió por su cuerpo horrorizada ¿Por qué se le había ocurrido pasar por allí?—Busca a Hunter —murmuró entre dientes tratando de no hacer ningún movimiento para no animar a tigre a dar un paso más.—Tranquila, ya fueron en busca de Leo, no te muevas.—Quiero a Hunter.—No te pongas belicosa Tabbee, la ayuda ya está en camino.—Cuando salga de aquí voy a patearte el trasero Blaze.—Suerte con eso pequeña bruja —se carcajeó el macho.—Llegó la camaradería.—Ya era hora.—Tranquila Tabbee, no te muevas —habló Leo junto con llegar.—Si alguien vuelve a decirme lo mismo no vacilaré en golpearlo sin importarme una mierda el tigre, ¡Leo has algo!El macho llamó a Sin tratando de distraer su atención pero el tigre estaba renuente a mirarlo, s
—Aquí estabas —dijo Valerian entrando a la casa que compartían.Callista se contuvo para no soltar un grito desesperado y apretó las manos en puños.— ¿Dónde más estaría si no?Trató de soñar lo más fría posible y lo consiguió ya que el ambiente tenso de repente los envolvió.Quizás con Leo.Casi gruñó aquellas palabras en un arrebato de furia y celos.–No lo sé...Alzó la mano para tocar su brazo pero cuando apenas la rozó Callista se apartó de su agarre como si la quemara. El toque de 135 era cálido pero ella no lo quería cerca en ese momento, estaba tan celosa como nunca antes lo había estado.—Mantente alejado 135 —habló con fastidio.Se levantó para irse a la cama pero esta vez ella no pudo evitar que tomara su brazo ni lo que sintió al encontrarse piel contra piel, ese hombre era un peligro para ella.¿Por qué se empeñaba en hacerle eso? En volverla débil ante él.Callista quiso soltarse de su agarre sin embargo no pudo y 135 la pegó aun más a su cuerpo caliente chocando pecho c
—¿A dónde vas? —preguntó Leo arqueando una ceja masculina.Ella se giró a verlo y le sonrió.Él sabía dónde iba y le dolía pero debía dejarla, si tan solo fuese tan fácil.Últimamente Valerian y ella se habían vuelto más unidos y para su pesar más cariñosos de lo normal.—Prometo volver, solo iré a por el...—Almuerzo de Valerian —la cortó—. Sí, sí ve pronto o te despediré.Callista le dio una sonrisa radiante antes de guiñarle el ojo.—Como digas jefe.Sin más se dio la vuelta para ir a casa y en busca del almuerzo de Valerian, desde la plática juntos lo había sentido más dulce y cariñoso entonces trataba de hacer lo mismo con él.Dando un paso más su corazón se detuvo al ver la escena ante sus ojos, los mismos que se cristalizaron al ver a su esposo besando a Bee.Llena de furia entró a la casa arrebatando de sus mejillas las lágrimas inoportunas que brotaban.Lo maldijo por confiar otra vez en él, ¿Cómo podía? ¿Cómo se atrevía después de las noches anteriores?Ya estaba cansada d
En vez de ir al comedor Callista se dirigió a la oficina de Wraith necesitaba saber qué había pasado con su padre y su hermana pero más que nada necesitaba saber su situación en la manada. Para su buena suerte Wraith la recibió entonces ella decidió contarle cómo es que Valerian y ella se habían casado. —Entonces ¿No eres la compañera de Valerian? —preguntó aunque ella estaba casi segura que él ya lo sabía.Aunque le dolió aquella pregunta negó con la cabeza. —No, ¡Pero le juro que yo no sabía nada de lo que pasaba! Wraith sonrió comprendiéndola. —¿Valerian no te lo dijo? Estamos investigando sobre su caso, sin embargo ambos estamos casi seguros que tú no eres parte de esto. Callista frunció el ceño. ¿Valerian le creía? ¿Por qué nunca le había dicho nada? —¿Qué pasará conmigo después de que estén seguros? —Es tu decisión Callista, pero si me permites darte mi opinión, sería más seguro que te quedaras, pueden enterarse de que eras esposa de uno de nosotros, no podemos pro
Al día siguiente Valerian pensó que pese a lo de la noche anterior no se rendiría con su Callista, porque ella le pertenecía y de alguna forma u otra se lo haría entender, planearía mil cosas solo para ganar su perdón. — ¡Tienes que decirle Valerian! Tienes que decirle que esa... Bee fue quien te besó, tu corriste en busca del toque y los besos de tu compañera para deshacerte de las caricias de Bee pero Callista se apartó dejándote confundido, eso comprueba que ella si es tu compañera. —Ella no quiere verme —dijo con pesar sintiendo que un puño apretaba su corazón ya que en la mañana había ido a verla pero ella se negó a salir a hablar con él. —Si no fuese por esa perra de Bee ¡Si no estuviese embarazada la golpearía...! —Hey, calma Bárbara Buttrick —dijo Rich sentándose al lado de su compañera—, y tu deja de perturbarla, le hará mal al cachorro. Valerian gruñó pero quien habló fue Katryna. —Deja tú de ser tan sobreprotector Rich, debemos ayudar a 135.Su compañero rodó los ojos
—Todo este tiempo estuviste aquí ¿Quién cuidó de ti?—No lo diré, tortúrenme o mátenme si les apetece pero no lo haré.Admito mi culpa —escuchó decir con una frialdad que helaba los huesos a su hermana—, yo contribuí con el laboratorio nazi, soy enfermera y ayudé a crear a más de ustedes, pero sobre todo niños para la F.D.C.No se hizo esperar el gruñido a coros de los cambiaformas en especial de ese macho que la había llamado suya. Este se acercó sin que nadie lo detuviera y la tomó por los brazos mirándola furioso.Callista horrorizada trató de apartarlo de su hermana pero no dio un paso cuando Valerian la sujetó.— ¡¿Por qué mientes, maldita sea Valentina?! —Gruñó—, ¡Di la verdad!—No miento —soltó ella hastiada—, y no vuelvas a tocarme, bestia.Valentina alzó la cabeza altiva fulminándolo con la mirada.Callista por otro lado se congeló en su sitio, nunca había visto a su hermana actuar de esa manera. — ¿No has escuchado? Suéltame o no diré nada más.—Blaze —advirtió Danger.Bl