Kitson era un apellido poco común. De todos los lobos y los poquísimos licántropos con los que me había cruzado, Neah era la única que tenía ese apellido.“¿Un ancestro?”, murmuro mientras le devuelvo a Klaus el libro marrón que tengo en manos.“Diría que sí por la forma en que habla de los linajes. Neah es una alfa, su genética tiene que venir de algún lado”.“¿Son los licántropos una amenaza?”.“No lo sé”, murmura. “Habla sobre que ascenderían de nuevo, pero eso fue hace siglos, Dane. Y todos los de esa época deben estar muertos hace mucho, así que los que quedan deben ser sus descendientes”.“Damien siempre ha creído que hay más alla afuera. ¿Estás diciéndome que mi pareja no era solo la líder de Brillo Lunar, sino que es también la líder de todos los licántropos que están allá afuera?”.Él me asiente con la cabeza.“¿Le has contado de esto a alguien más?”.“No, vine directamente acá”.“Bien, mantenlo así. Necesito decidir mi próximo movimiento”.Más licántropos. ¿Serían u

”No sé si pueda”, murmura ella mientras mira a su pierna lastimada.La tomé de las caderas y la muevo mientras empujo mi miembro en su interior de vez en cuando. Su boca se abre mientras un nuevo orgasmo la comienza a invadir.La pego contra mi pecho mientras ella sube y baja sobre mi polla. Se me escapan unos gruñidos cada vez que ella baja hasta la base de mi miembro.“Oh, Damien”. Ella cierra los ojos con fuerza y echa la cabeza hacia atrás mientras su coño aprieta mi polla y me deslecha hasta que mi semilla gotea fuera de su cuerpo.Ella colapsa sobre mí y pega su cabeza contra mi pecho mientras su respiración agitada se mezcla con la mía. Ella levanta la mirada para verme a través de sus grandes pestañas.Ya conocía la pregunta que estaba en la punta de su lengua. Quería quedarse aquí y olvidarse del mundo, aunque solo fuera por un rato.La pregunta ni siquiera sale de sus labios y vuelve a caer por su garganta porque ya sabía la respuesta. La vocecita que me llamaba le habí

Dane “Por favor, dime que estás bromeando”, gruño mientras Damien me mira fijamente en mi oficina. Él solo había ido a comprar cosas para Dorothy.‘Tiene que serlo’, murmura Aero. ‘Jenson tendría que ser un idiota para quedarse tan cerca. Estoy seguro de que Aspen no estaría de acuerdo con esto’.Suspiro. ‘Probablemente lo esté. Aspen perdió a Jess también’.“Sé lo que vi, Dane”. Damien interrumpe mi conversación con mi lobo. “Sabía que tenía razón. Sabía que había más allá afuera”, murmura. “No necesité de un maldito libro para probarlo”.Levanto mis manos para silenciarlo mientras intento entender las acciones de Jenson. “Bien, así que está saliendo contra licántropa. ¿Por qué es eso un problema para nosotros?”.“Sé que no te va a gustar lo que te voy a decir”, murmura él.“Dilo igual”, digo con molestia.“Me contaste sobre todo lo que pasó Neah cuando era pequeña. Eso explica por qué es como es”.“Sí, pero…”.Él me interrumpe: “¿Ella tiene algún hermano o hermana?”.Lo m

”¿Así que es en ella en quien pensaste cuando te acostaste conmigo anoche?”, digo mientras desabrocho un botón.“¿Por qué la necesitaría a ella cuando te tengo a ti?”, gruñe él.Sus labios se encuentran con mi mandíbula y él no tarda en desabrochar el resto de los botones de mi camisa antes de abrirla. “Eres decidida. Sabes lo que quieres”, susurra él en mi oído. Su aliento caliente pasa por mi piel mientras sus dedos juegan con mis dolosamente duros pezones. “Y no tienes miedo de tomar lo que te pertenece”.Sus labios rozan los míos mientras una mano se dirige a mi garganta, la cual aprieta mientras me levanta del sofá. Un gruñido sale de mi pecho, el cual le hace sonreír.“Entonces, ¿qué quieres?”, susurro. Le había pedido varias veces que tomara una decisión. Sus seres queridos saldrán heridos y él no tendrá elección al respecto. “Dímelo”.Su mano libre se desliza dentro de mis pantalones de cuero y mi tanga. Me acaricia el coño mientras pasa un dedo por mi clítoris.“Quiero l

La oficina se queda en silencio. Asumo que Damien niega con la cabeza. Solo hay unas pocas cosas que realmente le importan a Jenson. Una, su posición en la manada. Dos, tener sexo. Tres, causar problemas cuando no es necesario. Y finalmente cuatro, su hermana.No entiendo cómo eran tan diferentes.Mi mano se congela a segundos de que llame a la puerta cuando esta se abre. Dane me mira fijamente con sus hermosos ojos carmesí y una expresión de preocupación en su rostro.“¿Es cierto?”, susurro mientras el dolor sordo aumenta en el fondo de mi estómago.Damien frunce el ceño. “No sabemos quién es. No sabemos si el que esté con Jenson quiere decir algo. No sabemos si te conoce”.Niego con la cabeza mientras el dolor se extiende a la parte baja de la columna. Aprieto los dientes, intentando ignorarlo. Sabía que Dane podía sentirlo esta vez. Él tira de mí y presiona su calor contra mi espalda. Me agarra la parte inferior del bulto de mi vientre con sus grandes manos y lo levanta un p