PresenteFederick apretó los ojos, deseando quedarse a vivir en esos recuerdos donde el amor entre Charlotte y él era auténtico. Intentó acomodar su cabeza en varias posiciones, tratando de conciliar el sueño, pero su mente le estaba jugando una mala pasada. Pasó la noche en vilo, tanto que el despertar del día siguiente fue terrible.En su departamento, todo era un desastre. Con esfuerzo, logró conseguir el turno en el único baño y se arregló para la importante entrevista que tenía esa mañana. Aunque físicamente no se veía perfecto, mentalmente tenía todo bajo control. No iba a dejar que se le escapara ese negocio.Vestido con su mejor traje y, por supuesto, preparado con su mejor argumento, llegó a la gran compañía de alimentos agropecuarios, EpicFlavors. Allí lo esperaba el gran CEO, un hombre de treinta años, corpulento, alto, con cabello castaño y ojos café claro, que irradiaba una personalidad arrolladora.Federick sintió una punzada de envidia al ver el lugar donde estaba el ho
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