–Úrsula, retírate –ordena con una serenidad que es casi aterradora, forjada en los fuegos de anteriores conflictos. Sus ojos, fijos en los de Úrsula, son fríos y tajantes. La autoridad en su voz es indiscutible, –Amara, no quiero ser desubicada, pero soy la representante de tu padre, y como tal, tengo que estar al tanto de lo que ocurre en la empresa –susurra Úrsula con voz suave, pero cargada de una astucia disfrazada de preocupación. Cada palabra parece elegida a conciencia, una jugada calculada para poner a Amara en una posición incómoda.Amara, sin embargo, no es alguien fácil de manipular. La furia comienza a subir por sus venas, pero la controla. A pesar de la rabia que hierve en su interior, mantiene una calma fría, casi glacial. Su mirada se fija en Úrsula con una intensidad que podría cortar el aire.–Úrsula, estos son asuntos que no te incumben –responde autoritaria, a pesar de la rabia que hierve en su interior, mantiene una calma fría, casi glacial. –Retírate de mi oficin
Leer más