ValentinaNicola me arrastró sin decir una palabra, su mano apretaba la mía mientras me guiaba por el salón, ignorando las miradas y los murmullos a nuestro alrededor.Mi corazón seguía latiendo con fuerza en mi pecho, aún no podía creer lo que acababa de hacer, me había reclamado frente a todos, como si fuera... un objeto.El anillo en mi dedo se sentía como una cadena, pesada y apretada. Aunque no podía negar que era hermoso y delicado.Salimos al patio, donde el aire frío me golpeó la piel, pero no me calmó. Mi pecho aún ardía de indignación. Nicola caminó unos pasos más hasta detenerse junto a la piscina. Me soltó la mano para girarse a mirarme, y fue entonces cuando lo sentí.La furia me consumió por dentro, una mezcla de humillación, confusión y rabia. No podía soportarlo más.Antes de darme cuenta, mi mano voló por su cuenta, y el sonido de la cachetada resonó como un trueno en la calma del patio. Y aunque lo tomó por sorpresa, él no se movió, ni siquiera parpadeó. Solo se qued
Leer más