Todos los capítulos de Corazones en juego el amor del mafioso : Capítulo 21 - Capítulo 23
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21- No quiero verte
Luego de cuatro días de encierro,lágrimas y angustia por la incertidumbre de su suerte,Selene se vio encandilada por la claridad que invadió la habitación cuando la puerta se abrió. Fiorella Bianco,la empleada colocó un plato de comida en una mesita que estaba en el rincón,le ayudó a levantarse del suelo y con mirada compasiva le dijo:—Señora,¿se encuentra usted bien?—¿Acaso a alguien en esta casa le importa?,todos aquí son cómplices de este maltrato y nadie hace nada porque le tienen miedo al patán de mi marido.Fiorela la miró en silencio y le ofreció comida,Selene estaba hambrienta y devoró todo en segundos.—¡Por favor!, ¡Ayúdeme!- Extendió sus manos y tocó los hombros de la mujer, pudo ver en la mirada de la empleada un dejo de compasión. —Doña,Selene.Me aturde verla en este estado,yo serví a sus padres y no me parece la forma en que Don Ares la trata,pero no puedo hacer nada,el solo hecho de estar aquí hablando con usted me coloca en riesgo,¿qué le hizo a su esposo para que
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22- Decisiones radicales
No había transcurrido ni una semana desde que Selene se había marchado de la villa cuando Ares le dio la orden a la servidumbre de que sacaran las cosas de ella del lecho matrimonial.— No quiero ver nada de esa mujer en esta casa y el que se atreva a mencionar su nombre en mi presencia lo despido.Los sirvientes lo miraban con atención,parados en columna como si fuesen soldados,no se atrevían ni siquiera a mirar la cara del jefe. Fiorella se hizo cargo de la tarea de recoger las pertenencias de Selene y como la orden era tirarlas a la basura ella se las llevó a su casa y se las entregó.— ¿Así que mandó a botar mis cosas?,déjalo quieto,algún día su reinado de terror llegará a su fin y podré reclamar lo que por derecho le corresponde a mi bebé.— Dijo mientras se acariciaba el vientre.El carácter de Ares se tornó agrio y todos a su alrededor le temían a desatar su furia.La atmósfera en la villa era tensa. Ares, con el gesto marcado por la ira, recorría los interminables pasillos de
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23- La verdad oculta
— ¡Arrodíllate!La voz de Ares sonó como un trueno y ante su gélida mirada el interpelado no pudo más que rogar por su vida.—¡Piedad!,¡Se lo ruego!,no me mate.—Agregó el hombre antes de caer desmayado.Ares hizo un gesto con la mano y un par de escoltas se acercaron,uno de ellos traía una cubeta con agua helada y la echó sobre el caballero mientras que el otro ayudaba a levantar a la víctima que había recobrado el sentido.El hombre atemorizado se quebró y un llanto desesperado brotó de sus labios.— Tengo hijos. — Lo miró a los ojos y de manera inusual logró conmoverlo.Por un segundo Ares se trasladó a su infancia,sus padres muertos y ese miedo que le recorrió los huesos en un ligero temblor.— Tienes la oportunidad de traer ante mí al cerebro maestro que planea mi caída. — Miró el reloj y se retiró.Eran las nueve de la mañana cuando Ares y Selene se reunieron en el juzgado. Ambos habían sido notificados por sus abogados respectivos, en el corazón de Selene había un torbellino d
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