“Por favor, no me hagan esto.” Les rogué una y otra vez, pero nadie me prestaba atención.Me retorcí, intentando liberarme, pero fue inútil.“Soy su Luna.” Grité con todas mis fuerzas, hasta que su risa, que venía de la otra habitación, acabó con toda mi resistencia. “Lucas, por favor.” Le supliqué una vez más, con la voz entrecortada.“Mátenlo, y una vez que esté hecho, échenla de la manada. De ahora en adelante, tendrá que sobrevivir sola.”No podía estar hablando en serio, se trataba de nuestro hijo, “Es nuestro bebé.”“Esto es un error de la Diosa Luna, uno que voy a rectificar.” Su voz volvió a sonar desde la otra habitación. Ni siquiera pensaba mirarme. “Hazlo ya. Es una orden.”“Sí, Alfa.”Fue un error haber venido.Fue un error haberle dado todo.“Ah, ¿doctor?” Una dulce voz se escuchó desde la otra habitación, era mi hermanastra, Sofía. Al escucharla, apreté los dientes. “No use anestesia, debe sentir todo el dolor de la operación.”“Entendido, Luna.” El doctor se giró hacia m
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