EL DÍA SIGUIENTEUna noche que caía como pocas, una noche que no sería la misma, una noche en la que mil y una cosas más se definirían había llegado, cayendo sobre ella como si la decisión lo hubiera hecho también con la noche, frente al espejo de su habitación, la figura más hermosa, la misma que no había visto de sí misma en tanto tiempo, tal vez en más de siete años desde que dejó de vestirse así al saber que estaba embarazada.Todo estaba en su lugar y en el primer piso de esa mansión ya podía escuchar tantas voces intercambiadas, sonido de vasos chocando, bocadillos, ya podía imaginarse todo lo que allí estaba pasando.En el espejo frente a ella no podía ver a la misma Abril, ahora había otra versión de ella, esa poderosa, esa llena de confianza, su elegancia, su sensualidad puesta nuevamente en el mismo cuerpo. El vestido negro solo enfatizaba la hermosa figura de su cuerpo, el escote, todo era perfección en ella.En cuanto se sintió lista para salir, terminó con los dos últimos
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