Todos los capítulos de Prometo amarte. Solo hasta que tenga que decirte adiós : Capítulo 731 - Capítulo 740
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No hagas locuras…
- Bueno, Laura, las cosas no son así de simples, pero ya vere qué hago… Y con todo esto, ¿Qué haces en el hospital? ¿Quién cuida a Adele? ¿Te sucede algo? ¿Está alguien de tu familia aquí? ¿Estás bien?- Vaya… Son muchas preguntas, pero sí, todo está bien, Adele la cuida, Emma, yo vine al hospital por mi hermana, de hecho, en breve me retiraré. Mi hermana tuvo a su bebe y vine a visitarla, solo que mi tía y yo bajamos por un café. No he dormido mucho, de hecho ya estoy cansada, tuve exámenes de final de semestre.- ¿Estás estudiando? - Preguntó Adrien con curiosidad- Sí, quiero que mi hija, vea que puedo ser algo más que la hija de un hombre rico. Ella, cuando crezca, debe saber que puede ser independiente y que todo se puede lograr, a base de esfuerzo y uno que otro sacrificio… - Dijo muy segura de lo que decía.- ¡Vaya! No cabe duda de que tu hija es muy afortunada… - dijo Adrien sorprendido por las palabras de Laura.- ¡Gracias! Trato de ser una buena persona para que ella aprenda
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Solo quiero que él esté bien
Más tardaron en llegar al auto que, en llegar al lugar donde ahora vivía Adrien. Al hacerlo, Laura se sorprendió por el lugar. No es que estuviera mal, solo que conociendo a Adrien, este no era algo que él hubiese elegido en primera instancia.Aquello la llevaba a pensar en que la situación económica de Adrien no era muy buena. No es que estuviese en la calle, pero aquel sitio dejaba mucho a pensar, ya que en los tiempos en los que ella salía con Adrien, el joven se jactaba de solo usar lo mejor.- Adrien… ¿Necesitas ayuda para subir?- ¡Ah! No, no te preocupes, ya estoy acostumbrado, sé cómo subir…- Sí, pero con tu mochila, te puedes tropezar. Te acompañó, te dejo en la puerta y me retiro. – dijo Laura sin darle oportunidad de decir no.Luego de dos pisos de escalones, llegaron al apartamento donde Adrien vivía, Laura le ayudó a abrir. Al hacerlo, vio el interior del lugar, la decoración era sencilla, los muebles no eran lujosos, pero dentro de lo que cabía, el lugar tenía todo lo ne
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Estoy firme con mi decisión
Al día siguiente, Paloma fue revisada, la pequeña Isabella miraba con atención a su madre. Esos grandes y hermosos ojos estaban puestos en su madre, quien no paraba de admirarla.Paloma estaba enamorada de aquel pequeño ángel que tenía en brazos. Al mirarla, solo podía recordar cómo es que el hombre que hoy era su esposo y ella, comenzaron una relación a escondidas del mundo. Al mirarla, sonreía al pensar cómo había comenzado su historia de amor.Una historia de amor que hoy se veía reflejada en un pequeño ser de hermosos ojos color gris, aún no se sabía si serían gris verdoso o gris azulado, pero lo que sí se veía era que eran de un gris muy profundo.Ella, como madre, acercaba a su hija, apenas podía sentir el pequeño peso de su bebe, el aroma característico de la pequeña, la embriagaba y la llenaba de un inmenso amor.Aldo había ido a casa a cambiarse mientras Laura lo cubría. Ella miraba cómo su hermana se embriagaba con el aroma de su bebe.- ¿Es delicioso? ¿Verdad? – dijo Laura,
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Conociendo a Isabella
Un par de horas después de aquella incómoda plática, Aldo, Paloma, Isabella y Laura iban camino a casa. Tras todas las recomendaciones de la ginecóloga y el pediatra, la nueva familia estaba llegando a casa. Paloma llevaba una mezcla de emociones, en sus brazos llevaba a su bebe, sí, su bebe, el que ahora sería su responsabilidad para toda la vida. Se sentía nerviosa, una cosa era cuidar de su hermanito Gio, otra cosa era ver a Adele, ver a sus gemelos hermanos, ver a las gemelas de Pietro, cuidar de Enzo que tenía 6 años y otra. Otra cosa era, tener a una bebita que será tu completa responsabilidad. Paloma llevaba una serie de sentimientos encontrados que los disimulaba muy bien, pero que por dentro la aterraban. Tan pronto como había visto que la enfermera le entregaba a su bebe y ella firmaba la serie de documentos que avalaban que llevaba al bebe correcto y vivió, la comenzaron a poner nerviosa, ya que, al ser madre primeriza, ella recordaba como en las películas romanizaban t
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¿De cuándo aquí tan sabio?
