Una vez que David cortó la comunicación, Jenna miró su móvil, sintiendo cómo su corazón latía a mil por hora, al saber que, si la estaba llamando, era por algo verdaderamente importante. Su voz al otro lado de la línea había sonado sumamente fría y más distante de lo habitual, lo que hizo que un nudo se le formara en el estómago. Rápidamente, consciente de que a David Whitmore no le gustaba esperar, se puso de pie, dedicándole a Rachel una mirada de disculpas.—Lo siento, Rachel, pero debo irme. Whitmore quiere que vaya a la habitación ahora mismo. —¿Ha descubierto algo? —preguntó su amiga, interesada. —No lo sé, pero es mejor que vaya y no lo haga esperar. Rachel esbozó una sonrisa, que no logró ocultar su preocupación, y asintió. —Anda, ve. Yo me quedaré por la zona, por si necesitas algo. Cualquier cosa, llámame.Jenna asintió y, luego de despedirse rápidamente, salió hacia la habitación de David y Noah, casi corriendo, con su cabeza trabajando a toda velocidad, intentando an
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