VICTORIA—¡Bastian! Perdón, no quería gritarte, pero hace rato, estoy que te hablo y no contestas. ¿Estás bien? — Yo estoy con la bandeja con el desayuno de Ángel, él está muy distraído, solo quisiera que no fuera por pensar en la plástica esa, solo imaginar un segundo que piensa en ella y mi corazón se apachurra.Le sube el desayuno a Ángel y los minutos bajan.—No quiso comer mucho, pero me imagino que es normal.—Por lo menos comió la avena — Su mirada me dice algo que no capto, pero presiento, es un niño grande— Bastian, porque elevas los ojos, ¿qué hiciste?—Lo ayudé un poco, yo comía esto de pequeño y me encantaba, perdona, no quise hacerlo, pero su olor me llevó a esa época y su sabor ni me digas.Yo sonreí, porque me siento descubierta, supongo que le tengo que decir la verdad.—Para ser sincera, la receta me la dio tu nana. A Ángel le encantó y veo porque, lo lleva en los genes—A los hombres se les puede conquistar también por el estómago, llévate este librito con recetas, n
BASTIAN—¡Vamos Ángel!—¡Vamos cariño, tú puedes!La observo como aplaude, mientras yo dirijo a Ángel para que corra tras la pelota, estamos en un día familiar, como dijo la maestra, es un lugar alejado de la ciudad, donde los padres y los niños pasan un día, con deporte, juegos de familia y cosas como esa, la verdad, me siento como si esto fuera siempre lo que he querido y no sabía.—¡Corre, corre, vamos, corre, ¡Gol maldita sea Gol!De pronto siento sus brazos, su cuerpo pegado, el mío, luego se da cuenta y se retira, sintiendo que no quería que hiciera eso, tenía ganas de darle vueltas, celebrar juntos De pronto la veo con ganas de llorar, Ángel hizo lo que le dije, cuando metió el gol, miro a su mamá e hizo la seña con un corazón con sus pequeños dedos.—No pierdas el balón de la vista, muy bien así y, sobre todo, cuando metas gol porque que así será, vas a mirar a tu mami y harás esta seña con sus dedos.—¿Así? ¿Y por qué papi?—Así tu mami vas a saber que ese gol sé lo dedicas a
MIKA—No creo que seas tan idiota, teniendo las pruebas en las manos, juro que, si no fuera que tengo temas aquí en Rusia, te pateo las bolas.—No es necesario, solo que tomo las cosas con calma.Tengo ganas, de verdad, de patearle las bolas, pero en el sentido real, le hemos mostrado las fotos de esa bruja, en el estacionamiento con el idiota del supuesto primo. Estuvimos días, haciendo la guardia hasta que se nos dio, pero este hombre frente a la pantalla dista mucho de ser al que le han puesto los cuernos más grandes que el reno de santa.—Estás tan tranquilo, que das escalofríos.—Estaba a punto de terminar con ella para ser sinceroNo puedo creerlo hasta Draco que estaba callado, escupe su trago.—¡Mierda! Hasta que por fin abriste los ojos, tengo el presentimiento que este milagro tiene artífice, juro que voy y le hago un altar.Bastian agacha la mirada, como si le pesaran las palabras que va a decir.—Sigo enamorado de ella, pero es en vano, solo soy el padre, su hijo, nada más
VICTORIANo puedo negar que el beso me puso nerviosa, aunque también molesta, porque puede confundir a Ángel y a mí ¿Por qué lo hizo? No tiene sentido, él es un hombre felizmente comprometido, lo sé desde el primer momento en que regrese a su vida y por más que duela debería respetar eso, no voy a cometer los mismos errores del pasado.—Mami ¿Estás bien? Te dije que si me puedes hacer pasta.—Perdón mi cielo, claro que te hago pasta, como a ti te gusta, con albóndigasLa puerta suena y cuando la abre, me doy cuenta de que es Bastian, mi corazón galopea tan rápido que debo llevar una mano a mi pecho para calmarlo, su caminar tan tranquilo relajado, esa enorme sonrisa cuando ve a nuestro hijo, debo sostenerme de la barra del desayunador, no sé cómo puedo ser tan débil cuando se trata de él.—Hola Victoria ¿Cómo estás?—Bien, gracias, vayan a jugar, mientras preparo la cena para Ángel y para mí.No puedo estar mucho tiempo cerca de él, prueba es cuando pasamos tiempo como familia y todo
