Carolina se apresuró a decir:—Puesto que ya se conocen, mejor aún. Camila, esta chica se llama Karen.—Y ella es Camila —añadió, dirigiéndose a Karen.Karen observó detenidamente a Camila y de repente comprendió mostrando cierta incomodidad:—Señora, ¿acaso ella es... el primer amor de Mateo?Había pensado que si Carolina aceptaba a su hijo, también la aceptaría a ella.Pero se había hecho demasiadas ilusiones.A Camila le agradaba ese título y respondió con naturalidad:—Hola. La señora ya me ha hablado de ti, me dijo que estás embarazada de un hijo de Mateo y que te quedas aquí cuidando tu embarazo.Karen, preocupada, instintivamente se cubrió el vientre, temiendo que pudieran hacerle daño a su bebé.Camila, percibiendo sus pensamientos, continuó:—No tienes que temer. Si es hijo de Mateo, naturalmente lo trataré bien. No debes preocuparte; después de que nazca el bebé, tu vida solo mejorará.Karen, insegura, preguntó:—¿De verdad me permitirás tener al bebé?Con dulzura, Camila res
Leer más