Todos los capítulos de El precio de la mentira: Mi enemigo es el padre de mi hijo: Capítulo 51 - Capítulo 60
65 chapters
Capítulo 51.
Donovan. Voy hacia el holograma de los planos en la sala, sintiendo a Lukyan seguirme y por lo que encuentro en la sala de sistemas, me doy cuenta de que es donde ha pasado cuándo desaparece. —¿Ahora qué te pasó? Y no me vengas con que nada. —lanzo toda su basura al bote de la esquina. —Tienes cara de haber obtenido una condena. Volteo los ojos yendo a mi computador, en donde reviso los planos. Se me había olvidado trabajar más en ellos, lo cual era mi ocupación antes de cobrar algunas deudas que no me satisfacieron tanto cómo quería. No fue suficiente. —De seguro tiene que ver con la perra que te puso en esa prisión— farfulla Lukyan con un cinturón de explosivos que prepara. Que me recuerde a Sabine sólo empeora mi humor, enfocándose en eso, en lugar de lo que está haciendo. Es experto en ese tipo de artefactos y sé, por experiencia que serán de gran utilidad cuando entre a donde quiero. Pero es una maldición que sepa todo, porque jamás se guarda sus comentarios. —¿No tienes un
Leer más
Capítulo 52.
Sofía.Verme al espejo nunca ha sido posible sin fijarme, al menos en una de las cicatrices que llevo conmigo. Todas las recuerdo, cuando se hicieron, como y quién. Lo tengo grabada todo en mi cabeza, sus rostros, sus voces, le objeto usaron jamás podré olvidarlos. Me quisieron matar y no lograron. Eso les pesó más, porque no pudieron ni siquiera sobre alguien que no tenía nada por qué pelear. Aun cuando todo se volvió una pesadilla. Un sueño recurrente que me ponía a sudar en medio de la noche, impidiendo que dormir fuera un descanso, para convertirse en una pesadilla. Pero esta noche planeo hacerlo. Esta noche quiero ignorar el hecho de que le di poder sobre mí a alguien que nunca se ha dignado ver por alguien más allá que él mismo. No quiero pensar en nada. Solo quiero respirar y vivir. Con la bata de baño me acuesto en la cama que había arreglado previamente. Cierro los ojos, pero antes de poder dormir, el pequeño en el lado izquierdo de la cama se remueve para acomodarse en
Leer más
Capítulo 53.
Sofía. Subo al dormitorio, pero bajo cuando Lori me avisa que ya no hay nadie molesto en la casa.Me traen la pelota para el niño, a quien le explico de qué va el juego que formamos en unos minutos. Le gusta verme corriendo, pero ninguno de los dos da una para esto. Creí que él sí sería bueno, dándome cuenta de que me equivoqué, siendo la diversión de verlo corriendo y riendo de mis fallos y los suyos, lo que no permite que el momento sea dañado.Su risa, por alguna razón me completa. Escucharlo reír es un tanto relajante y hasta diría que compensa mi mal humor de los últimos años. Le digo que juegue solo cuándo entiende la base del juego, ya que tengo trabajo, pero se niega, por lo que me acompaña, volviendo a esa actitud de siempre. Rehusandose a que alguien ajeno a Lori o yo estemos cerca.Ella es a quien elijo que se encargue de cuidarlo el tiempo que esté fuera para ir por la dichosa muestra de los ingleses.El movimiento en la bodega es extraño. No sabía que se enviaba cargame
Leer más
Capítulo 54.
Sofía —¿Estuviste en mi salón privado? —la voz de mi suegro me hace respingar. Lo veo de soslayo, sintiendo que su cercanía es mayor a la de antes. —¿Lo estás afirmando o preguntando? —logro controlar mi pulso para no delatarme. —Porque no sé si preguntar quién te dijo esa mentira o por qué crees que lo estuve. Sus labios se ensanchan. Me recorre sin pudor, viéndose como el morboso hombre que no teme verse expuesto ante tantos. —Hay rastros de que alguien metió sus narices en donde no debe— dictamina. Solo son suposiciones las que tiene. —Nadie más que tú se atrevería a entrar a mi lugar más privado aún cuándo lo tengas prohibido. Tienes la habilidad de buscar motivos para ser castigada, Sofía.Su aliento alcoholizado me golpea la nariz provocándome más repudio. Está demasiado cerca.—¿Por qué no solo aceptas que buscas una excusa para ponerme en aprietos? —acorto aún más el espacio jugando mis cartas. Siento los ojos de alguien más sobre mí. Fríos y rabiosos. —Que tú plan de hace
Leer más
Capítulo 55.
Sofía.Retrocedo. Escalón tras escalón siendo acompañada de sus pasos al mismo tiempo. Me quieren acorralar. —Es mejor que lo entregues por las buenas— no emito un solo ruido llegando al final de las escaleras. Mis manos hurgan en la tela gruesa del vestido. —Lo mío se queda conmigo. Y sabes que el niño me pertenece. —No hagas que tu castigo anterior sea nada comparado a este —amenaza Sabine sonriéndome. Sigo mostrando mi miedo —Sabes que no miento cuando digo que el siguiente nivel eres tú volviendo a donde te dejé. —¿Donde está? —vuelve a preguntar y borro mi cara de terror. —Lejos de tu alcance —me río al ver que ya estamos en donde nos quería. Las cuchillas las ubico entre mis dedos en lo que seguramente intuye, porque Sabine manda la mano al cinturón de Ronald para tomar el arma.Una ráfaga de balas se cierne sobre todos. Alcanzo a lanzar las cuchillas a los interruptores que nos dejan en la oscuridad, mientras los destellos siguen por todos lados. Corro lejos, pero soy inte
Leer más
Capítulo 56.
