Me pierdo en su boca, en la presión que ejerce su dureza contra mi centro, mientras ahogo los jadeos que ansían por salir de mi boca. Porque sus manos, calientes y firmes, se cuelan bajo la tela de mi camiseta, subiendo con una lentitud abrumadora hasta colocarse sobre mis pechos.Los aprieta y mis pezones se endurecen en sus palmas, al tiempo que un gruñido grave sale de su boca.—J*der… —ronronea contra mi cuello con esa voz que me quiebra, esa voz oscura que me desnuda el alma.Su aliento se estrella en mi piel y me estremezco. Lo siento. Siento su erección dura, furiosa, frotándose entre mis piernas con una intención tan clara que me deja sin aire. Jadeo, y él lo nota. Lo siente. Lo aprovecha.Me presiona más contra la columna, y yo le rodeo con más fuerza. Mi cuerpo no quiere distancia. Mis piernas se ajustan perfectamente a su torso y aferro mis manos a sus fuertes brazos.—Te detesto —murmuro, con la voz jadeante, con el pecho subiendo y bajando contra el suyo, mientras sus mano
Ler mais