No entiendo cómo es que las mujeres están dispuestas a renunciar a todo con tal de ver a la otra parte bien. —¡Zahid, cuidado!Cuando Devika me gritó, me di cuenta de que estaba manejando en dirección de un árbol. Rápidamente, giré el volante y terminamos en un campo.—¿Estás bien, Devika? —miré a mi hermana y la revisé —cariño, contesta.—¡Eres un tonto! —ella me dio con el libro que iba leyendo —por poco nos vamos de este mundo y todo porque andas pensando en Kenna. ¡Y no me digas que no! Estabas diciendo princesa tonta en repetidas ocasiones.—Es imposible no pensar en esa princesa tonta, me parece increíble que exista en el mundo un ser humano tan bruto.—Todos hacen tonterías cuando están enamorados, unos en mayor medida y los otros en menor medida. Tú, aunque niegues que tienes sentimientos por Kenna, estoy segura de que es así. Te conozco bien, Zahid, sé bien que no molestas a nadie si no es importante en tu vida.—Ya deja de decir tonterías y mejor guarda silencio, ahora vamo
Leer más