A petición de Estella, Denzel no le contó a nadie —excepto Aurora— que habían conectado de nuevo. Sus razones, perfectamente válidas, le hicieron ver que la relación de ambos siempre estuvo bajo el escrutinio de muchas personas. Sin embargo, aunque aceptó mantener a las masas en la ignorancia, fue intransigente cuando avisó que iba a buscarla al aeropuerto.Esperando en la sala VIP de la aerolínea —Denzel cambió el asiento de Estella de clase ejecutiva a primera clase— sintió una profunda emoción de tenerla pronto entre sus brazos, por eso miraba atentamente la entrada, por donde un reducido grupo personas comenzaba a arribar.Cuando la vio entrar a la sala, experimento un sacudón de felicidad que le sorprendió, fue una emoción nueva, pero al mismo tiempo conocida, que sintió en más de una ocasión estando con Aurora en su &eacut
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