Luego de por fin terminar de hacer todos los arreglos para la creación del grupo PVD, Massimo y Pietro condujeron de Florencia hasta Lazio. El par de hombres quería legar a toda costa, su hija, por decirlo así, acababa de dar a luz, era imperioso llegar y conocer a la primera nieta de la familia.- ¿Qué has pensado sobre el tema de Paolo? – preguntó Pietro curioso.- Mmm… ¡Qué te digo! Aún no he pensado bien las cosas y Paolo no ha mostrado interés por conocer a Pierre, de hecho platicamos, pero todo quedó en el aire.- No dejes pasar más tiempo, ese tipo de cuestiones no va a desaparecer así como así. Tanto como si no hablo del tema, no pasa nada, pues no… Si pasa y lo que pasa es el tiempo, ponle ya una fecha y que suceda lo que deba suceder.- ¿De cuándo aquí tan sabio?- ¿Recuerdas que tengo un hijo que ahora es tu yerno también?- Sí, pero, si mal no recuerdo, no recuerdas nada…- Bueno, digamos que la edad me ha hecho más sabio…- ¡Aja! Seguramente Celeste es quien te aconseja…-
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Conociendo a Isabella. Parte 2
Luego de que Enzo diera una cátedra de como sostener a una bebe, fue el turno de los abuelos. Marco, sin esperar ni un minuto, sostuvo a la pequeña Isabella, la miró y supo que era la viva imagen de su hija, aquella bebita que conoció de poco más de dos años.- ¡Hola, princesa! ¿Cómo está la niña más bella? ¡Mi niña, eres preciosa! Aquí está tu abuelo para cuidarte y protegerte incluso de tus padres… - decía el hombre peleando con Valeria porque ella también quería cargar a su nieta.- ¡Marco…! ¡Déjame cargar a mi chiquitina…! ¡Anda! Deja de estar acaparándola, además también tienes a Carolina y Alberto, no seas envidioso…- Sí, pero ellos son mis hijos y esta bebita hermosa es, mi nieta…Valeria lo quedó viendo con cara de no entender lo que acababa de decir.- ¡Es lo mismo! - dijo Valeria, aun sin comprender su comentario.- ¡No, claro que no! A ellos si los podré castigar, pero a esta princesa, no, a ella la debo consentir y mimar…- No entiendo de dónde sacas eso, pero a ver, prést
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Una despedida sabida, pero no deseada. Parte 1
La semana había pasado rápidamente, Luciano y Almendra preparaban todo para regresar a Nueva Zelanda. Definitivamente, habían sido unos excelentes días en Italia. Esta temporada aquí, les había dejado varios buenos momentos, pero era momento de regresar a la universidad.Massimo y los chicos esperaban poder visitarlos en las próximas vacaciones de los chicos.Luciano, por su parte, hubiese preferido irse hasta que Paolo hablara con Pierre, pero el joven aún no decidía hablar con el hombre que se decía ser su padre.Con gran inquietud tuvo que dejar el tema en manos de Laura y Massimo, este último le dijo que él tenía que esperar a que Paolo se sintiera listo y aquello no quería que fuese una limitante para Luciano. Por lo que le aconsejo que era momento de dejar que Paolo tomara la decisión que debiera sin preocupaciones, ya Massimo se las arreglaría cuando el joven tomara la decisión de conocer a su verdadero padre.Antes de irse, Luciano y Almendra fueron a casa de los Pellegrini,
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Una despedida sabida, pero no deseada. Parte 2
