A MERCED DEL DINERO. C144: Pero tú me quieres, ¿verdad?
La mención de ese nombre llenó el ambiente de un peso incómodo. Pero Richard reaccionó enseguida, casi desesperado, negando con vehemencia mientras apretaba suavemente la mano de Marfil, como si temiera que se le escapara.—No... No, Marfil, no pongas las cosas de esa forma —suplicó—. No estoy tratando de imponerte nada, te lo juro.—De una vez te lo advierto, Richard: No quiero que creas que puedes verme como si fuera Abigail. Yo no soy ella. No lo seré nunca.Richard se apresuró a negar, lleno de angustia.—No, Marfil, no... Por favor, no me malinterpretes —dijo, buscando su mirada, tratando de tender un puente sobre aquel abismo que se había abierto entre ellos—. Ni por un instante te he confundido con ella. Además, las cosas no fueron así con Abigail, y de todos modos, mi relación con ella no viene al caso. No es parte de este presente, no es parte de lo que quiero construir contigo. Estoy hablando de nosotros, Marfil. De ti y de mí. De lo que anhelo tener contigo.Richard tragó s
Leer más