BASTIAN—¡Vamos Ángel!—¡Vamos cariño, tú puedes!La observo como aplaude, mientras yo dirijo a Ángel para que corra tras la pelota, estamos en un día familiar, como dijo la maestra, es un lugar alejado de la ciudad, donde los padres y los niños pasan un día, con deporte, juegos de familia y cosas como esa, la verdad, me siento como si esto fuera siempre lo que he querido y no sabía.—¡Corre, corre, vamos, corre, ¡Gol maldita sea Gol!De pronto siento sus brazos, su cuerpo pegado, el mío, luego se da cuenta y se retira, sintiendo que no quería que hiciera eso, tenía ganas de darle vueltas, celebrar juntos De pronto la veo con ganas de llorar, Ángel hizo lo que le dije, cuando metió el gol, miro a su mamá e hizo la seña con un corazón con sus pequeños dedos.—No pierdas el balón de la vista, muy bien así y, sobre todo, cuando metas gol porque que así será, vas a mirar a tu mami y harás esta seña con sus dedos.—¿Así? ¿Y por qué papi?—Así tu mami vas a saber que ese gol sé lo dedicas a
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