Luego de varios abrazos y una extraña sensación de vacío, Luciano y Almendra salieron de aquella casa.Luciano comenzó a conducir, sabía que debía llegar a casa, aún le faltaba despedirse de sus hermanos, de su padre y del recién conocido abuelo.El tiempo era apremiante; con ayuda del espejo retrovisor, pudo ver cómo Paloma y su marido entraban a casa.Aquella imagen se la quedó muy grabada en la memoria, sonrió y fijó su vista en el camino.- ¿Estás bien? – preguntó Almendra al ver que su novio estaba muy callado.- Sí… - dijo el hombre a su lado, el cual tomó su mano y la besó. - ¡Gracias!- ¿Por?- Por esto, por insistir en buscarla, por ayudarme a reconciliarme con ella… - dijo Luciano con total sinceridad.- A mí me hubiera gustado tener hermanos, creo que era lo justo. Tanto tú, como ella, no merecían estar separados por cosas del pasado; al final, ustedes no tuvieron la culpa.- ¡Lo sé! ¡Créeme que lo sé! - dijo Luciano recordando su oscuro pasado.- Ya verás que más pronto que
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Una despedida sabida, pero no deseada. Parte 3
Massimo ahora sabía que, gran parte de la familia, influía el núcleo, es decir, el padre y la madre. Lo había visto él mismo y lo comprobaba con su padre y, en su momento, con su abuela.Luego de una larga y a la vez corta sobremesa, llegó el momento de decir adiós… Un adiós que sabía raro, un adiós que nadie quería decir, un adiós que tanto Massimo como Luciano no querían darse, pero que era necesario.Ellos habían hecho un pacto y habían dado su palabra, así que, con tristeza, tuvieron que ponerse los pantalones de adultos y sonreír.- Luciano… Antes de que te vayas, cuando termines de despedirte de todos, pasas a verme al estudio, ahí te estaré esperando. – dijo Massimo tratando de aguantar el nudo en la garganta.- Sí, Massimo… - respondió el chico.Los primeros en despedirse fueron los viejos Matteo y Magnus, que, con sus sabios años de experiencia, sabían que esta no era otra más que una despedida momentánea.Sabían que el tiempo era sabio y que el joven regresaría en menos de lo
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Una despedida sabida, pero no deseada. Parte 4
El hombre que se despedía, poco a poco, sentía que cada paso que daba le pesaba más y más. Su familia estaba ahí, la dejaba para irse a un lugar muy lejano. En esta ocasión iba acompañado, pero preferiría quedarse, sabía que esa familia necesitaba de él y él necesitaba de todos ellos.Cuando llegó el turno con Paolo, él se esforzó en no llorar, ya que, al verlo, solo podía recordar cómo fue que ya había pasado tanto tiempo.Si mal no se equivocaba, su hermanito casi tenía la misma edad de Maurizio, cuando comenzaron a dejarse de ver tan seguido.Luciano era su héroe, como ahora lo era para Maurizio, pero el primero no pudo ver cómo regresaba hasta ahora.La situación que tenía Paolo no era fácil, así que, antes de mostrar alguna debilidad. Luciano tomó aire y sonrió.- Paolo… Ven, hermano, ven… Oye… Sea cualquiera que sea, la decisión que tomes, yo siempre te voy a apoyar.Coincido con papá, tal vez sea bueno que le des el beneficio de la duda a Pierre. Tal vez solo quiere conocerte,
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