El chofer entró al centro comercial en ese momento. Su estatura y cuerpo musculoso capturaron la atención de algunas chicas que pasaban por ahí, no dudaron en reír para llamar su atención, pero él iba enfocado en su trabajo.—¿Cómo te llamas? —preguntó Gia con amabilidad.—Harry.—Ella es Beth, yo soy Gianna, mucho gusto.—Sé quiénes son, es mi trabajo —resumió el lobo.—Y se nota que amas tu trabajo —ironizó Beth—. Tranquilo, esta mujer es una máquina de combate, si sucede algo, probablemente ella nos salvará a los dos.Harry inspeccionó a Gianna, era verdad que se notaba su cuerpo trabajado por el ejercicio, pero ¿sería tan buena guerrera? Ya conocía la historia de los latigazos, mas nunca creyó que ella realmente hubiera estado cerca de lastimar de gravedad al futuro alfa.—Principalmente a Harry, porque se nota que ama su trabajo —continuó con la broma Gia.Beth soltó una carcajada y emprendieron el camino. Harry se sonrojó, apenado, y caminó por detrás de ellas.Harry era un omeg
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