Esa noche, Alejandro fue a Serenity Haven. Allí estaban Salvador Morán, Jael López, y también Jacobo Ponce, quien había estado ausente por más de un mes. Jacobo estaba sentado junto a la mesa de té, fingiendo con esmero mientras preparaba la infusión. Levantó la vista y le echó un vistazo a Alejandro.—Vaya, Alex también está aquí. Anda, prueba el té que he preparado.Alejandro tomó la taza y la bebió de un trago, señalando a Salvador y Jael.—¿Y ustedes lo dejan aquí haciendo té?—¡Como si pudiéramos detenerlo! Últimamente no quiere hacer otra cosa.Jacobo suspiró y se sentó junto a Alejandro, con una sonrisa traviesa.—Es que me aburro fácilmente, no como tú. Me enteré de que, mientras me ausenté unos días, tú te has encargado de arreglar las cosas tanto con la oficial como con la otra, ¿eh?—¡Ja, ja, ja...!—¡Eso es tener estilo! —Los hombres soltaron una carcajada.Alejandro no les prestó ni una mirada. Un grupo de amigos sarcásticos, por fin habían encontrado una oportunidad para
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