En la tarde, cuando verónica visitó a su madre en el hospital, tuvo que explicarle casi, nada más llegar, porque tenía vendas en algunas partes del cuerpo. Trató de no mencionar mucho, a la amiga de William, no quería darle preocupaciones de más a su mamá.—Tu jefe es muy atento contigo, ¿tienen algo ustedes dos?—Él es así, ya te lo dije, lo mismo hubiera hecho por otro empleado.—Es un hombre muy guapo —insistió Mildred.—Lo sé, lo veo a diario. Pero, aun así, no tenemos nada —le dijo Verónica.Mildred la miró con suspicacia, pero no siguió insistiendo. Conocía a su hija, en cuanto estuviera lista, le contaría lo que estaba sucediendo en su vida.No obstante, las sospechas de que su hija y William tenían más que una relación laboral, se incrementaron cuando él fue por Verónica para llevarla a la casa. Mildred no veía normal, tanta amabilidad. Incluso, llevó flores para ella.—Nicki es mi única hija, solo tengo tiempo para cuidarla a ella. Si me hubiese enterado antes, lo que hizo el
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