Esta bendita mujer no responde, yo siento que mi corazón va a salir por mi boca, ¡juro que si me deja plantado la mato a ella y a su familia!—me quedé en shock, cuando Leandro aceptó, creo que mis esperanzas estaban puestas en él, prefería mil veces que me dejara plantada en el altar, así que cuando el cura me hace la pregunta no encuentro palabras. Les juro que trataba de hablar, pero es que simplemente no me salía la voz, no sé cuánto tiempo pasó, lo cierto es que ya se escuchaban, murmullos en la iglesia, Leandro apretó fuertemente mi mano, tanto que sentí que me la partiría y eso me hizo hablar. —¡sí, acepto! Luego de pronunciar esas palabras se escucha un alivio colectivo en toda la iglesia, quería quitar mi mano de la suya, ya que me dolía mucho, pero tocó ponernos los anillos, así que lo hice fingiendo felicidad. —¡con este anillo te desposo a ti, Leandro, prometo estar contigo hasta el último día de mi vida! —¡con este anillo te desposo a ti, Valeria, prometo estar contigo
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