Estaba hirviendo y el termómetro mostraba que tenía 39 grados. Me sentí furioso, así que bajé nuevamente en busca de ese tipo. Él abrazaba a su novia y esto fue lo que hizo que me pusiera peor.—Escucha — empujé a Anna y lo sostuve por la camiseta —en estos momentos la mujer que consideras una amiga se encuentra pidiendo por ti. No es por su hermano, por Devika o por mí; es por ti exclusivamente. Así que vas a dejar a esta loca de lado e irás a ver a la Princesa del Zoco, no es algo que se encuentre a discusión.—Selim no tiene ninguna responsabilidad de estar cuidando a esa mujer, su deber es estar a mi lado.—Tú cállate y ve a nadar.La empujé a la piscina y el agua nos salpicó, justo por eso era que no me gustaba juntarme con las personas. Habían algunas que eran más que brutas y aquí tenemos el perfecto ejemplo.—Ve a ver a esa mujer que se encuentra en cama por la loca que te has conseguido como novia. Si pidiera por alguien más, créeme que no estaría acá.—Pero…—Suficiente, tra
—Eres un insoportable —le lancé la almohada y él la esquivó —. ¡Además, bien le hubieras dicho a Devika que no querías prestar tu casa! Estoy segura de que ella lo hubiese entendido.—Princesa del Zoco, deberías mejorar tu puntería.Zahid me lanzó la almohada y me dio justo en la cara, él se fue mientras lo escuchaba reír a carcajadas. Sentí tanto enojo que por poco despedazo sus preciosas almohadas.—Kenna —Aramis entró al cuarto que estaba a oscuras —¡Ay!De repente sentí que un tazón me cayó en la cabeza y seguido de esto un líquido que recorría mi piel que por suerte se encontraba frío.—Encender luces.La voz de Zahid resonó en la habitación y después de eso toda la pieza se alumbró. Él me miró, pensé que se iba a aguantar, pero al final terminó riendo a carcajadas y se doblaba a la mitad.—Princesa del Zoco, sinceramente te imaginaba llena con otro tipo de leche —él se acercó a mí y me lamió —pero estás deliciosa.—¡¿Qué haces?! Deja de pasarme tu lengua cochina por mi piel, ¿Ac
—¡Eres un descarado! —Le di una bofetada y su cabello quedó en su rostro —no puedo creer que te atrevas siquiera a insinuar semejante bajeza.—Princesa del Zoco, realmente has cometido un grave error —Zahid apartó su cabello y lamió la comisura de su labio mientras me veía con rabia.—¿Y qué esperabas que hiciera? Me has hecho una propuesta que no es nada decente.—¿En serio? Ni siquiera he hablado y me golpeaste al punto que mi preciosa sangre ha sido derramada. Ahora te jodes, mira como sacar a esa maniática que te ha llevado casi al borde de la muerte —él nos miró a todos —quiero que se larguen de mi casa, no pienso permitir que sigan aquí un momento más.Miré como Zahid se fue y con él se iban las esperanzas de que pudiera liberar a Anna. Al ver la mirada llena de decepción de Selim, decidí ir a la habitación del primer mencionado.—Zahid, tenemos que…Zahid se encontraba solo en ropa interior, vaya que tenía un físico bastante envidiable. Incluso mejor que Selim y podría decir qu
No entiendo cómo es que las mujeres están dispuestas a renunciar a todo con tal de ver a la otra parte bien. —¡Zahid, cuidado!Cuando Devika me gritó, me di cuenta de que estaba manejando en dirección de un árbol. Rápidamente, giré el volante y terminamos en un campo.—¿Estás bien, Devika? —miré a mi hermana y la revisé —cariño, contesta.—¡Eres un tonto! —ella me dio con el libro que iba leyendo —por poco nos vamos de este mundo y todo porque andas pensando en Kenna. ¡Y no me digas que no! Estabas diciendo princesa tonta en repetidas ocasiones.—Es imposible no pensar en esa princesa tonta, me parece increíble que exista en el mundo un ser humano tan bruto.—Todos hacen tonterías cuando están enamorados, unos en mayor medida y los otros en menor medida. Tú, aunque niegues que tienes sentimientos por Kenna, estoy segura de que es así. Te conozco bien, Zahid, sé bien que no molestas a nadie si no es importante en tu vida.—Ya deja de decir tonterías y mejor guarda silencio, ahora vamo
