—¡No! No quiero que me toques.El Alfa se tensó y Dana no dudó en empujar su pecho, él se aparta y ella se baja de la encimera fulminándolo con la mirada.—Soy yo quien no permitirá que me uses más Alfa Kian, Incluso aunque no aceptes mi rechazo.—Dana...Su gruñido fue una advertencia pero ella estaba demasiado molesta para escuchar.Estaba dolida por lo que su compañero le hacía, harta de ser su juego personal.—Dime una cosa Kian, ¿Por qué te aliaste con mi enemigo?Veo como la mandíbula de él se tensa y en esta palpita un músculo. El Alfa la está escrutando en silencio, es obvio que no va a responderle y eso solo se siente peor.—Ni siquiera sé por qué te pregunté.Ella salió de la cocina llena de decepción mientras sentía su corazón palpitando salvajemente. Un cosquilleo extraño llamó su atención disipando el momento difícil que había tenido con Kian.—No te preocupes mi cachorro, yo te sacaré de aquí. Te protegeré de todos, incluyéndolo a él.Kian había vuelto pero estaba furios
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