VICTORIA—No bromees de esa forma.—Cuñadita ya vas a ser tía, corre que no llegas.No puedo creer mi dulce Valery, está por traer al mundo a su bebé, tengo que estar ahí con ella.—Mami, ¿Dónde vamos? — En este instante me encuentro de frente con Bastian, no pierdo tiempo estudiando sus gestos o mis emociones, Valery es más importante.—¿Dónde vas con tanta prisa? ¿Todo bien?—Mi mejor amiga está por tener a su bebé.—¡Sí! Ya a nacer mi primito.—Los acompaño, se nota que estás nerviosa y no quiero que les pase nada.No me da tiempo de contestar, cuando veo que le roba el puesto al chofer y se para tomando la puerta con una de sus manos, Ángel corre dentro del auto y no me deja opción, también entro, una vez los tres ahí juntos, mi pequeño se distrae como siempre con las calles a su alrededor, mientras mi pierna no deja de temblar y me como las uñas, encima hay tráfico—Tranquila — Mientras pone una mano sobre mi rodilla, yo en automático me detengo y lo fulmino con la mirada, él rá
Una hermosa joven que sueña desde niña casarse con el amor de su vida, el mejor amigo de su padre, pero solo al cumplir la mayoría de edad, deja de soñar para volver su sueño realidad, hacer sacrificios y dejar las ilusiones por su matrimonio, uno lleno de amor y felicidad hasta que la tragedia los golpea, los secretos se hacen presentes y las mentiras piadosas se vuelven pan de cada día, ella es la viuda de su esposo, como enamorarse de alguien prohibido, él le salvó la vida y lo saco en su peor momento, no puede entregarle su corazón, no debe hacerlo, pero es tarde su corazón ya grita su nombre, no es una relación de tres, es un amor que no entiende razones.Ella ama a su esposo y su esposo la ama a ella, pero muchas veces por amor haces sacrificios difíciles de entender, como dejar que otro entre en su corazón para evitarle dolores mayores que una decepción amorosa. En esta historia habrá tanto amor que se tendrá que dividir en tres. Dicen que el orden de los factores no altera el
JAMESConocí a Victoria hace varios años, cuando visitaba la casa de su padre, un gran amigo de mi infancia y un gran amigo a lo largo de los años aunque que por circunstancias de la vida nos separamos, sin embargo, siempre mantuvimos el contacto, la vi con tan solo quince años y podía decir que era como un ángel, su castaña casi rubia y larga cabellera la hacía parecer eso un ángel con una hermosa voz, recuerdo que deseche esa imagen de mi cabeza, porque se trataba de una adolescente además de ser hija de mi mejor amigo adicional a eso le llevaba como treinta años, aún recuerdo cuando la encontré jugando con el hijo de un primo suyo, lo que me dijo.—¿Te gustan mucho los niños?No debí preguntar eso, sonaba escabroso viniendo de un viejo como yo, pero cuando se trataba de ella no sabía cómo actuar con coherencia.—Claro que sí, además, aún soy una chiquilla, por eso les tengo mucha paciencia, así dice mi tía: cuando crezca y sea ya todo una mujer adulta, seguramente tendré muchos ni
—Me gustas, sí, más que eso me encantas, pero … — No espere que ella se soltara el cinturón y se lanzara hasta donde yo estaba, no había ajustado el asiento porque todavía no había puesto la marcha, ni siquiera había regresado la llave al encendido, ella se amoldó tan bien a mis piernas que solo atine a tomarla de las caderas, me sentía como un maldito traidor con mi mejor amigo, pero era la mujer que deseaba con desesperación desde hacía años atrás, la mujer que había tratado de olvidar con otras tantas, estaba ahí sobre mí, mirándome como nunca pensé que lo haría alguna vez en mi vida, como si este fuera uno de los tantos sueños que había tenido en este tiempo, el deseo y el amor que sentía por ella, porque era eso, amor, si fuera netamente deseo ya me hubiera aprovechado tiempo atrás en tantas ocasiones que tuve a lo largo de los años, pero no lo hice, pero ella fue la primera en tomar la iniciativa en perder el miedo que siempre yo tuve, una chiquilla de menos de veinte años me es