CAPÍTULO 78. DETESTABLE INSTINTO
Mateo se quedó mudo, sacó su celular y llamó a su abogado, dando la dirección de donde se encontraba. Ahí, lo espero por casi veinte minutos, no se quiso ir para que no se le escapara Conchita. Cuando terminó de hablar, ella le comentó…—Me quería ir del país, pero la tóxica me quitó el pasaporte, para asegurarse que no me iría —confesó ella—. Por esta razón, estoy haciendo los trámites a escondidas, para obtener este, e irme.—¿Tú sabías que en el antro ese, donde me pediste que te llevara, nos drogaron? —preguntó él, para conseguir más información de parte de ella.—¡Sí! Me di cuenta al día siguiente cuando volví y uno de los tipos que nos drogó, se acercó para devolverme mis papeles, que supuestamente los había encontrado fuera del local tirado —contó ella.»Como no le creí, comencé a preguntar y una de las chicas que trabaja ahí, la cual conozco desde hace años, me lo corroboró —añadió.—Me robaron dos tarjetas de créditos y con eso quinientos mil dólares, una portátil, donde teng
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