No sé si está de sobra decir esto, pero nunca había encontrado a una persona muerta. Hacerlo no sólo es impactante sino profundamente traumatizante. Apenas pude llamar a emergencias, y apenas pude llamar a Damián.¿Por qué? o ¿Para decirle qué? No lo recuerdo. Mi presente, ese presente que estoy viviendo, es como un sueño. Mientras toman mis declaraciones, mientras sacan al cadáver en una bolsa negra.Todas esas escenas están borrosas y suenan distorsionadas en mi cabeza. Incluso, el ver a ese hombre que tanto odio acercándose a mí llamando mi nombre. El correcto esta vez.—¿Leonora? ¿Estás bien? — pregunta o eso creo, suena muy distante — ¿Me escuchas?Mis piernas y ojos me fallan. La fuerza abandona mi cuerpo, y pierdo el conocimiento.…..Abro mis ojos a duras penas, y noto que estoy en la camilla de una clínica. Me siento en esta con cuidado, y localizo mi celular a un lado. Me estiro para tomarlo, prendo la pantalla que indica que todavía no es de noche y sigue siendo el mismo dí
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