NicolásSarah mejoraba cada vez más, su agilidad, su velocidad, su tenacidad y perseverancia eran algo de admirar. A pesar de que en un inicio no estaba seguro de entrenar con ella, caí en cuenta de que había sido la decisión correcta. No sólo entrene con ella, ella me entrenó a mí, me enseño a trabajar en sincronía con ella, cada movimiento tenía un lenguaje, debía ser fluido si deseaba que fuera eficaz. Gabriel, Antoine, Michelle y Diane poco a poco se nos unieron. Pero la realidad fue que ellas nos estaban enseñando a nosotros. Ninguno lo reconocería abiertamente, pero sabíamos que eran excelentes guerreras y entre ellas un gran equipo. Tras algunas secciones de entrenamiento Sarah pudo transformarse, lo que también fue un gran alivio y un gran problema con Shadow, que cada entrenamiento se ponía más cascarrabias. Comprendía lo que sentía, yo tampoco quería que se hiciera daño. Era una Loba excepcional, una hembra admirable y me moría de ganas de reconocerla como mi Luna, la Lun
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