Si alguien no se sentía descansado luego de sus vacaciones es porque tenía un problema. Y para una mujer que lo tenía todo, como Lucy, tener un problema que se prolongara más allá de una semana era inconcebible.Para rematar, le había ido mal en el examen, a diferencia de Libi, a quien las sonrisas se le escapaban solas. No quiso preguntarle por la razón, no quería oír nada que tuviera que ver con Damien, los hombres la tenían harta. Ellos se peleaban por ser las alimañas más detestables sobre la faz de la tierra, peor que los gusanos que comían carne humana.Entró a la tienda donde Libi trabajaba decidida a animarse con una noche de fiesta con su amiga. Si Libi no quería ir, estaba dispuesta a secuestrarla. Y que se atreviera a venir Damien a reclamarle, le daría su merecido. —Hola, estoy buscando a Libi —le dijo al vendedor.Josh le dio un buen vistazo de arriba abajo. El escaneo lo satisfizo gratamente y le sonrió. —Libi está atendiendo a un cliente, pero yo puedo ayudarte, soy J
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