Valerian no dejaba de ver a su compañera danzar de un lado para otro con los preparativos para la navidad, se reía al verla tan histérica y a la vez adorable sin embargo no recibía de ella más que miradas enojadas y fruncimientos de ceño.— ¡Ayúdame o te juro que no comerás absolutamente nada! —gruñó ella.Él arqueó su ceja divertido no obstante se levantó a poner la mesa, de sobra sabía que cuando su mujer hacía una promesa en su momento de histeria lo cumplía a como diera lugar. También había escuchado a Callista platicar con Katryna y sabía porque se encontraba de esa manera tan irritante a parte de lo obvio, es decir, su embarazo.—No sé que voy a regalarle a Val, quiero darle algo especial, que él ame y valore, algo que de verdad lo haga sonreír pero no tengo ni idea de que darle. Quiero que todo sea perfecto esa noche, es la primera que pasaremos juntos.Él sonrió ante el recuerdo, su Callista era toda dulzura pero a él poco le importaba si le daba un regalo o no, 135 no querí
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