A MERCED DEL DINERO. C137: Te ves radiante.
—Así que, Lucas... Aunque yo me hubiera hecho a un lado creyendo que todavía la amabas, la verdad es que, aunque así fuera, ella no habría elegido estar contigo —agregó Richard—. Marfil... me quiere a mí.Lucas permaneció en silencio, pero por dentro, una tormenta de pensamientos lo devoraba. La tentación de hablar, de soltarlo todo, fue casi insoportable.Contarle que Marfil y él no eran cosa del pasado, que apenas hacía unos días se habían buscado como dos náufragos desesperados. Que ella había ido a buscarlo hasta su habitación, allí mismo, en la mansión de Richard. Que en esa misma casa, donde Richard soñaba construir un futuro con ella, Marfil le había pertenecido a él.La rabia lo consumía. El resentimiento le susurraba que lo dijera, que destrozara todo, que no permitiera que ella obtuviera su final feliz, no después de haberlo dejado a un lado como si fuera nada, por preferir el dinero, el poder, el nombre de su mejor amigo.Lucas deseaba gritarlo. No por justicia... Sino por
Leer más