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Todos los capítulos de El CEO y su Esposa Curvy : Capítulo 31 - Capítulo 40
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Capitulo 31
Días después El sol del mediodía se filtraba a través de los amplios ventanales de la empresa. El murmullo de las conversaciones entre empleados y el repiqueteo de tacones sobre el suelo se mezclaban con el zumbido de la cafetera en la sala de descanso. Nelly caminaba junto a Adrián, manteniendo el paso con él, como lo había hecho en los últimos días. Su presencia en la empresa se había convertido en algo natural, un apoyo silencioso pero constante en la vida de Adrián.Desde que había llegado a la vida de Adrián, todo parecía moverse a una velocidad vertiginosa. Primero el matrimonio de conveniencia, luego las chispas de atracción y el conflicto emocional. Ahora, sus corazones parecían estar entrelazados, a medio camino entre el amor. Pero todo eso había quedado en segundo plano en ese preciso instante.La tranquilidad de la rutina se rompió en cuanto ingresaron a la sala de juntas. Cisneros, el padre de Adrián, ya los esperaba, con su habitual porte imponente y una leve sonrisa que
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Capitulo 32
El aire de la ciudad se sentía más pesado de lo habitual mientras Nelly caminaba apresuradamente hacia el apartamento de Lucía. Sus pies apenas tocaban el suelo, su mente estaba en otro lugar, enredada en una maraña de emociones que no podía desenredar. Su corazón latía con fuerza y su respiración era entrecortada, como si el aire se negara a llenar por completo sus pulmones.Cuando llegó a la puerta, golpeó con desesperación, sin importarle si su amiga estaba ocupada. Unos segundos después, Lucía abrió, con su expresión despreocupada habitual transformada en una mezcla de sorpresa y preocupación al ver el rostro descompuesto de Nelly.—Nelly… ¿Qué pasó? —preguntó, antes de que su amiga se desplomara en sus brazos.Las lágrimas que Nelly había contenido hasta ese momento comenzaron a caer en torrentes. Su cuerpo temblaba, sus sollozos eran incontrolables y su garganta se sentía áspera de tanto reprimir el llanto. Lucía la sostuvo con fuerza, acariciándole el cabello, sin decir nada. S
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Capitulo 33
Los días pasaban con una lentitud dolorosa, y es que nada era igual. Las noches de pasión y risas llenas de complicidad habían pasado a segundo plano. Adrián cómo salía temprano, también llegaba tarde, Nelly solo podía sentir su cercanía en la cama al acostarse y un susurro acompañado de un beso en la frente al irse.Estaba absorta en pensamientos que se agolpaban como nubes oscuras en su cabeza. Adrián no la tenía en su lista de cosas importantes y primordiales como antes, y había algo en su actitud que la inquietaba, algo que la mantenía en vilo.La llegada de Karina había dejado una marca en el aire. Desde ese momento, la tensión había aumentado, y Nelly sentía que estaba atrapada en una red de inseguridades que antes había experimentado. No importaba lo que hiciera, lo que dijera; parecía que Karina estaba en todas partes, acechando, como una sombra que se deslizaba sigilosa entre ellos.El sonido de pasos cerrándose le sacó de sus pensamientos, acelerando su corazón al máximo. Vo
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Capitulo 34
Después de ese pequeño y disimulado enfrentamiento entre Nelly y Karina. Todo seguía en calma, aunque la relación de Adrián y Nelly cada vez más lejana. Pues Adrián se había tomado muy en serio terminar ese proyecto lo más rápido posible y eso significaba solo ver a Nelly dormida cuando llegaba.Ya era una larga semana en la que Karina se victimizaba haciendo todo mal y eso provocaba alargar más los días, cosas que no era agradable para nadie en la familia.La tarde en la mansión estaba envuelta en un silencio tenso. Las cortinas de lino se mecían suavemente con la brisa primaveral, y el olor a jazmines del jardín se colaba por las ventanas abiertas. Nelly había pasado las últimas horas encerrada en su habitación, en una calma que más parecía el ojo de un huracán.Se había refugiado en lo que más le gustaba y le daba paz, escribiendo su historia, una que tenía mucho que contar.El sonido de un coche estacionándose la hizo fruncir el ceño. Se asomó discretamente por la ventana y sintió
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Capitulo 35
El amanecer llegó, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y dorados que se colaban tímidamente por las cortinas del dormitorio. El murmullo distante del tráfico comenzaba a despertar la ciudad, pero dentro de aquel cuarto todo parecía en pausa. Para Nelly, no existía otro lugar en el mundo más seguro que los brazos de Adrián. El calor de su cuerpo, el ritmo pausado de su respiración contra su cuello, incluso el leve cosquilleo de su barba incipiente rozándole la mejilla… todo era un bálsamo contra sus inseguridades, aunque a veces intentara engañarse diciendo que no le importaba tanto.Adrián se incorporó con cuidado, sin querer despertarla. Observó su rostro dormido, esa expresión de paz que pocas veces veía cuando sus pensamientos la acosaban. Se inclinó para besarle la frente y le susurró al oído un suave "Te portas bien", que más que advertencia, fue una caricia verbal. La sonrisa que se dibujó en los labios de Nelly, aún adormecida, lo acompañó mientras se levantaba, dándole una p
