Eran poco más de las ocho de la mañana, cuando Sofie sintió que la cama se movía, mientras Mathias se levantaba con lentitud, tratando de no despertarla.Sin poder evitarlo, abrió los ojos en el momento en el que él se colocaba la camisa y comenzaba a abotonarla con prisa. Por un momento, pensó en hacerse la dormida, pero, el peso en su pecho la hizo tragar saliva, mientras se llevaba una mano al vientre.El embarazo había sido una grandísima sorpresa para toda la familia, después de que el doctor Hölm le dijera que era algo prácticamente imposible, tras el tratamiento que había recibido.Al principio, Mathias se había mostrado genuinamente feliz. Sin embargo, con el pasar de los meses, parecía haberse olvidado de todas las promesas que le había hecho, perdiéndose en interminables reuniones, llamadas urgentes y constantes ausencias.—¿Es en serio, Mathias? ¿Otra vez? —preguntó, sin poder evitarlo, con el cansancio evidenciándose en su voz.Mathias se giró, notablemente incómodo al no
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