”Me las arreglo”, responde Leila, con el corazón hundiéndosele en el estómago mientras le lanza una mirada hosca a Carmela, pero ésta mantiene la cara seria, como si perder a tu lobo no fuera algo tan vergonzoso.“Seguro que sí. Ahora, ¿qué tal si vamos a preparar unas bebidas frías y dejamos trabajar al hombre?”. La cara seria de Carmela se ilumina con una sonrisa radiante mientras responde, mirando a Tatum, pero Leila está demasiado incómoda.¿Qué más sabe Carmela? ¿Su secreto sigue a salvo? ¿Y si se lo cuenta a los demás miembros de la manada? Las consecuencias serían nefastas para ella. Los miembros de la manada la culparán de las acciones de Tatum, igual que hicieron cuando Carmela desapareció.El miedo, la preocupación y la ansiedad inundan su corazón al mismo tiempo. Se levanta bruscamente, sintiéndose demasiado consciente de sí misma y avergonzada delante de Carmela.“Tengo que irme, tengo que estar en otro lugar”.“Pero si acabas de llegar, esperaba que me contaras más hi
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