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84 chapters
SIN RETORNO
–Liam, vamos a otro lugar –susurra con los labios entreabiertos, su aliento cálido rozando la piel de él como una invitación prohibida.Liam traga en seco. Su mirada se oscurece, atrapada entre la lucha interna de lo que desea y lo que debería hacer. –¿Estás segura, Amara? –pregunta con un tono grave, casi rasposo, mientras recorre con la mirada su rostro encendido. Su cuerpo le grita que la tome de la mano y el saque de allí, pero su conciencia le recuerda que ella no está en su juicio habitual.Ella sonríe, cargando la cabeza con una expresión traviesa que lo desarma. –Sé lo que quieres, Liam. Y sé lo que yo deseo –afirma, mordiéndose el labio con una sensualidad que lo hace estremecer. Luego, se inclina un poco más. –No estoy borracha, solo estoy viva. Y quiero vivir este momento como si no hubiera un mañana– añade con un destello de desafío en sus ojos.La garganta de Liam se cierra un instante. Amara no es cualquier mujer, no es solo un capricho pasajero. Ella es la tormenta que
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ELLA MIENTE
Su mirada ardiente se clava en él, mientras sus labios capturan su propio gesto de placer, mordiendo ligeramente su labio inferior. La tentación es demasiado fuerte. Es como si cada pequeño movimiento suyo estuviera diseñado para desatar aún más el deseo que crece en él, una tormenta de sensaciones que lo consume por completo.Liam no puede pensar, no puede hacer nada más que dejarse llevar. Él se separa levemente de ella, con una sonrisa traviesa curvando sus labios mientras sus ojos brillan con una mezcla de deseo y desafío. Con un movimiento rápido, comienza a despojarse de la ropa que lo separa de ella, su cuerpo ahora a la vista, marcado y definido por la tensión de sus músculos, cada movimiento suyo una declaración de poder y atracción.–¿Te gusta lo que ves, hermosa? –pregunta, en voz baja, cargada de seducción. Sus ojos no dejan de recorrerla, desnudando cada parte de ella con la mirada, desafiándola a responder, a ceder a esa atracción. Ama
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LA MÁSCARA DE KATE
Narrador Omnisciente Amara no lo piensa dos veces. Apenas el auto se detiene frente a la mansión, abre la puerta con brusquedad, se desabrocha el cinturón y baja de un salto y corre por el pasillo tenuemente iluminado. Al entrar sube las escaleras y una vez arriba y empuja la puerta de la habitación de Lucero. –¡Clarisse! –exclama Amara preocupada. –¿Qué le paso a la niña? La niñera, sentada en un sillón junto a la cama, se sobresalta. –Nada, señora –responde con suavidad. –Lucero ha dormido toda la noche sin problemas. Estaba feliz porque usted salió con su padre. Me dijo que eso la hacía sentir segura. Las palabras de la mujer deberían aliviarla, pero en lugar de eso, un escalofrío recorre su espalda. Amara exhala bruscamente, como si el aire le quemara los pulmones. Detrás de ella, Liam aparece en el umbral con el ceño fruncido. –¿Lucero está bien? –su voz suena ronca, arrastrada por la preocupación, pero sus ojos no se detienen en la niña sino en Amara. Ella gira lent
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¿A QUIEN ELIGE?
–Eres un desagradecido de mierda –grita Kate con resentimiento. –No olvides quién estuvo a tu lado cuando no eras nadie, cuando el abismo te acechaba con sus garras afiladas, cuando tu casa estaba a punto de ser devorada por la vorágine de tus deudas. ¿Quién te consiguió este trabajo?, ¿quién te levantó cuando el peso de tu dolor te aplastaba?. Fui yo, Liam. Yo fui la que te rescató de la oscuridad tras la muerte de Agustín, la que soportó tu caos y tus días de desesperación.Sus palabras llueven como dardos afilados, atravesando cada grieta en la resistencia de Liam. Su voz se quiebra, pero no hay compasión en su tono, solo el veneno de años de sacrificios no agradecidos.–Cuando todos te señalaban con el dedo, ¿quién estaba a tu lado? Nadie, solo yo. Ni siquiera Aislyn, que con sus artimañas, no te miraba como algo más que un sustituto barato del padre de Lucero. Pero claro, ahora que estás en los brazos de esta mujer adinerada, has olvidado quién te apoyó realmente, quién estuvo ah
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