Tenía que admitir que imaginaba mil escenarios de todo esto, pero nunca que ella me llegara a abrazar de la manera que lo hacía.—Me has dado un susto de muerte —ella sollozó —. No vuelvas a hacer eso, lo mejor es que me hubieras dejado caer.—Lo contrario a lo que piensas, yo sí soy un caballero. ¿En dónde quedaría mi honor si dejo caer a una ballena en el césped?—Ni siquiera me voy a enojar contigo, puedes quedarte con mi almohada en agradecimiento por haberme salvado. Solo trata de cuidarla que es muy valiosa para mí a nivel sentimental.—Sí, sí, ya sé que te la ha regalado tu amor. —No, no fue un regalo de Selim. Esa almohada me la obsequiaron mis padres antes de morir, si se salvó del incendio fue porque yo la cargaba, es lo único que tengo de ellos.Ella no dijo nada más y extendió su mano para levantarme, no fue necesario y lo hice solo. En serio que esta chiquilla le quita la diversión a las cosas.—Te detesto —le saqué la lengua —espero que vengan a comer, es lo mínimo que
Pero lo que me parecía aún peor era el hecho de que él se había dejado arrastrar hasta una fosa oscura. No podía seguir así, era necesario ayudarle de alguna manera.—Selim, ven, tienes que descansar —me acerqué a él y me puse en cuclillas —por hoy puedes dormir aquí en casa.—Anna está en la cárcel y todo es por culpa de ese idiota —él señaló a Zahid —. No entiendo por qué se obsesionó tanto con ponerla tras las rejas.—Escucha, he estado pensando las cosas y te digo que Zahid tiene mi total apoyo —Selim alzó su mirada un tanto sorprendida —no me veas así, lo que Anna hizo fue una locura total y quizás en la prisión pueda recibir la ayuda que tanto necesitas y que tú eres consciente que la requiere con urgencia.—Pero Kenna, entiende la que amo. Ella a pesar de todo es una buena mujer, solo que un tanto celosa.—Estás mal, has llegado a normalizar una relación tóxica y si sigues ahí vas a ser la rana en la olla de agua caliente —me levanté y extendí mi mano en su dirección —vamos, ya
Sabía bien que él no iba a desaprovechar la oportunidad y que sacaría provecho de todo esto, pero llegué a pensar que me pediría otra cosa y que ya había olvidado esa locura.—¿Qué es lo que has dicho? —Selim lo tomó de la camisa —pensé que este tema ya estaba más que cerrado, ¿Acaso quieres arruinar la reputación de Kenna? Sabes bien lo mal visto que está en su cultura estar con un hombre antes de casarse y…—Cierra la boca y suéltame si no quieres que te meta en la prisión, no me molestaría hacerlo —él miró a Selim con frialdad —ahí veremos que tanto se preocupa tu loca por ti, créeme que no va a haber poder en el mundo que me haga cambiar de parecer en levantar una denuncia, ni siquiera tu amada Princesa del Zoco ofreciéndose de la manera que tanto piensas lo va a hacer.Me metí en el medio y miré a Zahid, no tenía más opción que acceder a sus peticiones. Él al ver la mirada que tenía supo que estaba dispuesta a hacer lo que fuera.—Vaya, en serio quieres a este mequetrefe —su sonr
Zahid, que estaba enfocado nuevamente en su manzana, alzó la mirada. Kenna seguía viéndolo fijamente y una sonrisa débil se esbozaba en su rostro.—Es muy poético todo lo que dices, pero te recuerdo que estamos en la vida real y no en un cuento de hadas.—Sé bien que estamos en la vida real, pero de vez en cuando se necesita un escape —Kenna miró a Zahid y le sonrió —hay distintas maneras de escaparse de la cruel realidad que nos rodea, muchos la buscan en los libros, otros en sus sueños y algunos prefieren irse a un sitio que denomina su lugar feliz. En fin, como sean las cosas, es necesario tener un poco de rosa en todo el contorno negro.—¿Y tu lugar feliz es al lado de Selim? Ni sé por qué pregunto, es más que obvio que si lo es.—No, no lo es —Kenna respondió y Zahid se sorprendió, solo que no lo mostró —estoy enamorada, no idiota. Selim es parte de todo lo negro que forma mi vida, su rechazo indirecto es algo que ha creado un mundo gris y hasta el momento mi lugar feliz no ha ap