VICTORIA Bajo con cuidado hasta el pequeño filo de la pared, una puntada en la pierna vendada me hace detenerme un segundo. Debo llegar a las escaleras de escape, pero no sé como lo haré. Con cuidado, sigo avanzando, agarrándome fuerte de las rejas de las ventanas. Llego hasta la escalera de escape y me quedo ahí un rato pasando el dolor de mi pierna. Debo avanzar, no puedo quedarme. Aprieto los dientes del dolor al bajar escalón por escalón, son demasiadas escaleras, solo espero no caerme y ya no la contaré. Al llegar abajo, me detengo solo un momento, el dolor me está matando y el sudor frío corre por mi espalda. Unos gritos llaman mi atención y al ver hacia arriba, están los hombres esos mirando por la ventana. Tomo aire y comienzo a correr como puedo, salgo a la calle y las miradas curiosas caen en mí, sé que estoy llamando demasiado mi atención con mi cara, pero no puedo hacer más. Debo escapar de ellos, a como de lugar, irme lejos, necesito escapar de todo esto. *****
Leer más