LÍA¿Me había reconocido? Esa idea me estaba rondando por mi cabeza durante los siguientes cinco días luego de mi presentación en el Sensacional, el Sport Club, en el que había cubierto a mi compañera.La paga por cantar en ese lugar fue bastante buena, como para ponerle gasolina a la moto y poder pagar mi comida el resto de la semana, que consistía en una dotación de sopas instantáneas, huevos duros, y arroz precocido.Mi celular sonó y vi que se trataba de Durga, respondí de inmediato.— Durga, ¿cómo estás? —Le respondí casi de inmediato.— Hola, Lía, tal parece que a Selena se le complicó lo de su pie y le dijeron que tenía que tener reposo por un tiempo. Así que estaba pensando si la podrías cubrir, durante el tiempo que se recupere, en el show burlesque.— Por supuesto que sí —. Me tuve que contener las ganas locas que tenía por gritar, pero sí di saltitos de felicidad, porque jo**der, al menos un día a la semana, sería una diva.— Pues ya está, querida. Pasa mañana por el vestua
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