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Todos los capítulos de EL ROSTRO DE LA VENGANZA: Capítulo 81 - Capítulo 90
93 chapters
#81
El nombre de aquellos dos visitantes atraviesa la niebla que abruma su mente. Sus ojos vacíos se llenan primero de incredulidad y luego de una ira que arde en lo más profundo de su ser. ¿Cómo se atreven a ir hasta allí? ¿Con qué derecho aquel par de sanguijuelas se atreven a poner un pie en su casa?Al no recibir ningún tipo de respuesta por su parte, Tania vuelve a llamar, tocando la puerta con un poco más de insistencia. Es fácil notar su preocupación una vez que vuelve a hablar.—¿Qué quiere que les diga, señorita?Inna cierra los ojos por un instante, intentando reunir fuerzas.Cada músculo de su cuerpo protesta y le pide descanso mientras se pone de pie, pero su voz sale firme al dar su respuesta.—Diles que esperen un momento. Ya bajo.Del otro lado de la puerta solo escucha la confirmación de Tania, misma que es seguida por sus pasos una vez que comienza a alejarse.Por su parte, ella camina con pasos lentos hacia el baño de la habitación y comienza a alistarse, dejando que la r
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#82
Vestida con ropa para montar, Inna sale de la casa y cada uno de sus pasos se siente como un vendaval. Su expresión de pocos amigos hace que los trabajadores se aparten a su paso mientras ella avanza hacia los establos. La furia sigue latiendo en su pecho como un tambor imparable. La sola idea de que el brazalete qué le regaló su padre cuando cumplió los 15 años, algo que considera una reliquia invaluable, sea ofrecido como un artículo más en una subasta la llena de una ira que no logra controlar sin importar cuánto lo intente.Necesita liberar esa ira, y la única manera en que puede hacerlo en ese momento es montando a caballo.Al llegar a los establos, ve a Franco ajustando las riendas de un imponente caballo negro. Es un animal majestuoso, con un porte que exuda fuerza y temperamento y que Inna no recuerda haber visto antes, pero en ese momento, aquello no es algo que le importe. Con el mismo paso decidido, se acerca a Franco.—Franco, saldré a montar.Extrañado por verla de aquel
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#83
Solo cuando la ausencia del aire comienza a hacerse notar, es que Dmitry e Inna aceptan dejar que el beso termine. Pero aun cuando el contacto de sus labios se pierde, ninguno de ellos queda indiferente, por el contrario, los deja con una mezcla de emociones. Sus labios se separan lentamente y cuando sus miradas se encuentran, Dmitry e Inna permanecen en silencio por unos minutos, sus respiraciones aún agitadas por la intensidad del beso compartido.Él la observa, tratando de leer sus emociones a través de esos ojos negros que, aunque aún llenos de vulnerabilidad, parecen tener algo más. Una especie de calma que lentamente comienza a reemplazar el caos de miedo y rabia que la envolvían minutos antes.El viento sopla con suavidad alrededor de ellos, mientras a lo lejos se dejan escuchar los cantos de algunas aves, pero ni Inna ni Dmitry parecen prestarle atención. A su alrededor todo parece estar congelado, como si el mundo entero se hubiera detenido por un momento y lo único que exist
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#84
Al quedarse sola, Inna se queda sumida en sus pensamientos y emociones. Hay algo en la intensidad del beso, en la forma en que Dmitry la miró después, que la deja completamente desarmada.Al pensar en lo ocurrido siente un torbellino de sensaciones, una mezcla de rabia, confusión y, en el fondo, una chispa de esperanza que no se atreve a reconocer. Pero ahora, mientras está sola, esa chispa se convierte en una llama suave y cálida que comienza a envolverla por completo. Contrario de lo que pensaba que podría pasar cuando se vieran de nuevo, Dmitry no la mira con reproche, como ella esperaba, sino con algo mucho más profundo. En sus ojos hay una mezcla de emociones que no sabe identificar, pero que la ayudan a sentirse aún más cálida.Inna se permite perderse en el recuerdo de la mirada de Dmitry, en la forma en que la observó después del beso. Y lo que encontró allí le hizo sentir que aquello no fue un simple roce, ni un acto impulsivo. En sus ojos había algo más, algo que la hizo sen
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#85
Debido a la forma tan seria en la que Dmitry le pide que tome asiento, por un momento Inna siente que arruinó todo, sensación que se incrementa cuando un mercado silencio se instala entre ellos.Pasan algunos minutos mientras Inna y Dmitry permanecen sentados frente a frente. Ella estudia su rostro, notando un aire de seriedad que poco o nada tiene que ver con su ánimo habitual. Por su parte, Dmitry juguetea con su pulgar sobre el dorso de la mano de Inna, trazando círculos invisibles sobre su piel antes de dejar salir un pesado suspiro y luego sus palabras.—¿Sabes?... —comienza, su tono bajo, casi un susurro, algo no muy habitual en él—. Lo que voy a decirte, es algo que no suelo compartir. Hablar de mi pasado no es algonque pueda hacer con facilidad, pero siento que… contigo es diferente. Quiero que sepas la verdad sobre mí.Inna ladea la cabeza, visiblemente intrigada. Las palabras de Dmitry siempre dejan en claro que tienen un fuerte peso en ellas, pero esta vez, es claro que l
