109. CHARLA NOCTURNA
TRINITYSu piel, recién salida de la ducha, se sentía fría, a diferencia de la mía, febril, pero ambos ya estábamos sudando, nuestros cuerpos reaccionando al deseo desenfrenado.Su boca regresó a mordisquear mi pezón. Cada vez que metía la aureola en la ardiente cavidad, su lengua me atormentaba, rodeándola y dándole golpecitos con la punta.Los caninos afilados me traían escalofríos que bajaban punzando en mi vientre.Su mano libre acariciaba el costado de mi torso, para luego hacer un camino hacia mi monte de Venus, directo al sitio donde moría porque me tocase.—Sssshhh, qué rico, amor… acaríciame más… Me arqueé ofreciéndole mis pechos. Abrí más las piernas cuando sus dedos comenzaron a toquetearme por encima de la tela de la braga, pegajosa por mis fluidos.Mi boca descarada solo podía gemir y pedir. Jugó con mi clítoris y mi cordura, lo presionó y apartó al fin la tela para tocarlo directamente, pellizcándolo morbosamente, hasta sumergir las falanges de dos dedos.—Aahhh… —su
Leer más