Inicio / Romance / Bajo la Sombra de Otra / Capítulo 221 - Capítulo 230
Todos los capítulos de Bajo la Sombra de Otra: Capítulo 221 - Capítulo 230
241 chapters
Capítulo 221
Después de desayunar, cada uno se dedicó a sus cosas: los que debían trabajar fueron a trabajar, y los que debían estudiar se pusieron a estudiar.Hoy Orión no fue a la empresa con William, sino que comenzó a estudiar informática con Álvaro.Casi todos ya se habían terminado de comer, quedando solo Marina y Ander, que estaba esperando pacientemente.—Tía, ¿podrías sacarme al parque hoy? —preguntó Ander con una mirada tierna.—Imposible —respondió Marina firmemente.—Ni creas que no sé qué estás pensando. Hoy lo que tienes que hacer es concentrarte en terminar los deberes. Cuando termine la exposición de arte de tu mamá y regrese, va a revisar tu tarea. Si no la terminas, habrá consecuencias.Ander se asustó de solo pensar en eso.En el pequeño estudio, Ander se sentó en su escritorio, trabajando en la tarea que su mamá le había dejado. En el escritorio de al lado no había nadie, porque Orión estaba en la oficina de Álvaro, estudiando informática. Perla nunca le dejaba tareas a Orión
Leer más
Capítulo 222
— ¿Serias tan amable de comer conmigo al mediodía? — Claro que sí. — Anán había olvidado completamente lo que había dicho a los tipejos en la puerta cuando salió.César sacó su celular y llamó a Ricardo, que aún trabajaba en el hospital.— Al mediodía no iré a comer, tengo una reunión de negocios de última hora.— Espérame un momento, en seguida termino, y voy contigo... — Ricardo estaba cerrando unos documentos y tomaba su maletín mientras salía. No terminó de hablar cuando se cortó la llamada.— ¡¿Bueno?! ... No, ¡yo también quiero ir a esa reunión! — gritó frente a la llamada ya colgada.César colgó, bajó la ventana del auto y gritó hacia afuera:— Rajiv, conduce.Perla estaba en casa, ya había confirmado las invitaciones y la lista de los asistentes para la exposición de arte. Para la promoción de la galería, los invitados podían comprar entradas por internet si no tenían invitación, aunque sí que estaban costosas.Una vez confirmados los compromisos después de la exposición, Per
Leer más
Capítulo 223
¿No tiene padre? No esperaba que la historia de Andi fuese de veras tan triste. No es de sorprenderse, después de todo, en las tres veces que lo vio, no había familiares cerca. Solo había escuchado la voz de su tía, pero nunca la había visto en persona. Si tuviera hijos, María no dudaría en llevarlos a todas partes para presumir de ellos frente a sus amigas millonarias. ¿Qué está pensando? Si ni siquiera ha podido superar la pérdida de la mujer que más amaba en el terremoto, Andi nunca tendrá hijos. Pensando así, empezó a mirar a Andi con mucho más cariño. Terminó el almuerzo sin prisa, aunque le hubiera gustado llevar a Andi con él, temía que su familia se preocupara. Después de pedirle permiso a Andi, le pasó el teléfono a su tía. Los tipos vestidos de negro no pudieron encontrar a Andi ni dentro ni fuera de la casa. Marina estaba pensando en dónde más podría estar, cuando, de repente, sonó el celular. Cuando vio el número en la pantalla, Marina casi deja caer el celula
Leer más
Capítulo 224
En la hacienda. Álvaro colgó y rápidamente le lanzó el celular a Marina. Ella se quedó quieta, mirando fijamente la alfombra, sin saber qué pensar. Solo reaccionó cuando Álvaro le gritó varias veces. —Marina, ¡Marina! —¡Ah! —gritó Marina, dándole un manazo a Álvaro. —¿Qué es lo que haces? De repente pones esa cara y me asustas. Álvaro no se movió, solo la miró, confundido, y preguntó: —¿En qué piensas? Estás tan distraída que ni me escuchaste. Luego, como si hubiera sacado una conclusión, se rio: —Desde la cena de ayer estás rara. ¿Estás saliendo con alguien? Dime quién es, soy tu hermano mayor, debo darte mi opinión. Álvaro apoyó su codo en el hombro de Marina. Ella lo miró con enojo y lo empujó: —Ve a jugar a ser Batman y no te metas en mis cosas. Álvaro no se molestó. Sonrió y dijo: —Si no me dices nada, igual puedo investigarlo. Esa cámara en tu Porsche la instalé yo. En cuanto entre al sistema, veré todo… ¡Ya sabes! Marina le tapó la boca rápidamente. Lo
Leer más
Capítulo 225
Andi eligió un juguete de Ultraman y luego ayudó a su hermano a escoger una pistola de juguete amarillita. César pensó para sí mismo que a los niños les gustan este tipo de cosas, mientras cargaba a Andi y lo llevaba a la caja para pagar. —Muchas gracias, tío César —dijo Andi, pensando un momento. Mi abuela me enseñó que siempre debemos ser agradecidos. No podemos recibir cosas sin devolver algo. Me dijo que, si quieres agradecerle a alguien, debes hacerlo en el momento, pero si quieres mantener una amistad a largo plazo, deberías esperar y buscar una oportunidad para dar el regalo adecuado después. Andi pensó en eso un momento. Como su reloj estaba sin batería, decidió que le daría algo a César después. Quería ser su amigo por mucho tiempo. Al salir de la tienda de juguetes, el sol de la tarde seguía muy fuerte. César cargó a Andi y lo llevó al carro, donde esperaron a que su familia llegara, con el aire acondicionado encendido. Rajiv, al mirar por el retrovisor, vio algo