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#86
Nikolay recorre con pasos firmes el cuidado jardín de la casa de su padre, una vez que entra en la casa, es recibido por el frío ambiente que hay dentro de aquellas paredes. Las luces doradas de los candelabros iluminan las paredes revestidas con colores ocres y fríos, y el eco de sus zapatos resuena en el silencio opresivo de la casa mientras camina hasta el lugar donde sabe que encontrará a su progenitor.Al llegar a la biblioteca, abre la puerta después de dejar un par de ligeros toques sobre esta y efectivamente, allí encuentra a Alexey sentado en un sillón de cuero frente a la chimenea, con un periódico desplegado entre sus manos y una taza de té a su lado. Sin levantar la vista, el hombre mayor apenas si murmura un saludo. —Padre, necesitamos hablar —dice Nikolay, sin rodeos, cerrando la puerta detrás de él y caminando hasta detenerse en el sillón frente a él. Alexey frunce el ceño, pero no aparta la vista de las páginas impresas. —Espero que sea importante, Nikolay. Hoy no e
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#87
Cuando llegan junto al Jeep de Dmitry, Inna se detiene y lo mira fijamente mientras él abre la puerta del auto. La brisa nocturna acaricia su rostro, pero lo único que siente con claridad es el calor de su mano, aún firmemente entrelazada con la de Dmitry.En ese preciso momento, no sabe cómo actuar, ni qué palabras decir, pero lo que sí sabe es que se niega a soltarlo.Dmitry siente como el agarre de Inna sobre su mano se hace un poco más fuerte, acto que le deja en claro su vacilación, por lo que gira la cabeza hacia ella. Su mirada es suave, casi reconfortante, y una sonrisa se forma en sus labios mientras se asegura de que nadie esté observando. Da un paso hacia ella, reduciendo la distancia entre ambos, y su mano libre se alza para acariciar el rostro de Inna con una delicadeza que la hace contener el aliento.—Inna —murmura él con una sonrisa, ladeando la cabeza.Ella no responde de inmediato a su llamado. Sus ojos simplemente permanecen fijos en los de él, y aunque no dice una
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#88
El rostro de Nikolay se encuentra encendido de rabia. La puerta golpea contra la pared cuando irrumpe en la oficina del director del hospital, y el sonido resuena en la pequeña oficina. El médico levanta la vista de los papeles que revisa, pero antes de poder hablar, Nikolay lo interrumpe. —¡Quiero una explicación! —exige, su voz cargada de toda la furia que puede expresar.El médico se ajusta los lentes mientras observa con cautela al hombre frente a él, conoce bien a Nikolay y su carácter iracundo, así como hasta donde es capaz de llegar cuando se encuentra en ese estado.—Señor Morozov, si me permite explicarle…—¡Eso es lo que espero!, quiero que me explique ¿Cómo demonios permitieron que esto pasara? —grita Nikolay, avanzando hacia el escritorio, golpeando con sus manos sobre este. Su tono volviéndose aún más amenazante. El médico se aclara la garganta, incómodo y bastante asustado, pero trata de mantener la compostura. —Señor Morozov, le aseguro que… —¡No me asegures nad
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#89
Dentro de la estancia, la luz de la lámpara proyecta sus sombras contra las paredes de la sacristía. Mientras Artem sostiene un vaso con agua entre sus manos, sus dedos tiemblan ligeramente, pero intenta mantener la compostura y no dejarse arrastrar totalmente por el miedo mientras escucha la voz de Lena al otro lado de la habitación. Ella habla con su tono habitual, frío y calculador, carente de toda intención de siquiera escuchar o permitir que se le cuestione, pero dejando eso de lado, solamente presta atención a las palabras que pronuncia y que lo golpean como un rayo: Vera ha desaparecido.Perdiendo la fuerza de su cuerpo el vaso se le escapa de entre sus manos y cae al suelo con un estruendo que rompe el silencio solemne del lugar. Los fragmentos de vidrio se dispersan a sus pies, pero Artem no los mira, dejando aquel detalle totalmente carente de importancia. Todo su enfoque está en sus manos temblorosas, mismas que viajan hasta su rostro y pasan sobre este con fuerza buscand
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#90
Dmitry detiene la camioneta justo frente a la entrada principal de la casa. Observando el reloj en su muñeca nota que este Marca a las 8:00 en punto de la mañana, pero aún así no se ve a ninguno de los trabajadores caminando por los patios, por el contrario, estos se mantienen en un mercado silencio y tranquilidad que es inusual en la hacienda, después de todo a esa hora ya son varios los caballos que se encuentran en el redondel o siendo atendidos por los peones.Apagando el motor, Dmitry abre la puerta del conductor y baja para luego rodear la camioneta y abrir la puerta del copiloto a Layeska que no tarda mucho en también bajar y sonreír emocionada.Layeska, observa a través del patio y cuando su mirada se posa en el establo y nota la presencia de un par de peones, levanta su mano para saludarlos con total emoción, esto que es devuelto por los dos hombres antes de seguir alimentando a los caballos.—¿Dónde está todo el mundo? —Dmitry deja salir su pregunta en voz baja, más para sí m
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