—papá, vamos, que se nos hace tarde— si Joan, ¿traes tu arma? —por supuesto papá, ¡aunque no creo que desees iniciar una guerra! —no sería tan malo, después de todo, ¡hace tiempo que no hay acción, ja, ja, ja! Mentira, yo sería incapaz de matar a los abuelos de mis nietos, relájate, es que no sabemos cómo se va a poner el panorama, sabes, siempre es bueno estar preparado, Jean y Samuel vamos los cuatro en una sola camioneta. —Keelan ya sé cuáles son tus intenciones, quieres intimidar al pobre señor —puede ser Samuel, creo que necesita un incentivo para que aprenda a respetarme. —mi padre está verdaderamente loco, por todo el camino vamos hablando de las nuevas medidas de seguridad hasta que llegamos, nos abren el portón y salen los señores Rossi a recibirnos. —Buenos días, muchachos, ¡ese milagro que vengan ustedes por aquí! ¿Le pasó algo a mi hija? —no Lisandro, puedes estar tranquilo, tu hija está en perfectas condiciones, necesitamos hablar algunas cosas, por eso vine, sabes qu
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