DonovanLe ira me tiene ensordecido. Los pulmones reciben mucho oxígeno por segundo. Mi mente trabaja a una velocidad que me deja sin respiración.—¡¿Donde está?! —me lanzo del auto, avanzando a grandes zancadas con arma en mano y la furia controlando mi cabeza. —Señor, está herido. Debemos curar— me dice Gull junto a Lori, la mujer que me informaba los movimientos de los Myers desde que regresé. —¡¿Donde carajos está?! —grito hastiado. Enfadado por haber tenido a Ronald al alcance y no pude más que abrirle la espalda con dos balas. El infeliz tenía un arsenal como respaldo que se fueron contra mí en cuánto la orden de los Myers fue dicha. Sabía que regresaría, siempre vi a los Myers como ratas que solo buscan como sobrevivir y eso los lleva a buscar a quién quiera unirse a ellos. Nunca les creí la lealtad que prometían. Tenía razón y sé que podrían estar abriendo aún más la boca, posiblemente dando mi ubicación, por lo que debo enfocarme en la prioridad. —¡Donovan, estás sangrand
Leer más
Capítulo 57.
SofíaLa agitación no me permite coordinar mis pensamientos. La cabeza me lanza imágenes que sólo perturban más y el pecho sólo se me mueve al ritmo que mi mente arroja el nombre de Kilian.Con el pecho ardiendo me lanzo del vehículo al segundo de frenar sin ningún cuidado, todos me apuntan cuando me ven, pero ninguno se va a atrever a disparar sin una orden. Orden que no llegará, porque sé que no la darán.Camino hasta la puerta con las piernas temblando y los cañones de sus armas en mi cara. Ellos dan los mismos pasos que yo, en tanto los demás se encargan de prepararse para los helicópteros que vienen y se escuchan cerca. No quiero saber nada de ellos justo ahora. Estoy desorientada. No pienso, actúo en automático. —¡Donovan! —grito sin bajar la cabeza, pese a que amenazan mi vida. Quiero a Kilian. Si no fuera por eso, no estaría aquí con el hombre que envió a su novia para dejar en claro que no tenemos nada. Como si tantos años no fueran suficientes para saberlo. Él lo dijo ant
Leer más
Capítulo 58.
Sofía. "—Sofía Castel, tal vez no me recuerdes, pero soy...—Abraham Myers— mi voz se escucha más ronca debido a mi boca seca. —Nadie se olvida de las ratas.—Ratas que van a ser tu salvación— se sienta frente a mí. —Esto es un 50/50. Tu libertad a cambio de lo que que sabes. —No sé nada. —No nos hagamos los inocentes, Ronald obtuvo lo que obtuvo porque tú hablaste— me lanza en la cara, tengo sed, pero ya no lucho. No tengo vida, no ganas de recuperarla. —Puedes salir de aquí, vivir fuera de este sitio y tener tu ansiada libertad—, Abraham lo plantea todo bonito, pero hay un trasfondo, lo sé. —A cambio de que haga exactamente lo mismo, hablar.—No me interesa. —Te va a interesar cuando sepas que Ronald está acabando con todo lo que aprecias— me dice, observando mis manos llenas de heridas. —También irá por el par de primos que no dejan de buscarte y sabes que pronto estarán aquí. A pesar de que respiro, no se siente así. No tengo nada más que un vacío que anhela acabar conmigo y
Leer más
Capítulo 59.
DonovanVolver a verla me demuestra lo que no quería aceptar. La redujeron a sólo un ser que no analiza ni usa la cabeza para pensar en las posibilidades. Acepta las cosas tan fácil que me odio por haberla dejado sola. La Sofía que conocí habría comprendido todo sin ningún esfuerzo. La que vi al regresar, lo hubiese deducido tan fácil como me encontró la primera vez. El gris de sus ojos me recorre. Incrédula porque esté de pie luego de que sus balas me atravesaron. Pero mal por ella si no entiende que hizo más de lo que quise, hizo que en lugar de sentirme furioso por casi matarme, la muy maldit@ me guste más. Esa es la que quiero ver. Esa Sofía que no se medía, ni se detuviera ante ante nadie. —¿Sorprendida? —me pasa llevando con el hombro y pese a querer que lo haga, no la sigo. No soy así. No voy detrás de nadie, porque mi orgullo da para saber que no necesito buscarla, porque sé que allí hay más que sólo un decaimiento autodestructivo. Ella no tiene tatuado el "mío" en la piel,
Leer más
Capítulo 60.
Donovan.—Bien, ahora suéltame— Sofía estira sus brazos en mi dirección. De reojo observo sus muñecas y salgo del vehículo dejándola adentro. —Donovan.Sigo ignorando su escándalo. No puede mantener la calma un segundo si no controla todo.—¡Donovan, te estoy hablando! —me alcanza —su golpe en la espalda me hace girar para tomarla de sus esposas. —Suéltame. Animal.—Y en esa versión te gusta tenerme— tiro de la cadena. Estampa su mano a mi mejilla y la vuelvo a tomar. —¿Quieres la verdad? Pelea con más determinación. —Tú me lo quitaste —no capta nada en su ataque de histeria. Ni siquiera me escucha cuando digo su nombre, golpeando cada vez más fuerte. —¡Me quitaste a mi hijo! —No te lo quité. No pude— quiero intentar decirle la verdad, pero no me escucha y continúa arremetiendo en mi contra. No tengo paciencia para sus arranques. No piensa. No deduce y parece que el cerebro se le fundió todo este tiempo. Fui quién recibió dos balazos. A ella la tuvieron que sedar para que dejara
Leer más