Leer más
Capítulo 226
Marina dio su opinión: —No entiendo a esos traficantes de personas. Tú, que todos los días hackeas redes, ¿los entiendes mejor que yo? ¡Andi todavía es un niño! Los dos seguían discutiendo sin parar. Orión se acercó y agarró a su hermano para llevarlo a su habitación. Andi miró hacia atrás y no supo qué hacer. Ver a su tía tan enojada le daba miedo. Tomó el juguete de las manos de su tío Álvaro y subió las escaleras con su hermano. Cuando cerró la puerta de la habitación, Orión se veía enojado, como si ya supiera todo. Le preguntó: —Entonces, ¿fue por eso que te fuiste tan tarde anoche durante la cena? ¿Para conocer a ese tal amigo? Andi y Orión habían crecido juntos desde pequeños, eran gemelos. Con solo ver a Andi levantar la mano, Orión sabía lo que iba a hacer. Ya se había dado cuenta de que Andi estaba raro en la cena de la noche anterior. Andi bajó la cabeza mientras pensaba: —No, fue antes de eso. —Y empezó a contarle cómo conoció a César, aunque omitió algunos d
Leer más
Capítulo 227
Orión miró a Andi y pensó que esta vez, cuando le pidió a su hermano que engañara a su mamá, seguro los habían descubierto. Andi le suplicó a su hermano con la mirada, pero Orión no le hizo caso. Era hora de que su hermano aprendiera una buena lección. Después de despedirse de su mamá, salió de la habitación de los niños y entró al cuarto con computadora de su tío. César y Ricardo salieron juntos de la sala de reuniones. —Ya terminamos, ¿podemos volver mañana? —preguntó Ricardo. —Pasado mañana. Mañana hay una exposición de Perla, quiero ir a verla —respondió César con calma. Su pintora favorita en vida era Perla, y ahora que ella había regresado, pensó que comprar una de sus obras la haría feliz. —Entonces iré contigo mañana —dijo Ricardo. Por la noche, Marina ayudaba a su hermana a organizar la ropa que usaría al día siguiente. Perla se probaba un conjunto tras otro para que las vieran. Andi, desde un rincón, empezó a decirle cumplidos. —Mami, te ves increíble, mañ
Leer más
Capítulo 228
—Bueno. —respondió César. En verdad quería comprar una pintura para colgarla en la villa. Así, cuando el espíritu de Lorena regresara a casa, podría apreciar algo bonito. Al mencionar a Lorena, no pudo evitar pensar en Marina, y el ambiente entre los dos se volvió un poco tenso. Al final, los dos se fueron, y fue entonces cuando Perla salió con tacones altos y un traje elegante desde atrás. ¿Van a participar en la subasta? ¿No será que tendrán que verla a ella…? Rápidamente pensó, sacó su celular y marcó el número de su hermano William. Perla no regresó al salón de exposiciones en el primer piso, sino que subió por la escalera de afuera hacia la zona de oficinas. No esperaba que Marina y Celeste estuvieran en su sala de descanso. Celeste soltó la taza de té y dijo lentamente: —Ya estoy mayor, mis piernas ya no son lo que eran, caminar me cansa rápido. Perla le echó un vistazo a los tacones que su mamá llevaba puestos, pero no dijo nada. Esa señora tiene unas pierna
Leer más
Capítulo 229
En la hacienda, y dentro de la habitación de los niños, Orión acompañaba a Andi mientras él hacía la tarea, y Álvaro estaba trabajando en el código de un programa. Andi mordía la punta de su lápiz, distraído, y dijo: —Hermanito, solo me quedan tres páginas, voy a salir a jugar un rato, luego vuelvo a escribir. Orión no era tonto, sabía perfectamente lo que Andi tenía en mente. Si salía, no sabría dónde iría a parar, así que le respondió: —No, no puedes. Esta mañana me quedé contigo para asegurarme de que terminaras y corregí tus errores. Esta tarde voy a estudiar con Álvaro, no tengo tiempo para esperarte. ¡Escribe rápido! Andi se molestó, escribió dos líneas más y luego levantó la vista para hablar con Orión. —Hermanito, ¿sabías que el señor César tiene brazos como de basquetbolista? Es muy alto. Cuando me abraza siento que toco el cielo, además ufff huele muy bien, me deja estar mucho tiempo en sus brazos. Orión pasó una página en su libro de Aplicaciones de la Computad
Leer más
Capítulo 230
—Está bien, entonces, este año viajaremos a Puerto Mar —dijo Perla. —Orión y Andi también van. —Yo no voy —dijo Orión—, quiero quedarme para estudiar computación con Álvaro. —¿Tan aplicado? Orión, casi que por poquito me superas —dijo Marina, incrédula. Álvaro se rio. —Jaja, te superé hace mucho. —¡Álvaro, estás buscando problemas! —dijo Marina con un tono serio. —¡Ya basta, no hagan ruido! Entonces, solo somos tres, nosotros tres —dijo Perla. Perla, Marina y Andi. —Mamá, ¿podemos salir mañana? —dijo Andi, con una cara traviesa. —¿Mañana? ¿Tan rápido? —respondió Perla, sorprendida. —Sí, no sé por qué no dejas que mamá descanse un día —dijo Marina, dándole un golpecito en la cabeza a Andi. —¡Ay! —se quejó Andi, cubriéndose la cabeza y alejándose. —Yo me encargo de los vuelos, ya tenemos donde quedarnos, no necesitas empacar ropa, lo que haga falta lo compras allá —dijo William—, siempre y cuando no sea algo muy raro, lo que pidan se los daré. —¡Tío William, t
Leer más
Escanea el código para leer en la APP