—¿A dónde llevan a mi hija? —Veo que intenta aparentar que le importa su hija.—No te preocupes, la cuidaremos bien —le digo mostrándole una sonrisa macabra. Veo que voltea a ver a Calem.—Pero sabes, Calem, me encantó verte cómo llorabas mientras violaba a tu tía. —Observo a Calem y veo cómo aprieta la quijada—. Me encantó hacer la mía, como gritaba mientras me rogaba que no lo hiciera.Calem se acerca muy enojado, pero noto que Mateo tiene algo en la mano. Así que rápidamente detengo a Calem.—No lo hagas, es una trampa, él te quiere hacer daño. —Él me mira y después voltea a verlo a él. Observa su mano y mira cómo la mueve.—Sabes, Larissa, me encanta saber que, si muero, tu padre estará conmigo. —Él, ¿cómo sabe eso de mi padre?—¿Cómo sabes eso? —Lo miro detenidamente.—Porque si las cosas salían mal, la señora Martha intentaría matarlo por traidor. —Veo que ya tenían todo planeado.—¿Escuchaste eso, Dante? —Lo gritó en voz alta. Veo cómo Mateo y la señora Matha me miran atentamen
Leer más