La sobrina de Mirian, angustiada, se acomodó en el sillón y me miró, buscando un respaldo para comenzar su relato. - Todo entre nosotros marchaba bien, hasta dos meses atrás, comenzamos a tener dificultades económicas, por malas inversiones y volvimos al país. Los problemas nos absorbieron y discutíamos con frecuencia, no éramos conscientes de lo complejo que era para ella entender lo que estaba pasando, extrañaba a sus amigos, la escuela, la casa, en fin, su antigua vida, pero nosotros nos alejamos de su dolor y necesidades. Un día presenció una de aquellas discusiones gigantescas y nos amenazó con que se iría. No le hicimos caso y cumplió, llevábamos dos días buscándola, cuando el detective nos contactó - dijo entre sollozos - y llegué a temer lo peor - con los ojos bien abiertos preguntó - ¿Dónde está? - Tamara, llévalos a la habitación donde duerme la pequeña. Ambos siguieron a mi empleada hasta la segunda planta. - ¿Los investigó? -le pregunté al detective cuando nos qued
Leer más