25. Reina del infierno
Satarah pudo sentir el cálido aliento de Dimitry haciéndola estremecer.—¿Preparada, Malyshka?Ella abrió la boca sin pensar en qué iba a decir a continuación, entonces Dimitry arrastró su lengua por su humedad ocasionando un gemido involuntario de su boca.—Maldita sea, eres dulce. Este sabor podría hacerme adicto, Satarah. Y en contraste con el sonido de tu gemido es perfecto.Ella no supo si se estaba burlando de ella o simplemente intentaba volverla loca. Dimitry comenzó a torturar su clítoris con su lengua y de repente esta se apoderó de su sexo como poseído por el placer. Se la comía con gusto, el deseo depravado de hacerla suya lo estaba consumiendo.Satarah no lo sabía pero él no había mentido.El sabor de ella sobre su lengua no se igualaba a ningún otro, estaba jodidamente duro desde que había hecho que Satarah se levantara de su asiento para conducir él auto. Su trasero lo había rozado inocentemente, sin embargo, al tener a una mujer encima de él había reaccionado de inmedia
Leer más