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Capitulo 36
Mientras tanto, en la mansión, Nelly se encontraba en el salón, acurrucada en uno de los sillones tapizados en terciopelo azul. Un libro de romance intenso descansaba abierto en su regazo, aunque sus ojos llevaban varios minutos sin leer una sola palabra. La chimenea crepitaba suavemente, lanzando destellos dorados que bailaban en las paredes, mientras una brisa ligera agitaba las cortinas blancas de lino en las ventanas abiertas. Todo parecía tranquilo, casi demasiado.Pero dentro de ella, la paz era una ilusión. Su mente no dejaba de divagar entre los recuerdos de la noche anterior: los besos de Adrián, el roce de sus dedos, los susurros que la hicieron temblar. Ese momento íntimo había sido un oasis en medio de la creciente incertidumbre que se había instalado en su relación. Últimamente, él parecía distante, atrapado en un mundo al que ella no tenía acceso. Sin embargo, en su cama, en sus brazos, todo lo demás se desvanecía. Por un instante, ella era suficiente.El timbre sonó con
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Capitulo 37
El reloj marcaba las cinco con dieciocho minutos. El aire dentro de la mansión estaba tibio, perfumado con la fragancia tenue de las flores que adornaban el recibidor. A lo lejos, el canto agudo de un mirlo se colaba por los ventanales entreabiertos del salón principal. Nelly cerró el libro con un suspiro, dejando escapar el leve olor a papel envejecido y tinta.No había logrado leer más de una página.Sus pensamientos, lejos de calmarse, se agitaban con más fuerza que antes. La visita repentina de Alan había removido algo en su interior, algo que aún no lograba nombrar, pero que la inquietaba. Se frotó los brazos desnudos, como si quisiera quitarse de encima una sensación pegajosa, incómoda.El café caliente que le había preparado la cocinera la esperaba en la bandeja de porcelana, aún humeante. Decidió que el encierro de las paredes ya no le servía. Tomó la taza con ambas manos, sintiendo el calor atravesar la cerámica hasta sus palmas, y caminó hacia el jardín.El aire exterior est
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Capitulo 38
La discusión cesó, Adrián con un suspiró de resignación salió dejando a Alan solo, con una opresión en su pecho. Le dolía saber que para su hermano, él era una amenaza. Pero no iba a descansar hasta obtener si perdón y hacerle entender que Karina no merecía que ellos estuviesen peleados.Adrián entró en la habitación y el silencio fue lo primero que lo recibió. Caminó hasta el centro, con el ceño fruncido, mirando alrededor. Las cortinas ondeaban levemente por la brisa nocturna, la lámpara de la mesita seguía encendida y una novela a medio leer descansaba sobre la colcha perfectamente tendida. Pero ella… no estaba.—¿Nelly? —llamó, aunque su voz ya se había teñido de preocupación.Abrió la puerta del baño. Nada. Se asomó al balcón. Nadie. Solo el murmullo distante de los árboles meciéndose en la noche.Bajó con paso firme por las escaleras, recorrió el pasillo hasta la cocina, donde una de las chicas del servicio limpiaba la encimera.—¿Has visto a Nelly? —preguntó, intentando que no
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Capitulo 39
El rugido del motor de la camioneta rompía el silencio de la madrugada mientras la mansión se dibujaba imponente entre la niebla ligera del amanecer. Las farolas encendidas lanzaban sombras largas sobre el camino empedrado, y el chirrido de las llantas al frenar fue apenas superado por los gritos de Nelly dentro del vehículo.Alan, quién era el conductor no se cansaba de reír y tener por Nelly, viendo la paciente que tenía Adrián en ese momento con ese monumento de mujer haciendo pataletas.—¡No me toques! ¡Eres un imbécil, Adrián! ¡Eres un maldito cavernícola! —soltó ella, pataleando con fuerza mientras él abría la puerta y la tomaba en brazos.—Sigue gritando —gruñó él, con la mandíbula apretada—. Así despiertas a toda la ciudad.—¡Ojalá! ¡Quiero que todos vean el idiota que eres!La sujetaba con firmeza, como si su fuerza bastara para contener el torbellino de furia, dolor y alcohol que era Nelly esa noche. Sus tacones cayeron uno a uno en el camino de entrada, golpeando las baldo
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Capitulo 40
El sol apenas comenzaba a asomarse por las colinas cuando la mansión Cisneros despertó con un murmullo extraño. No era el trinar habitual de las aves, ni el crujido de la madera antigua al calentarse con los primeros rayos. Era algo más… como una electricidad contenida en el aire, un preludio del caos.En la sala principal, el mármol relucía con el reflejo dorado del amanecer que se colaba entre las cortinas abiertas. El aroma a café recién hecho competía con la tensión que flotaba en el ambiente. Y en medio de todo, Alan sentado con una pierna cruzada, revisaba su celular con una sonrisa burlona.—Mmm… bueno, esto sí que es una portada de infarto —murmuró mientras deslizaba el dedo por la pantalla, claramente se apreciaba Nelly golpeado a un hombre, en otra donde Alan lo golpeaba y seguida Nelly, siendo cargada como costal de papas.El portón se cerró con un leve rechinar a lo lejos. Alan supo que se venía algo grande con esas noticias.Desde la cocina llegaban sonidos de tazas coloc
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